Las agencias de inteligencia estadounidenses sospechaban que el jefe del grupo mercenario Wagner, Yevgueni Prigozhin, planeaba una rebelión armada contra el Gobierno ruso, según diversos medios estadounidenses, que citan fuentes anónimas. La información fue compartida no solo con responsables militares y del Gobierno sino también con algunos congresistas, según dichas fuentes. Mientras, Estados Unidos ha empezado a pronunciarse este domingo sobre lo ocurrido por boca de su secretario de Estado, Antony Blinken, que asegura que lo ocurrido muestra “auténticas grietas” en el régimen de Vladímir Putin y que concede una gran oportunidad a Ucrania para su contraofensiva.
La CNN ha revelado que los servicios de inteligencia informaron a principios de esta semana a los líderes del Congreso, conocidos como la Banda de los Ocho, sobre los movimientos del grupo Wagner y la acumulación de material cerca de Rusia. Miembros de los servicios de inteligencia estadounidenses y occidentales vieron indicios de que Prigozhin se estaba preparando para tal movimiento, incluso acumulando armas y municiones. La información ha sido confirmada después por otros medios.
Según The Washington Post, los servicios de espionaje captaron información a mediados de junio que indicaba que Prigozhin planeaba una acción armada contra el estamento de defensa ruso e informaron urgentemente a la Casa Blanca y a otras agencias gubernamentales para que no les pillara desprevenidas.
La inteligencia estadounidense no disponía de datos precisos acerca de los planes concretos y del momento en que una rebelión podría producirse hasta que los acontecimientos se precipitaron el viernes, cuando las fuerzas de Wagner tomaron el control de una ciudad rusa y este sábado, cuando empezaron a avanzar hacia Moscú. Sin embargo, sí estaba al tanto de la situación de descontento e inestabilidad en lo referente al grupo mercenario.
Según The New York Times, responsables de los servicios de inteligencia informaron el miércoles a altos cargos militares y de la Administración de que Prigozhin estaba preparando una acción militar contra altos funcionarios de defensa rusos.
A diferencia de cuando Washington prefería hacer pública la información que sus servicios de espionaje captaban para tratar de prevenir la invasión, en esta ocasión han compartido solo esas sospechas de modo restringido, tanto para evitar ser acusados de orquestar un golpe de Estado como porque tenían poco interés en ayudar a Putin a evitar la crisis, según el diario neoyorquino.
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El periódico de la capital indica que durante las dos últimas semanas ha habido una “gran preocupación” sobre lo que podría ocurrir y en particular sobre lo que cualquier situación de inestabilidad podría significar para el control del arsenal nuclear de Rusia.
En los últimos meses, los servicios de inteligencia han estado analizando la creciente tensión entre Prigozhin y los dirigentes del Ministerio de Defensa ruso, en particular el ministro, Serguéi Shoigú. Los problemas para abastecer adecuadamente a las tropas aumentaron esa tensión.
Un detonante clave de la crisis fue una orden del Ministerio de Defensa ruso del 10 de junio según la cual todos los destacamentos de voluntarios tendrían que firmar contratos con el Gobierno. Aunque la orden no mencionaba al Grupo Wagner por su nombre, suponía la absorción y subordinación de las tropas mercenarias de Prigozhin, que han demostrado ser esenciales para la campaña militar de Rusia en Ucrania y han ayudado a asegurar algunas de sus victorias tácticas más notables.
Tras tomar los edificios oficiales de la ciudad sureña de Rostov del Don (fronteriza con Ucrania e importante núcleo logístico para la guerra del Kremlin) y de lanzar una columna de blindados que avanzaban hacia Moscú sin oposición, como parte de su enfrentamiento con Shoigú, Prigozhin aseguró este sábado por la tarde que interrumpía el camino y que sus hombres se replegarán a sus campamentos “para evitar el derramamiento de sangre”.
Grietas en el régimen de Putin
Tras mantener prudencia y silencio este sábado, Estados Unidos ha empezado a exponer su posición sobre lo ocurrido. El secretario de Estado, Antony Blinken, ha hecho una gira de entrevistas en la CNN, la ABC, la CBS y la NBC en las que ha repetido mensajes similares. “Ha sido un desafío directo a la autoridad de Putin, así que esto plantea profundas preguntas. Muestra grietas reales. No podemos especular o saber exactamente hacia dónde va a ir. Sabemos que Putin tiene mucho más por lo que responder en las próximas semanas y meses”, ha dicho en Face the Nation, de la CBS. “Esto crea más grietas en la fachada rusa, y esas grietas ya eran profundas”, ha añadido.
