“La momificación no era ‘gore’, si se hacía bien”


¿Es ella? La más bella reina de Egipto, Nefertiti, una de las mujeres más famosas de la antigüedad, esposa del faraón hereje Akenatón, ha sido identificada por un grupo de egiptólogos en la ajada momia anónima de una mujer que había sido introducida en la tumba 35 del Valle de los Reyes, correspondiente al faraón Amenhotep II. De tratarse realmente de Nefertiti, la reina paradigma de belleza que refleja el célebre busto polícromo expuesto en el Museo Egipcio de Berlín habría devenido un mísero cuerpo profanado de rostro desencajado, con una mueca de ironía eterna.

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La momia que se propone como la de Nefertiti, desnuda y con un gran boquete en el pecho, fue hallada en 1898 por el egiptólogo francés Victor Loret, que excavó la tumba 35. Estaba, sin ataúd, en una habitación lateral junto a otras dos, una de las cuales, la denominada Dama Anciana, fue identificada hace años como la reina Tiy, la madre de Akenatón y, por tanto, suegra de Nefertiti. La tercera era de un niño no identificado, con la característica trenza principesca en la sien derecha, el “rizo de Horus”.

La tumba 35 reveló ser, además del lugar de reposo de su propietario, Amenhotep II, un escondite de momias reales -16, entre ellas las de varios de los más célebres faraones del Imperio Nuevo- similar al famoso de Deir el Bahari. Esas momias, incluida la que se pretende de Nefertiti, volvieron a ser enterradas ahí en diferentes episodios del auténtico juego del escondite que se ha practicado durante milenios en el Valle de los Reyes.

Ahora, y en una investigación patrocinada por Discovery Channel, que será anunciada internacionalmente hoy a bombo y platillo, un equipo de especialistas encabezados por la egiptóloga británica Joann Fletcher, reconocida experta mundial en momias, asegura que hay evidencias suficientes para afirmar que la momia anónima de mujer del trío hallado por Loret es la de Nefertiti.

Cuello de cisne

Se basa para ello en, entre otras evidencias, una peluca hallada junto al cuerpo y las características físicas de la mujer, que, pese al mal trato que se infligió a la momia (y que la investigadora atribuye no sólo a los saqueadores de tumbas, sino al odio hacia la reina hereje), conserva, estima Fletcher, el perfil, el cráneo abombado y el cuello de cisne que hicieron famosa a Nefertiti. La momia presenta la cabeza afeitada, dos agujeros en el lóbulo de una oreja y la impresión de una banda en la frente.

En puridad, la identificación de esta momia con la reina de Akenatón no es nueva, pues ya la propuso anteriormente la estudiosa Marianne Luban. No obstante, lo exhaustivo del trabajo realizado por Fletcher, apoyada por especialistas en momificación y personal del Museo Egipcio de El Cairo, induce a tener muy en cuenta la nueva investigación. En contra de la hipótesis juega la edad que tradicionalmente se ha dado a la mujer momificada, alrededor de 25 años, demasiado joven para ser Nefertiti, aunque son muchos los casos en que se ha atribuido una edad (e incluso el sexo) erróneamente a las momias. A falta de ver cómo se pronuncian los grandes expertos -y a las pruebas de ADN, que puede compararse con el de cuerpos de la familia, como Ay-, la teoría resulta, de momento, muy sugestiva.

El hallazgo de la tumba y la momia de Nefertiti ha sido siempre uno de los sueños de la arqueología, comparable a esos otros premios gordos de la disciplina que serían las tumbas y momias respectivas de Alejandro Magno y Cleopatra. A diferencia de estos dos últimos casos, que han dado pie a numerosas búsquedas y teorías espurias, la investigación sobre Nefertiti ha estado generalmente en manos de científicos, y su hallazgo nunca se ha tenido por una quimera, sino por algo bastante probable. De hecho, uno de los egiptólogos actuales más prestigiosos, Nicholas Reeves, ha estado rastreando recientemente en el Valle de los Reyes en pos de Nefertiti.

La reina Nefertiti (c. 1352- 1340? antes de Cristo), cuyo nombre significa “Ha llegado la bella”, se cree que era hija del cortesano Ay, que luego sucedería a Tutankamón (hijo de Akenatón con una esposa secundaria, Kiya) en el trono de Egipto. Nefertiti se casó con Akenatón (del que tuvo seis hijas), el faraón hereje que estableció el culto a Atón en perjuicio de los dioses tradicionales del país del Nilo, y parece que estuvo muy involucrada en la nueva doctrina. Su desaparición repentina se ha asociado a su ascenso al trono con otro nombre.


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