La fiebre por la F1 es enorme. Hacía años que no se veía algo así. Los fans de la F1 avisaron agotando las entradas del GP de España de F1 cuando se pusieron a la venta, haciendo que el Circuit tuviera que levantar más gradas. Y este jueves, los fans dieron el primer aviso de la fiesta que está por venir.
El calor apretaba y mucho, con un intenso sol iluminando la pista catalana. Pero los aficionados, deseosos de F1, no fallaron a su cita. A las 13.00 h, a cuatro horas para la apertura de puertas para acceder a la visita al pit lane, ya había una cola de aficionados que esperaban en la puerta.
Esa cola acabó siendo interminable, alargándose por todo el aparcamiento de detrás. Todo por ver los coches de cerca, a los mecánicos de los equipos trabajando en los monoplazas. Y los pilotos también respondieron ante un pit lane hasta la bandera. Sainz fue vitoreado por la afición, mucho más local que años anteriores. Vuelven a vibrar por la F1