La historia de Valery Fernández

La historia de Valery Fernández

Valery Fernández es de L’Escala, un pueblo de la costa ‘gironina’. Como todo futbolista soñó con llegar a los más alto desde muy pequeño. Lo que no sabía es que llegaría un momento en que abandonaría el fútbol de primer nivel para volver a reencontrar la ilusión en el equipo de su pueblo.

Él tiene claro que, de no haber regresado a sus orígenes, no habría sido posible llegar hasta dónde ha llegado hoy. “No encontraba la alegría que tuve en años anteriores”, recordó en una entrevista con ‘Canvi de Joc’. Tras pasar por las categorías inferiores del Barcelona y llegar al Girona con 15 años, Valery sentía que volviendo a jugar con sus amigos de toda la vida, le iba a devolver la ilusión de un niño.

“Obviamente creí que se había acabado mi sueño, que aquí finalizaba mi carrera futbolística”, añadió. No era fácil volver ni asimilar esa nueva etapa, aunque el catalán se topó con un cambio físico que le dotó de mayor potencia y velocidad. De nuevo, Valery volvió a confiar en sí mismo y empezó a jugar en el primer equipo de L’Escala en Primera Catalana. “Sentí cierta vergüenza al decir que pasaba del Barça a jugar en mi pueblo en una categoría totalmente distinta”, explicó.

El Girona, que no perdió nunca de vista a Valery, decidió repescarlo en su segundo año de juvenil. Su nivel no dejó indiferente a nadie. Pasó al filial y a debutar en Primera División con Eusebio al frente del primer equipo.

A pesar de jugar 17 partidos en la categoría de oro con tan sólo 18 años, Valery dejó momentos históricos como la eliminación al Atlético de Madrid gracias a un auténtico golazo de volea que puso imposible para Oblak.

Pero no todo iba a ser agradable. Su lesión en la rodilla le privó de jugar prácticamente toda la temporada siguiente. Y con ello, el descenso a Segunda División.

El joven de 22 años no dejó de trabajar. Ya sabía lo que era pasar por malos momentos y eso le ayudó a afrontar un período complicado con mayor madurez y templanza. El tiempo pondría las cosas en su sitio.

Tras un ascenso agónico soñado por todo el club, Valery ha vuelto a la categoría donde brilló. A pesar de no tener el protagonismo que él hubiese deseado durante las primeras jornadas, el catalán supo tirar la puerta abajo y empezar a tener minutos en el verde.

Por si fuera poco ha sido capitán del equipo en las últimas jornadas, estrenándose como tal en un lugar como el Bernabéu.

El carrilero podría ser el referente de muchos jóvenes que ven truncados sus sueños por ciertas circunstancias. Su ejemplo seguro que inspirará y animará a muchos futbolistas que no quieren ponerse techo. Valery se encargará de convencerles con un ‘todo es posible’.




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