La gran mancha del All Star

La gran mancha del All Star

Hace ya días que se terminó el fin de semana dedicado al All Star pero hay algo que sigue trayendo cola. Ni el gran papel de Mac McClung en los mates o el partido de las estrellas parecen haber tenido tanta repercusión como la presencia de un hombre que siempre lleva consigo la polémica.

Karl Malone fue una de las principales personalidades invitadas en Salt Lake City. Leyenda local tras su etapa en los Utah Jazz junto a John Stockton y compañía, la NBA quiso juntar a los tres máximos anotadores de la NBA en el All Star, junto a Kareem Abdul-Jabbar y LeBron James. Él era además uno de los jueces en el concurso de mates, y en el momento de ser presentado por Dwayne Wade, ya se pudo observar que su presencia no dejaría nadie indiferente.

Dentro de la pista, la calidad de Karl Malone es indiscutible. El líder histórico en tiros libres era una fuerza de la naturaleza dificil de controlar, siendo además uno de los jugadores más resistentes de la historia: entre 1986 y 2003, solamente se perdió 10 partidos en 18 temporadas. Los problemas del cartero llegarían fuera.

En 1983, un Karl Malone de 20 años dejó embarazada una chica de 13, Gloria Bell. Por si fuera poco, Malone no asumió sus responsabilidades como padre y no reconoció al niño, que terminó jugando varias temporadas en la NFL con el nombre de Demetrius Bell. Malone y la familia de su “novia” e hijo llegaron a un acuerdo extrajudicial para que no tuviera que reconocer que ese bebé era suyo, aunque según el propio Demetrius reconoció en 2018, ahora tienen una buena relación y hablan “casi cada día”. A Malone ya se le preguntó por el tema en el All Star, pero se refugió en que “Eso es mi vida personal y no voy a discutir nada sobre eso. Lidaré con ello de la misma forma que lo he hecho siempre”.

Otro episiodio similar lo vivió antes, en 1980, cuando Bonita Ford lo denunció por tampoco reconocer ser el padre de sus hijos mellizos. Daryl y Cheryl (leyenda de la WNBA) terminaron siendo jugadores de baloncesto y Malone solamente los aceptó como sus descendientes en 1998 (cuando empezaron a triunfar en sus carreras).

Pero quizás el episodio más conocido sobre su historial rozando lo ilegal fue con Vanessa Bryant, esposa del fallecido Kobe Bryant. Mientras eran compañeros de equipo en los Lakers del 2004, Malone acosó a la viuda de Kobe en repetidas ocasiones, sumándole además episodios de racismo. Como no podía ser de otra forma, el acoso sexual que Malone realizó a Vanessa Bryant rompió la relación entre Karl y Kobe, que se sintió “muy herido y traicionado” por el que era su compañero de equipo y con quien tenía una magnífica relación. Esos Lakers (que contaban además con Gary Payton y Shaquille O ‘Neal) fracasaron de forma estrepitosa y buena parte de culpa la tuvo este episodio, que sin duda tuvo repercusiones en la química del equipo.

La liga no puede permitirse ser tan incosistente en su mensaje a nivel de institución. Si hay jugadores como Kyrie Irving o Meyers Leonard que son castigados por sus mensajes de odio hacia ciertos colectivos, es incomprensible que alguien con el historial de Karl Malone sea cara visible de la mejor liga del mundo.




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