”Hace 16 meses, las fuerzas rusas estaban a las puertas de Kiev, en Ucrania, creyendo que tomarían la capital en cuestión de días y borrarían al país del mapa como país independiente. Ahora, lo que hemos visto es a Rusia teniendo que defender Moscú, su capital, contra mercenarios de su propia cosecha”, ha dicho gráficamente en el programa Meet the Press, de la NBC.
Blinken no ha querido contestar sobre si Estados Unidos tiene información acerca del paradero de Putin y ha asegurado que la crisis aún no ha terminado. “Sigue siendo un película en movimiento y dudo que hayamos visto el último acto, y tampoco quiero especular”, ha dicho en la cadena ABC. “Todavía puede haber otros capítulos”, ha añadido. “No tenemos la certeza en términos de lo que realmente se acordó entre Prigozhin y Putin. Sospecho que vamos a saber más en los próximos días y semanas sobre el acuerdo al que llegaron”, ha contestado en la CBS.
El secretario de Estado considera que es “demasiado pronto para saber qué va a pasar con las fuerzas de Wagner, si volverán a la lucha”. “Fue extraordinario que se movieran de Ucrania a Rusia. Pero es demasiado pronto para saber si van a volver a la lucha como Wagner, si se integran en las fuerzas regulares rusas, o lo que esto significa para Wagner en otras partes del mundo”, en referencia a África. “Dondequiera que esté Wagner, siguen la muerte y la destrucción y la explotación”, ha añadido.
Lo que sí cree Estados Unidos es que la situación plantea oportunidades para la contraofensiva de Ucrania. “En la medida en que representa una verdadera distracción para Putin y para las autoridades rusas que tienen que tener cuidado de su retaguardia, incluso mientras están tratando de hacer frente a la contraofensiva en Ucrania, creo que crea aún mayores aberturas para los ucranianos para hacerlo bien en el terreno”, ha dicho en la CBS. Y en la misma línea se ha manifestado en la NBC: “Es una ventaja para Ucrania, que sigue avanzando con la contraofensiva. Son los primeros días, pero tienen en la mano lo que necesitan para tener éxito. Se desarrollará durante semanas e incluso meses, pero esto solo crea otro problema para Putin”.
Blinken no ha querido confirmar que la inteligencia estadounidense estuviera preparada para lo ocurrido: “Obviamente, no voy a comentar asuntos de inteligencia”, ha contestado en la entrevista del programa Meet the Press, de la NBC. “Lo que puedo decir es esto: creo que no ha sido ningún secreto para mucha gente durante muchos meses que estas tensiones estaban aumentando, se estaban gestando. Prigozhin ya estaba diciendo algunas cosas bastante extraordinarias sobre la conducción rusa de la guerra en Ucrania y dirigiéndose directamente a la cúpula militar rusa. Así que se trataba de una tormenta creciente, pero no voy a comentar la información en sí”, ha añadido.
En cuanto a la preocupación sobre el armamento nuclear, Blinken ha intentado lanzar un mensaje tranquilizador: “Cada vez que un país importante como Rusia da muestras de inestabilidad, es motivo de preocupación y algo en lo que, por supuesto, estamos muy centrados. En lo que se refiere a sus armas nucleares, no hemos visto ningún cambio en su postura y no hemos hecho ningún cambio en nuestra propia postura, pero es algo, por supuesto, que estamos mirando muy, muy cuidadosamente”, ha contestado en el programa State of the Union, de la CNN, y de forma similar en el resto de entrevistas.
Biden habla con Zelenski
Este domingo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha hablado con el de Ucrania, Volodímir Zelenski, sobre los recientes acontecimientos en Rusia, según ha informado la Casa Blanca. Ambos líderes han tratado sobre el apoyo a Ucrania en su defensa contra la agresión rusa y han hablado de la actual contraofensiva ucrania. “Biden ha reafirmado el apoyo inquebrantable de Estados Unidos, que incluye la continuación de la ayuda humanitaria, económica y de seguridad”, ha dicho la Casa Blanca.
Biden ha estado siguiendo con especial atención los acontecimientos desde el viernes y se mantiene informado desde Camp David, en Maryland, a donde ha ido a pasar el fin de semana y ha estado en contacto con sus aliados. Biden habló este sábado con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, el canciller de Alemania, Olaf Scholz, y el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak de la situación en Rusia y afirmaron su “apoyo inquebrantable” a Ucrania. Llamadas similares a los aliados realizaron el secretario de Estado, Antony Blinken, y el de Defensa, Lloyd Austin, con sus homólogos de países aliados.
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