Paciencia. Estamos viviendo una situación imposible de pronosticar por lo cambiante del asunto. Cada hora es un día. Cada día es una semana. Cada semana es un año. Las variables que pueden surgir son infinitas y la problemática del coronavirus puede ir para muy largo. Por el momento han transmitido el deseo de querer establecer una fecha para la final de Copa la próxima semana, aunque no significa que sea posible. Lo dicho, calma.
La salud es lo primero y el caso que no atañe es grave. Luego ya habrá tiempo de hacer encaje de bolillos con el fútbol. Quizás sea una decisión que no contente a todo el mundo, pero habrá que tirar de comprensión y asumir lo que venga porque se trata de una decisión extraordinaria. Por lo menos ya tenemos una buena noticia. El partido no se jugará el 18 de abril, sin embargo Athletic, Real Sociedad y Federación han mostrado la voluntad de que no la quieren a puerta cerrada.
Nos están dejando bien claro, por si no lo teníamos ya suficientemente, que las televisiones importan mucho más que el público que acude a los estadios. ¿Qué sentido tiene un encuentro sin gente en la grada? Es un elemento más del fútbol, como los jugadores o el balón. Anteponen el espectador televisivo al presencial. Pues bien, a mí, como espectador televisivo, no me convence el producto que supone un partido de fútbol sin público. Me falta algo.
Es una huida hacia adelante por cuestión de calendario, es evidente. La UEFA se tendría que plantear el aplazamiento de la Eurocopa a 2021. Daría un margen a que todas las ligas europeas pudieran acabar más tarde. Si tiene que ser en julio, pues en julio. Como cualquier decisión que se tome, esto conllevaría multitud de problemas. Para empezar, que muchos futbolistas acaban sus contratos el 30 de junio. Pero habrá que adoptar medidas excepcionales.
Una idea que lanzo es la de ajustar los calendarios de la próxima temporada, por ejemplo jugando las ligas a una sola vuelta y recortando las copas o las competiciones continentales. Reducir el calendario. Pero este curso hay que terminarlo con las bases con las que se empezó. Creo que es lo más justo.
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