Yassine Bounou volvió a demostrar en la final de la Europa League contra el Inter de Milán el tipo de guardameta que es. Uno de los grandes de LaLiga, y sin duda, con el rendimiento de este final de temporada uno de los mejores porteros de Europa. En el minuto 64’, con el 2-2 en el marcador, el guardameta del Sevilla aguantó el mano a mano a Romelu Lukaku y con una rápida reacción de pies sacó una pelota que iba hacia dentro. Una parada trascendental en el devenir de la finalísima, y es que el delantero belga ya celebraba el tanto.
La jugada se inició en otra fulgurante ‘contra’ del club italiano, muy similar al 0-1 inicial donde ya hizo daño al equipo hispalense al pillarlos desprevenidos.
No obstante, el meta se hizo ‘grande’ ante el delantero nerazurri y con un movimiento al más puro estilo portero de balonmano le sacó una pelota con los pies que tuvo un gran peso en la final de la Europa League. Hasta el técnico del Inter, Antonio Conte, no se creyó la rápida reacción felina del portero hispalense, y es que el italiano se llevó las manos a la cabeza nada mas terminar la acción.
Es más, diez minutos después (74’) de la atajada, su compañero, Diego Carlos, que cometió penalti durante la primera mitad, firmó el gol decisivo (3-2) que proclamó campeón al Sevilla por sexta vez en su competición ‘fetiche’. Rey de reyes.
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