Más allá del resultado en el Juventus Stadium, el gran triunfo del Barcelona fue antes del partido. Y fue mérito de la afición azulgrana, que desde primera hora de la mañana inundó las calles de Turín en un ambiente festivo, familiar, a la altura de lo que acontecería al cabo de unas horas.
Alrededor de 14.000 aficionados azulgrana tiñeron la ciudad. Alrededor de las 10.30 de la mañana llegaron los autobuses que habían salido desde Barcelona. Quince horas de trayecto, pocos momentos para poder dormir, 30 grados de temperatura. Pero el cansancio se quedó en el coche porque estaban dispuestos a darlo todo y a vivir una fiesta desde primera hora de la mañana.
Los culés dieron colorido a la ciudad desde la primera hora de la mañana
La peña de Turín había convocado a los aficionados culés a la plaza San Marco, en el centro de Turín. Se les esperaba a las 13 horas, pero desde las once se empezó a llenar de seguidores blaugrana llegados de todas partes. Más allá de la afición de Barcelona ciudad, también llegaron de todas partes, incluso del extranjero. Teruel, Galicia, todas las ciudades de Catalunya… incluso fans procedentes de Coventry.
Los culés no dejaron de cantar, bailar, saltar y animar desde San Marco durante toda la mañana hasta la hora de comer. Cánticos para todos, incluso se preguntaban dónde estaban los franceses porque la proporción era de 10 a 1. Una barbaridad que sorprendió al presidente. Laporta tenía previsto acercarse a la plaza, le quedaba cerca el restaurante donde tenía previsto comer a las 13.30, pero desde seguridad le recomendaron que no pasara porque estaba repleta de aficionados y difícilmente, bromeaban, llegaría al partido debido a las infinitas solicitudes de salutaciones y selfies. Eso sí, el presidente no dejó de fotografiarse en un baño de masas constante en el que se sintió, una vez más, como pez en el agua.
Cánticos y mucha fiesta durante la previa
Las jugadoras, al balcón
Algo parecido les sucedió a las jugadoras. Tenían que salir a las 10.30 horas a dar un paseo para estirar las piernas, pero entre el calor y la multitud de aficionados que se aglutinaban en la puerta del hotel –cada vez más a medida que pasaba la mañana– se decidió hacer una sesión de activación en el hotel.
Eso sí, ante tanto cántico y fiesta fuera, algunas de las jugadoras salieron al balcón a saludar y a unirse a los fans. Al más puro estilo estrellas del rock, más que futbolistas.