La senadora del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Sylvana Beltrones Sánchez, hija única del que fuera hasta 2016 presidente de la formación tricolor y una de las figuras más influyentes de la política mexicana, Manlio Fabio Beltrones, depositó en la Banca Privada d’Andorra (BPA) 10,4 millones de dólares entre 2009 y 2010, según una investigación de EL PAÍS. El ingreso se registró cuando Beltrones Sánchez tenía 26 años, no ocupaba ningún cargo público y su padre era el poderoso coordinador de los priistas en el Senado.
La Fiscalía General de México investiga a Manlio Fabio Beltrones; a su hija; y a su esposa, Sylvia Sánchez, por presuntas irregularidades relacionadas con cuentas ocultas de estas dos últimas en un banco de Andorra. Luis Alejandro Capdevielle, abogado, editor y diputado federal suplente en 2012 de Beltrones padre, también es objeto de las pesquisas del ministerio público.
La senadora Beltrones, hoy de 38 años y representante priista por Sonora, estuvo vinculada a dos cuentas en la citada entidad de Andorra, un país blindado hasta 2017 por el secreto bancario. Junto a ella, su madre abrió entre 2008 y 2009 en la BPA otras dos cuentas -una a su nombre y otra con el máximo nivel de privacidad, numerada- que no llegaron a tener movimientos. La progenitora de la parlamentaria declaró a la BPA que su intención era depositar en esta institución financiera 2,8 millones de dólares de la supuesta venta de dos apartamentos en Miami.
El expresidente del PRI resta importancia a las pesquisas. “Tengo más de 40 años de privilegio de servir públicamente. Cuando uno está en política es inevitable que le investiguen. He pasado por varias investigaciones. Sin problema. He salido de ellas con la frente en alto. No me preocupa. Cada vez que un Gobierno inicia un combate político, hay una investigación. No será la primera vez ni la última que se investiga a un político”, indica por teléfono Manlio Fabio Beltrones.
El exdirigente tricolor señala que no ha sido notificado de esta investigación de la fiscalía, cuyas indagaciones son secretas. “Son hechos ya investigados y archivados anteriormente y concluirán igual”, pronostica Manlio Fabio Beltrones.
La jueza andorrana Canòlich Mingorance imputó en julio de 2015 a la senadora, a su madre y al expresidente del PRI por un presunto delito de blanqueo de capitales en el marco de una causa conocida como Operación Sonora, en referencia al Estado mexicano del que fue gobernador Manlio Fabio Beltrones entre 1991 y 1997 y del que su hija es representante en la Cámara Alta. La magistrada embargó las cuentas de la senadora y de su madre. Pese a la gravedad de los hechos, el caso permaneció oculto a la opinión pública.
La investigación en Andorra se archivó provisionalmente el 18 de octubre de 2018 después de que la fiscalía mexicana, entonces conocida como Procuraduría General de la República (PGR), elaborara un informe de no ejercicio de la acción penal (neap) sobre los investigados. El documento sostenía que el delito fiscal de Sylvana Beltrones y Capdevielle había prescrito.
Durante el mandato del expresidente priista Enrique Peña Nieto (2012-2018), la fiscalía utilizó la estrategia de la neap para lograr el sobreseimiento provisional de varias causas abiertas en Andorra contra personalidades cercanas al PRI, como el abogado de Peña Nieto, Juan Ramón Collado, que movió 120 millones de dólares en el Principado. La treta consistió en abrir una investigación en México que validaba el origen del dinero para después remitir un informe a la justicia de Andorra y obligar a sus jueces a archivar la investigación. El Código Penal andorrano no contempla condenar por blanqueo de capitales si no existe un delito precedente.
Tras el archivo de este caso en Andorra, la fiscalía mexicana, ya bajo el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, abrió una investigación por presuntas irregularidades contra los tres miembros de la familia Beltrones y Luis Alejandro Capdevielle, abogado, editor y diputado federal suplente en 2012 de Manlio Fabio Beltrones, según confirman fuentes de la fiscalía y reconoce el editor a este periódico.
“La nueva investigación consiste en determinar una vez más la licitud de los recursos depositados en Andorra. Y nos investigan a las mismas personas, a la familia Beltrones y a mí, por los mismos hechos. Se están violando derechos fundamentales. Este es un caso juzgado y resuelto. Todo quedó ya aclarado “, indica Capdevielle.
