La eficiencia de Jokic no tiene límites

La eficiencia de Jokic no tiene límites

Nikola Jokic está hecho de otra pasta. Es el jugador de equipo por excelencia, un tipo que no busca lucirse a nivel personal, simplemente le sale solo porque así completa la mejor jugada posible para los suyos. El MVP serbio, con su decimotercer triple-doble de la temporada, volvió a demostrar su profesionalidad y eficiencia durante la victoria de los Denver Nuggets sobre los Portland Trail Blazers por 122-114.

Con un triple-doble de 36 puntos, 12 rebotes y 10 asistencias, el pívot se mostró imparable y prácticamente infalible con una serie de 13 de 14 en tiros de campo (1-2 3P) y 9 de 10 en tiros libres. La exhibición anuló otra de Damian Lillard, que vio como sus 44 puntos y 8 asistencias (12-20 TC; 6-12 3P) resultaban inútiles para la franquicia visitante.

La nueva exhibición de Jokic también le situó una vez más a la altura de los más grandes. Junto a Wilt Chamberlain, el serbio es el único jugador en registrar más de un triple-doble de 35 puntos con un 90% de acierto o más en su carrera. Casi nada. Además, sus triples-dobles son garantía de éxito para Denver: 13 ha logrado y 13 victorias han cosechado gracias a ellos.

Los Nuggets pasan por muy buen momento y encadenan siete victorias consecutivas al frente de la Conferencia Oeste, donde dominan con un balance de 31 victorias y 13 derrotas. Gran parte de este buen rendimiento se explica por Jokic, pero también por el regreso de efectivos del talante de Michael Porter Jr. (23 puntos anoche) y Jamal Murray (17-5-7).

Jokic, que venía de anotar un tiro ganador sobre la bocina el domingo, no necesitó forzar la máquina en esta ocasión y pudo disfrutar de una victoria algo más plácida. El equipo llegó a ganar de 13 puntos, aunque en el último cuarto los Blazers apretujaron el marcador y dieron el susto. 

Lillard tuvo una gran primera mitad con 30 puntos que mantuvo a los visitantes a tiro al descanso (73-67). En el tercer cuarto, los locales escaparon y luego supieron aguantar el apretón. Con Jokic, que sin quererlo vuelve a estar en la primera plaza de la carrera para el MVP, este equipo no tiene techo. Cada día en que juega el serbio se convierte en una clase magistral de baloncesto.




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