Zion Williamson se pensó y repensó mucho la idea de hacerse un tatuaje. Tardó en decidirse mucho tiempo y luego otro tanto buscando al artista adecuada para firmar la obra, tinta sobre piel virgen. El primer tattoo de Zion, estrella emergente pero frágil como pocas de la NBA, es una referencia directa a su historia y también a sus creencias espirituales. Mount Zion, en grande, cruza la parte superior de su portentosa espalda. Estuvo ocho horas seguidas aguantando la aguja para completar su sueño.
“La T mayúscula, centrada en mi espalda, es como una cruz gigante. Es un tatuaje que tardé mucho en hacerme, quería asegurarme de que lo quería, porque una vez está ahí, está ahí para siempre. Recé por ello, hablé con mi madre… desde el momento en que lo tuve, sentí que era una especie de aura añadida sobre mí. Siento que es una fuerza invisible presente ahí”, explicaba hace unos meses en una rueda de prensa de los New Orleans Pelicans.
El artista encargado del tatuaje, Anthony Michaels, compartió en sus redes sociales hace un par de días el proceso y la inspiración detrás de la inscripción Mount Zion. “Zion Williamson confió en mí para su primer tatuaje. Decir que estoy honrado se queda muy corto. Gracias hermano”, explicó. El jugador, que todavía estará dos semanas de baja más, como mínimo, con su equipo, añadió en el pasado más detalles sobre el motivo del tatuaje.
“Mi abuela falleció cuando tenía un año. No pude hablar e interactuar con ella. Ayudó a mi madre a darme mi nombre, que es una referencia bíblica también. Tiene un significado especial para mí… el artista entendió de donde venía todo. Él también jugó a baloncesto, y entendió el aspecto espiritual del tatuaje y el porqué lo quería. Esto es para todos, para el artista, para mí, para mamá, la abuela, amigos y familia. Este es el motivo del tatuaje”