Una de las primeras diligencias de la fiscalía mexicana fue solicitar a la jueza de Andorra las cuentas de Sylvana Beltrones, de su madre y de Capdevielle mediante el envío de una comisión rogatoria [procedimiento de colaboración judicial entre países]. En un intento de impedirlo, Capdevielle presentó una petición de amparo ante una juez mexicana que aceptó parcialmente su solicitud alegando que los hechos ya habían sido juzgados y archivados. La magistrada dictó entonces suspensión de la petición de información a Andorra, pero determinó que la investigación de la fiscalía podía continuar. En los próximos meses celebrará una audiencia en la que deberá pronunciarse sobre la legalidad de las pesquisas del ministerio público.
La documentación a la que ha tenido acceso este periódico revela que la senadora Beltrones ingresó entre 2009 y 2010 un total de 10,4 millones en Andorra, un país blindado entonces por el secreto bancario. Y que figuró como titular de una cuenta personal en la BPA entre 2009 y 2011. También, que se vinculó a otra cuenta como apoderada hasta 2015 en la que el titular era Capdevielle, que permaneció imputado en la causa judicial de Andorra hasta su archivo en 2018.
Capdevielle traspasó el 30 de diciembre de 2009 a la cuenta de la BPA de la senadora nueve millones de dólares. El dinero llegó una semana después de que el editor cobrara en el banco andorrano 10 millones de dólares de Videoserpel LTD, una firma de Zug (Suiza) que gestionaba los derechos de programas y marcas cedidos por Grupo Televisa. Videoserpel LTD, hoy inactiva, se fusionó con Mexvisa LTD, filial helvética del mismo conglomerado televisivo mexicano creada en 2001.
Capdevielle, que presidió entre 2003 y 2007 la Asociación de Editores de Periódicos, Diarios y Revistas de la República Mexicana (AEDIRMEX), sostiene que el dinero procedía de la venta a Televisa por 10 millones de dólares de la marca de la publicación Aviso de ocasión, una sección de clasificados donde se vendían coches y propiedades.
El letrado de Mexvisa, sociedad helvética de Televisa, defendió ante la jueza que la compra por 10 millones de dólares de Aviso de ocasión fue real. “Fue adquirida al legítimo titular con la inscripción de la compraventa en el registro público”, expresó. Jordi Segura Cobo, abogado en Andorra de dos ejecutivos del Grupo Televisa que permanecieron investigados en la causa hasta su archivo, en 2018, ha declinado responder las preguntas de este periódico.
En su momento, la jueza andorrana del caso situó el pago de la filial de Grupo Televisa a Capdevielle como una supuesta comisión a Manlio Fabio Beltrones en compensación por la denominada Ley Televisa, una norma aprobada por unanimidad en 2006 (tres años antes de los pagos) y que introdujo importantes modificaciones a la Ley Federal de Radio Televisión y a Ley Federal de Telecomunicaciones. Un portavoz de la citada compañía rechaza que la reforma de la ley de televisión de 2006 “supusiese ningún beneficio a favor de Televisa ni de ninguna otra empresa de radiodifusión”.
La senadora Sylvana Beltrones también lo niega y afirma a este periódico que abrió su cuenta en la BPA en 2009 para cobrar un dinero que le debía el editor tras la disolución de la tienda de artículos del hogar Habica que gestionó con él en Ciudad de México. Y añade que ingresó en 2009 en el país pirenaico nueve millones de dólares porque Capdevielle le “pidió” que custodiara sus fondos al estar inmerso en una demanda de divorcio. La parlamentaria rechaza que sus millonarias cuentas andorranas tengan que ver con supuestas gestiones de su padre.
Manlio Fabio Beltrones rechaza también que el pago de Televisa a Capdevielle tuviera que ver con el cambio de la ley. “Es ridículo y falso que se pueda haber hecho. No teníamos mayoría en el Congreso. Además, he tenido momentos de fricción con las televisiones cuando reformamos la ley electoral y les quitamos el derecho de vender publicidad a los partidos. Aquella fue una reforma de gran calado que nos costó muy cara”, añade el exdirigente priista.
Nacido en Villa Juárez (Sonora), Manlio Fabio Beltrones pasa por ser una de las figuras más influyentes de la política mexicana de las últimas cuatro décadas. Economista de 68 años, Beltrones ha tocado todas las teclas del poder. Fue diputado, senador, gobernador de Sonora, presidente de la Mesa Directiva de los Diputados y del Senado. En 2011, presentó y retiró su candidatura presidencial frente a un emergente Enrique Peña Nieto, entonces gobernador del Estado de México.
