Fue impactante ver salir a Lewis Hamilton de su monoplaza tras la carrera de Bakú. De golpe se le echaron encima treinta años, sus gestos eran lentos y era incapaz de salir ágil como un deportista profesional. Los días anteriores fue el ensordecedor ruido de rebote que se escuchaba así como la imagen de su casco en permanente movimiento arriba y abajo que la cámara de su Mercedes captaba. Los detractores que tienen a Hamilton por Mr Hollywood le trataron de comediante y de estar haciendo un exceso. las imágenes de los tres días hablan por si solas. Tampoco Ferrari y McLaren se escapan del duro ‘porpoising’ y solo Red Bull parece tener el tema del rebote en las rectas más controlado.
Pero tras la octava prueba del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 de la FIA de este año en Bakú y antes del inicio del GP de Canadá en Montreal han llegado ya las primeras medidas urgentes de la FIA, la situación era insostenible y ha publicado un comunicado en el que expone las recomendaciones a los equipos para evitar el porpoising, el rebote de los coches en las rectas a más de 300 kilómetros por hora generado por la carga aerodinámica del efecto suelo, que está destrozando físicamente las espaldas de los actores principales del ‘Circo’. Las recomendaciones FIA se aplicarán a partir del FP3 de Canadá de este sábado.
“Tras la octava prueba del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 de la FIA de este año en la que volvió a ser visible el fenómeno de las oscilaciones aerodinámicas (“porpoising”) de los monoplazas de Fórmula 1 de nueva generación, y su efecto durante y después de la carrera en el estado físico de los pilotos, la FIA, como organismo rector del deporte, ha decidido que, en aras de la seguridad, es necesario intervenir para exigir a los equipos que realicen los ajustes necesarios para reducir o eliminar este fenómeno.”
“Se ha emitido una Directiva Técnica para orientar a los equipos sobre las medidas que la FIA pretende tomar para atajar el problema. Éstas incluyen:
1. Un escrutinio más detallado de las planchas y los patines, tanto en términos de su diseño como del desgaste observado
2. La definición de una métrica, basada en la aceleración vertical del coche, que dará un límite cuantitativo para el nivel aceptable de oscilaciones verticales. La fórmula matemática exacta de esta métrica todavía está siendo analizada por la FIA, y los equipos de Fórmula 1 han sido invitados a contribuir a este proceso”.
“Además de estas medidas a corto plazo, la FIA convocará una reunión técnica con los equipos para definir medidas que reduzcan la propensión de los coches a presentar estos fenómenos a medio plazo”.
Y asegura el máximo organismo federativo que “la FIA ha decidido intervenir tras consultar a sus médicos en aras de la seguridad de los pilotos. En un deporte en el que los competidores conducen habitualmente a velocidades superiores a los 300 km/h, se considera que toda la concentración de un piloto debe centrarse en esa tarea y que la fatiga o el dolor excesivos que experimenta un piloto podrían tener consecuencias importantes si provocan una pérdida de concentración. Además, la FIA está preocupada por el impacto físico inmediato en la salud de los pilotos, algunos de los cuales han informado de dolores de espalda tras los últimos acontecimientos”