La mujer como agente de cambio



Esta primavera vimos que incluso en estado de alarma el feminismo fue objeto de descalificaciones por quienes se empeñaron en vincular sus marchas con la expansión del coronavirus. Por otro lado, el confinamiento disparó las llamadas a la línea de atención en casos de violencia de género (016) y obligó a varios jóvenes a volver al armario, lo que nos recuerda que quedarse en casa no es siempre la opción más segura. Para algunos sectores ha sido un verdadero riesgo. Dicho escenario nos devuelve a la genial distopía El cuento de la criada, que hace unos años hizo tan famosa aMargaret Atwood y que ha facilitado el que hoy se rescaten y lean a aquellas raras escritoras que en la segunda ola del feminismo apostaron por la ciencia ficción.

Inventar una utopía. Ese fue el caso de Octavia E. Butler, autora de Parentesco (Capitan Swing) y de los cuentos que acaba de publicar Consonni, Hija de sangre y otros relatos. En ellos, esta pionera del afrofuturismo especula sobre la reproducción, los abusos de poder, el problema de la raza o el lenguaje, con una gran capacidad para los diálogos. Se ve en el adictivo La tarde, la mañana y la noche, Sonidos del habla o en El libro de Martha, fantástico relato que, como un ensayo camuflado, nos habla de la dificultad de inventar una utopía. El volumen incluye dos pequeños ensayos –o, más bien, artículos autobiográficos– sobre la escritura, así como una serie de epílogos en los que la autora explica brevemente lo que le motivó a crear cada historia. La descodifica en las claves del presente, que es donde extrae sus semillas. De aquellos temores, estas ficciones.

Giro afectivo. El ensayo El optimismo cruel de Lauren Berlant sería otro ejemplo de una obra atravesada por los feminismos, llevada no al terreno de la ciencia ficción sino al de las humanidades, al ser un exponente del llamado “giro afectivo”, invento académico de mediados de los noventa que ha dado cobertura a varias autoras –entre ellas, a Sara Ahmed–. Dicho giro consiste en analizar el rol de las emociones en la vida pública, al considerarlas no sólo como estados psicológicos sino como prácticas sociales y culturales compartidas que dicen mucho del presente. En lo que se incide, por tanto, es en el aspecto relacional del ser humano en contextos como el actual, donde los sueldos, la ecología o los lazos sentimentales parecen tan precarios. De hecho, esta misma precariedad es lo que hace que Berlant se pregunte cómo es que seguimos viviendo de ciertos ideales y fantasías, aún sabiendo que en la situación actual son inalcanzables, al extremo en que su deseo acaba por ser un obstáculo para nuestro desarrollo. A ese apego irracional, ella lo llama el “optimismo cruel” y es lo nos sitúa en una especie de impasse que la autora analiza con una mirada muy transversal. En su libro, un poema de John Ashbery es comentado con una cita de Marx y aportaciones de la teoría queer. Es más, sus argumentos le deben menos a la estadística que a ciertos artefactos culturales y esto incluye varias películas. En este sentido, se trata de una aproximación algo retórica y deudora de múltiples disciplinas, que ella recicla y cruza de maneras creativas aunque está por ver cómo envejecerán. Caja Negra lo publicará en breves semanas. A la espera de su traducción, el libro está disponible en inglés, editado por Duke University Press.

Palabras para el sida. El afecto también está presente en Sida, ensayo de la crítica e historiadora de arte francesa Élisabeth Lebovici sobre las producciones culturales generadas a raíz de esta epidemia que, como sabemos, fue tan mediática. Se propagó en cuerpos pero también en noticias, rumores, acciones de protesta y sobre todo imágenes, en galerías, salas de cine y calles, aunque en muchos casos faltaran las palabras. Su “Yo estoy expuesta” con el que arranca la autora, ya nos anticipa el tono. Lebovici lo escribió desde dentro, como mujer y lesbiana activista, lo que tiene su interés pues uno de los cometidos de este libro publicado por el MACBA y la editorial Arcàdia era corregir la tendencia a pensar el sida en masculino y rescatar esas contribuciones que han quedado en segundo plano, como la bella y chocante intervención que hizo Zoe Leonard en la Documenta IX, quien a su vez estuvo vinculada al colectivo lésbico GANG, del que también se habla.

Historias potenciales. Lebovici es una admiradora de Carla Lonzi, quien como Simone de Beauvoir llegó a situar a la mujer fuera de la Historia, afirmación a la que pondría fin, al menos parcialmente, el impresionante análisis comparativo de Karen Offen en Feminismos europeos, 1700 – 1950. Una historia política. Este trabajo, escrito en el 2000 y que Akal vuelve a reeditar, incide en los logros del feminismo no como una teoría crítica o herramienta de análisis sino como uno de los movimientos clave de la política europea, con sus protagonistas, debates y fechas, su agenda, alianzas y fisuras. Como es de suponer, la reconstrucción de semejante legado implica un doble desafío pues, tal y como cuenta Offen, fue al profesionalizarse que la escritura histórica se desinteresó del todo por la mujer como agente de cambio, enfocando su investigación en el campo militar, la diplomacia o la política económica y en base a documentos depositados en archivos públicos, donde ellas estaban ausentes. Sabiéndolo, la autora no busca desacreditar a esta disciplina en la que tantas veces se ha visto reflejada la hegemonía masculina sino usar sus herramientas para revertir esta tendencia e introducir otros puntos de vista. Operación que hace de su libro una apuesta clásica y muy bien documentada, ahí donde se lo permiten las fuentes. En este sentido, sería interesante acompañar su lectura con Potential History, el último ensayo de Ariella Azoulay que esperemos que algún editor se anime a traducir a nuestra lengua.

Novedades

Hija de sangre y otros relatos. Octavia E. Butler. Consonni. Traducción de Arrate Hidalgo. 208 páginas. 19,50 euros.
El optimismo cruel. Lauren Berlant. Caja Negra. Próxima aparición. De momento, disponible en inglés, publicado por Duke University Press.
Sida. Élisabeth Lebovici. MACBA / Arcàdia. Traducción de Cristina Zelich. 168 páginas. 16 euros.
Feminismos europeos: 1700 -1950. Una historia política. Karen Offen, Akal. Traducción de Pedro Piedras. 560 páginas. 26 euros.


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