El peso de Manlio Fabio Beltrones ha sido especialmente notorio en el Congreso. Como líder del PRI en ambas cámaras, fue el gran operador en la sombra que facilitaba el tránsito de las iniciativas y quien construía acuerdos que permitían las mayorías. Desde diciembre de 2012 y hasta mediados de 2015 fue fundamental como cabeza de la bancada para sacar con éxito el ambicioso programa de reformas impulsado por el Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), entre ellas la reforma energética. En agosto de ese año se convirtió en presidente del PRI, un partido que sufrió en las urnas por la impopularidad del mandatario y salpicado por varios escándalos de corrupción. La formación perdió en junio de 2016 en las elecciones intermedias de junio 7 de las 12 gubernaturas en juego, cuatro de ellas en Estados que siempre había gobernado. Esto significó la salida de Beltrones.
Desde su caída, se alejó de los principales escenarios de la política. Su última polémica se remonta a 2017, cuando fue arrestado el que fuera su adjunto en la presidencia del PRI, Alejandro Gutiérrez, por pertenecer a una presunta trama que desvió 12,6 millones de dólares a través de gobiernos locales para favorecer a la formación en las elecciones locales de 2016. Beltrones defendió entonces a su excolaborador y rechazó la existencia del supuesto esquema de financiación ilegal.
Frente al apartamiento del padre, la figura de su hija ha ido ganando presencia. Abogada por la Universidad Iberoamericana, un centro privado de Ciudad de México, inició su trayectoria política en marzo de 2010 como coordinadora de programas de Estrategia y Difusión en la secretaría general del PRI, en manos en ese entonces de Jesús Murillo Karam. Desde entonces, Beltrones Sánchez comenzó a escalar posiciones. Primero dentro del partido hasta que en 2015 se convirtió en diputada por el Estado de Sonora, que su padre gobernó entre 1991 y 1997. La legisladora no llegó al Congreso por el voto popular sino por la vía plurinominal, un sistema de representación proporcional que otorga diputados a los diferentes partidos dependiendo de los votos sumados en la contienda. En la legislatura, Beltrones Sánchez tuvo una marcada predilección por los temas sociales. Presentó reformas para regular la reproducción asistida, proteger a las madres reclusas y eliminar los plásticos de un solo uso. En febrero de 2018 pidió separarse del cargo para comenzar su camino al Senado. En las elecciones de ese año su partido fue arrollado en el Estado, pero se convirtió en senadora por ser la primera minoría.
La venta de la discordia
El segundo ingreso más importante de la senadora Beltrones en su cuenta personal en la BPA se registró en marzo de 2009. La parlamentaria, quien había regresado tres años antes de la universidad y no tenía trabajo según su currículum público, percibió entonces dos traspasos de Capdevielle por valor de un millón de dólares. El dinero, explicó este último al banco, procedió de la venta por 2,4 millones de una propiedad de 894 metros en el número 39 de la calle Julio Verne en el exclusivo barrio de Polanco de Ciudad de México. El comprador fue el propio banco andorrano, que destinó el inmueble a su sede social. La BPA se desprendió del local en 2012 tras venderlo por casi el doble. Actualmente, el edificio está en venta y se encuentra ocupado por la minera Autlán.
El hecho de que la hija del expresidente del PRI tuviera 26 años en 2009, cuando se formalizó la venta del inmueble y la poderosa figura de su padre, llevaron a los investigadores andorranos a apuntar que la senadora pudo actuar como “representante de su familia” en Andorra. Capdevielle no tenía en Andorra cuentas con saldos significativos, salvo los ya mencionados.
En enero de 2013, ya durante la presidencia de Peña Nieto, Sylvana Beltrones se convirtió en directora del Fondo Nacional de Fomento al Turismo. En su declaración patrimonial, la funcionaria evitó hacer públicos sus datos. Tampoco añadió información sobre presuntos conflictos de interés. La negativa se mantuvo en dos modificaciones más de su declaración, una obligación para los funcionarios públicos. Beltrones Sánchez abandonó el cargo de la Secretaría de Turismo en mayo de 2014 para preparar su campaña como diputada.
