Joel Embiid hizo saltar todas las alarmas en el seno de los Philadelphia 76ers anoche al perderse la segunda mitad de la paliza por 91-116 sobre los Chicago Bulls por unas molestias musculares. El pívot camerunés, con un largo historial de lesiones puñeteras en momentos clave de la temporada, dio el susto de la jornada por unas dolencias en la zona media de su gemelo derecho. Esa tirantez hizo que se retirara al descanso con 12 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias en 16 minutos y no volviera a pisar la pista.
“Hemos ido a los playoffs dos años consecutivos con lesiones, y todos sabemos que no ganamos en playoffs si nuestros chicos clave no están sanos”, constató Doc Rivers, técnico de los Sixers. “Vamos a hacer lo que sea necesario para estar en forma”, añadió.
James Harden, con molestias en un talón, también se perdió el choque, aunque la franquicia espera que ambos puedan jugar el viernes contra los Golden State Warriors. Según el propio Embiid, la lesión original se produjo el lunes durante la derrota en dos prórrogas contra el mismo rival. Al notar las mismas molestias el miércoles, decidió optar por el camino más conservador y no arriesgar en la segunda mitad.
“Ya estamos en los playoffs, y se trata de asegurar nuestra salud de cara a ellos. Si me siento bien, quiero jugar, pero si no es así, mejor ver qué está pasando”, explicó el camerunés, uno de los principales candidatos al MVP de la NBA este 2023.
James Harden, otro foco de atención
Si bien el entrenador les espera a ambos para jugar este viernes, anoche también se confirmó que las molestias en el pie izquierdo de Harden llevan un tiempo arrastrándose. Contra los Bulls, el pasado lunes, se quedó en un 2 de 14 en tiros de campo en 46 minutos de juego. Ante esas dolencias persistentes, el equipo decidió entonces sentarle para darle tiempo de sanar.
“No hay preocupación. Pero ha aumentado el dolor en un par de ocasiones y hemos decidido evitar ir de un lado para otro, el baile. Lo sentamos, le descansamos y nos aseguramos de que está bien”, desarrolló el preparador.
Embiid, máximo anotador de la competición, y Harden, máximo asistente, forman el núcleo duro de estos Sixers junto a Tyrese Maxey y Tobias Harris. El pívot camerunés promedia 33,6 puntos, 10,3 rebotes y 4,1 asistencias este curso, mientras que el base estadounidense está en 21,4 puntos, 6,3 rebotes y 10,8 asistencias. Resulta evidente, pues, la importancia de ambos en el esquema del equipo.
“Cuando se acercan los playoffs, no hay ninguna razón para arriesgar. Quieres que los chicos estén bien”, zanjó Rivers sobre el tema. Con suerte, la alarma en los Sixers se quedará en susto.