La fuerza de Saint Denis


El retorno, esperanzador, de Modibo
Sagnan fue una de las mejores noticias que dejó el amistoso de Tajonar. El parisino fichado este año por la Real se mostró autoritario como central izquierdo, rápido para anticiparse y robar y audaz para apagar con agresividad algún fuego creado por compañeros de zaga. También despejó con la cabeza balones bombeados con rosca al segundo palo por Osasuna. Tuvo un feliz retorno tras dos meses de ausencia el futbolista cuyo rendimiento y potencial más incógnitas suscita entre el plantel txuri urdin. Los 4,5 millones que la Real abonó por este futbolista procedente de la Ligue 2 francesa hacen pensar que se tiene que tratar de un central de mucho poderío y eficacia. Las reticencias de Imanol para alinearle tras su lesión y algunas sospechosas actuaciones en verano hicieron decaer algunas de las expectativas.



Sagnan nació hace 20 años en el distrito de Saint Denis de París, conceptuado como uno de los más peligrosos de la capital gala, a pesar de que allí se hallan la famosa basílica del mismo nombre donde reposan los restos de varios reyes franceses y el despampanante estadio de fútbol y rugby. Saint
Denis fue el primer obispo de París, evangelizador de la Galia y mártir. Cuenta la leyenda que, tras ser torturado y decapitado en el año 272 por los romanos, que temían el avance del cristianismo, tomó su cabeza y anduvo seis kilómetros con ella en la mano. Una mujer piadosa se cruzó con él, tomó su testa y la enterró justo en el punto en el que se levanta la iglesia.

Sagnan, como el mártir del lugar donde se crió, ha recogido su cabeza y quiere reivindicar su lugar en el equipo y justificar por qué la Real se gastó tanto dinero en un defensa desconocido con experiencia -y muy reducida-, sólo en la segunda división de Francia.

Un disparo con intención

De momento, Sagnan no ha debutado en la Liga ni ha entrado en ninguna convocatoria. Si convence a su entrenador, no debería tener difícil su participación, toda vez que es el único central izquierdo del plantel.

No era ayer el mejor escenario para lucirse, ya que los Brandon, Ibáñez, Perea y compañía no le comprometieron en exceso, pero fue un buen primer paso. Jugó bien la pelota, con aplomo, casi siempre en corto, conectando con Zubeldia en vertical y con Aihen más en horizontal.

Se vio con tanta confianza que incluso intentó un lejanísimo disparo desde 35 metros que no se marchó mucho más allá del poste. En el minuto 72, fue sustituido por Arambarri. Ahora quiere cuartelillo en competición, claro.


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