¿Por qué Capdevielle volvió a traspasar el dinero a la hija de Manlio Fabio Beltrones? Según explicó el editor al banco del principado pirenaico, la senadora era su socia al 50% en la empresa de decoración Habica SA ubicada en el local vendido al banco andorrano en Julio Verne. La relación entre Habica y la senadora se remonta a septiembre de 2003, siete meses después de su creación y cuando la hoy parlamentaria tenía 20 años. Sin embargo, la mandataria no mencionó su vínculo con esta firma, hoy inactiva, en su declaración ante el Senado. “Los dos éramos socios. Habíamos vendido Habica. Yo me divorcio. Transferí mis recursos a Sylvana en custodia y luego me los devolvió cuando se dictó la sentencia de divorcio. No conocía a nadie más en el banco y decidí pasárselos a ella”, esgrime Capdevielle por teléfono.
La dirección de Habica se registró en el número 145 del Bulevar de los Virreyes, en Las Lomas de Chapultepec, una de las zonas más exclusivas de Ciudad de México. La dirección coincide también con la ubicación de los Consultores Jurídicos Alesy, el despacho de abogados de Capdevielle que dio a Sylvana Beltrones su primer trabajo como asociada tras salir de la universidad, donde revisaba y formulaba contratos entre 2010 y 2013, según detalló en su ficha al acceder al cargo de diputada federal. El editor dijo a la juez que su amistad con Beltrones se remonta a 32 años y que conoce a su hija desde la infancia. Otra cuenta en Andorra se abrió también a nombre de Consultores Jurídicos Alesy S.C.
La jueza andorrana Mingorance, sin embargo, incidió en que una cosa era el local vendido y otra el negocio de decoración que acogió el edificio. El dueño del local era una sociedad exclusivamente de CapdevielIe, por lo que la magistrada destacó que “no hay documentación” para acreditar la relación de Sylvana Beltrones y la firma dueña local.
La cuenta personal en la BPA de la senadora permaneció abierta entre el 9 de marzo de 2009 y el 14 de diciembre de 2011. La política del PRI cerró entonces su depósito, traspasó sus productos financieros y 850.555 dólares a Capdevielle, que dio en ese momento plenos poderes en su cuenta a la hija de Manlio Fabio Beltrones. Según el editor, Sylvana le transfirió todo el dinero que le había dejado bajo “custodia”.
El depósito donde figuraron el editor y la senadora estuvo abierto hasta marzo de 2015, cuando la BPA fue intervenida por un presunto delito de blanqueo de capitales tras bloquearse el capital de sus 29.200 clientes. “Mis fondos fueron liberados y están ahora en el nuevo banco andorrano “, señala Capdevielle en alusión a Vall Banc, la entidad financiera del país europeo que asumió los activos de la BPA tras su disolución.
Joan March Masson, exresponsable de la BPA en México y gestor de las cuentas de la familia Beltrones, explicó a la juez en enero de 2016 que la senadora traspasó la mayor parte de sus fondos al editor para proteger su anonimato. “Beltrones es una familia muy conocida en México y [la senadora] no sabía qué repercusiones podía tener el hecho que se conociera su cuenta en el extranjero”, indicó el ejecutivo.
La hija de Manlio Fabio Beltrones se suma a la nómina de dirigentes y personalidades próximas al PRI que recurrieron en la última década a la BPA para ocultar sus fondos, según ha revelado este periódico. La relación de clientes priistas en la institución financiera incluye al gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, que refugió 1,5 millones, y a los exdiputados Oscar Javier Lara Arechiga (seis millones) y Francisco Arroyo Vieyra (un millón). Este último fue compañero de bancada de Manlio Fabio Beltrones en la LIX Legislatura.
El PRI, el partido que gobernó México ininterrumpidamente durante 71 años hasta 2000, se ha visto salpicado por innumerables casos de corrupción en los últimos años, muchos de los cuales salieron a la luz durante la presidencia de Peña Nieto, con la que el partido tricolor recuperó el poder tras 12 años de gobiernos panistas, entre Vicente Fox y Felipe Calderón. La mancha de la corrupción acarreó un fuerte castigo a la candidatura del PRI en las últimas elecciones, en las que se impuso el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Con información de Luis Pablo Beauregard.
Jaque bancario en Andorra a la familia del expresidente del PRI
J. GIL. / J. M. IRUJO
Las pesquisas de la Fiscalía General de Justicia de México sobre la senadora priista Sylvana Beltrones; sus padres, Manlio Fabio Beltrones y Sylvia Sánchez; y el editor y exdiputado federal Luis Alejandro Capdevielle dependen, en buena parte, de la información de Andorra.
Tras el archivo provisional de la causa en el país pirenaico contra la familia del expresidente del PRI en 2018, las nuevas indagaciones en México están a la espera de recibir una comisión rogatoria del país europeo, que es como se denomina el auxilio judicial entre Estados.
La jueza andorrana aceptó el pasado 8 de enero de 2020 la petición de información del Ministerio Público mexicano sobre Sylvana Beltrones, Sylvia Sánchez, Manlio Fabio Beltrones y Alejandro Capdevielle. La magistrada decretó “el control bancario” de todos ellos y ordenó el secreto de sus actuaciones.
Solo la senadora –que acumuló 10,4 millones en un depósito entre 2009 y 2010- y su madre -que manejó dos cuentas sin movimientos- figuraron como clientes de la Banca Privada d’Andorra (BPA). Los depósitos de ambas fueron cerrados posteriormente.
El abogado de Capdevielle pidió a la magistrada de este país europeo que no contestara a la solicitud de México, “por tratarse de información privada e íntima”, y la magistrada estimó parcialmente el pasado 11 de agosto su solicitud hasta que las autoridades mexicanas “aporten una copia legalizada” de su reclamación.
“Previo a la remisión de la información solicitada deben aportar la resolución de la autoridad judicial que autorice a su acceso”, esgrime Capdevielle por teléfono refiriéndose a la petición de la fiscalía mexicana.
Por otra parte, el pasado 24 de noviembre, una juez mexicana estimó parcialmente una demanda de amparo presentada por el editor contra la comisión rogatoria remitida por la fiscalía mexicana a Andorra por la que se suspende “la ejecución del requerimiento de datos” al Principado. La jueza, no obstante, señala que esta suspensión “no implica la paralización de la investigación del Ministerio Público”.
Capdevielle argumenta que la comisión rogatoria de la fiscalía mexicana se aprobó “sin autorización judicial”.
La jueza mexicana que estudió la petición de amparo del editor celebrará en los próximos meses una audiencia constitucional en la que deberá pronunciarse sobre la legalidad de la nueva investigación de la fiscalía de México.
Sylvana Beltrones: “Capdevielle me pidió custodiar nueve millones de dólares”
J. M. IRUJO / J. GIL
La senadora priista Sylvana Beltrones explica que abrió en 2009 una cuenta en la Banca Privada d’Andorra (BPA) para cobrar la liquidación de un negocio de una tienda de artículos de hogar en Ciudad de México que tuvo con el editor y exdiputado federal Luis Alejandro Capdevielle. Justifica que ingresó ese año en Andorra –un país blindado entonces por el secreto bancario- nueve millones de dólares porque Capdevielle se lo “pidió”. Lo hizo, dice, porque el editor se enfrentaba a una demanda de divorcio.
Pregunta. ¿Por qué abrió una cuenta en la BPA en 2009?
Respuesta. En septiembre de 2003, el señor Luis Alejandro Capdevielle me invitó a incorporarme como accionista a la sociedad mercantil Habica. Dicho negocio mercantil era una tienda ubicada en Julio Verne 39, colonia Polanco, Ciudad de México, edificio propiedad del señor Capdevielle. Posteriormente, al venderse el inmueble en 2009, me fue devuelta la inversión que realicé en la remodelación y equipamiento de dicho giro mercantil. La única forma que el señor Capdevielle me propuso pagar mi inversión, fue aceptando abrir una cuenta en Andorra, ya que la representación de BPA en México fue quien le compró el inmueble. Y por ende, dejó de funcionar la tienda Habica.
P. ¿Por qué su cuenta en la BPA ingresó en 2009 nueve millones de dólares del señor Capdevielle?
R. Al tener el señor Capdevielle una cuenta en Andorra por la venta del negocio (Habica) y por la venta de una marca de su propiedad, me pidió custodiar esa cantidad bajo la figura jurídica de un mandato sin representación, ya que el señor Capdevielle se enfrentaba una demanda de divorcio y sus hijos eran menores de edad, y expresamente me manifestó que una vez terminado su juicio o arreglo le devolviera las cantidades, lo cual sucedió.
P. Según la investigación judicial de Andorra, los nueve millones que le transfirió Capdevielle se enmarcan en una contraprestación por las presuntas gestiones de su padre, Manlio Fabio Beltrones, para aprobar en 2006 la denominada Ley Televisa, ¿qué tiene que decir al respecto?
R. Es falso. La ley conocida como Ley Televisa fueron modificaciones a la Ley Federal de Telecomunicaciones en el año de 2006, cuando ni siquiera habíamos abierto la negociación mercantil Habica.
P. ¿Por qué cerró su cuenta personal de la BPA en 2011 y traspasó sus ingresos a Capdevielle?
R. Como le expliqué en su segunda pregunta, el señor Capdevielle al tener arreglada su situación personal de divorcio me pidió devolverle las cantidades que estaban en mandato sin representación. A cambio, se comprometió a devolverme en mi país el porcentaje que recibí por el negocio mercantil Habica, ya que no era de mi interés tener cuenta alguna en el extranjero, como hasta la fecha ha sido.
P. ¿Por qué su madre abrió dos cuentas en la BPA que no registraron movimientos?
R. Creo que fue un servicio que le ofreció el banco y que nunca utilizó ni depositó cantidad alguna.
El plan de la madre de la senadora para colocar 2,8 millones en la BPA
J. GIL / J. M. IRUJO
La senadora Sylvana Beltrones no fue la única cliente de su familia de la Banca Privada d’Andorra (BPA). Su madre, Sylvia Sánchez, esposa de Manlio Fabio Beltrones desde 1979, controló dos cuentas en esta institución financiera. Una con su nombre y otra con el máximo nivel de privacidad al estar numerada bajo el código 441958, que permaneció activa entre marzo de 2008 y mayo de 2009. Ninguna registró movimientos.
La pareja del expresidente del PRI dejó constancia escrita de sus intenciones financieras en Andorra al rellenar el documento de BPA know your customer (conozca a su cliente, en inglés), una suerte de tercer grado donde los usuarios informan al banco sobre sus planes de inversión y el origen de sus fondos.
Sánchez se presentó en esta entidad como psicóloga e indicó que abría una cuenta en la BPA para “rentabilizar el patrimonio”. Explicó que tenía previsto ingresar 2,8 millones de dos apartamentos vendidos “hace años” en Miami. Y que cobraría esta suma a través de tres transferencias de 950.000 dólares procedentes “de EE. UU.”, según un documento del 10 de marzo de 2008. El texto recoge, además, el interés de la clienta de colocar 2,8 millones de dólares en un “portfolio BPA” (conjunto de activos financieros).
A la pregunta ¿conoce a otro cliente de la BPA?, la esposa del expresidente del PRI respondió: “Juan Collado”, en referencia a Juan Ramón Collado Mocelo, abogado del expresidente Enrique Peña Nieto. Según reveló este periódico, este letrado movió 120 millones de dólares (107,8 millones de euros) entre 2006 y 2015 a través de 23 cuentas en el país europeo. Un informe de la Policía de Andorra situaba el pasado año a Collado como “posible testaferro” de terceros.
Joan March Masson, exresponsable de BPA en México y gestor de las cuentas de la familia Beltrones, declaró a la jueza de la Operación Sonora que entró en contacto con Sylvia Sánchez en 2008. “La conocí en un acto social, le presenté la entidad, nuestros productos y servicios. La señora me dijo que estaba interesada en abrir una cuenta […]. Había vendido unos pisos que tenía en Miami, tenía el dinero en el Wellsfargo de Miami y quería enviar una parte a la cuenta que le estábamos abriendo en la BPA. Le pedí las escrituras de compraventa”, dijo Masson.
La BPA no puso ninguna objeción para abrir las cuentas de la esposa de Beltrones y de su hija Sylvana, que llegó a registrar 10,4 millones de dólares. Tampoco sometió a sus clientas a ningún escrutinio especial para evitar que colocaran en el banco dinero opaco.
Los fondos en la BPA de la hija del expresidente del PRI y su madre llegaron a la entidad financiera a través de la casa de cambios mexicana Tiber. La Policía de Andorra considera este tipo de establecimientos pantallas para clientes que quieren blindar su identidad. Y ponen como ejemplo de opacidad que la Corte del Distrito Sur de Nueva York condenó en 2018 a seis años de prisión al accionista de Tiber mexicano Carlos Djemal Nehmad por un fraude de 20 millones de dólares.
Manlio Fabio Beltrones quita hierro a las cuentas de su esposa en la BPA “Fue un servicio que le ofreció la BPA. Hizo los trámites para abrir las cuentas, pero no las usó porque no eran de su interés”, opina.
investigacion@elpais.es
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