La pena por la final también llega a Sevilla


El coronavirus y la paralización de la vida cotidiana, también en el deporte mundial, ha supuesto que el año más ilusionante de la Real en la historia más reciente quede en el aire hasta tal punto de que la posibilidad de que la Copa del Rey quede sin ganador exista. Palo para los txuri urdin guipuzcoanos, pero también para los que tienen el sentimiento realista bien dentro y siguen a la Real desde otras ciudades.



Es el caso de Ion Urrestarazu, miembro de la Peña Realista El Sur que, desde el corazón de Sevilla, todavía no se cree lo que está pasando: “Da la sensación de que es todo irreal”. Y es que desde la suspensión de la final de Copa el 18 de abril ha tenido que cambiar todos sus planes: “Con el virus ha saltado todo por los aires, hice un poco de embajador para organizar comidas y demás para la final y estos días ando cancelando todo”, añade. Urrestarazu lo tenía todo controlado: “Habíamos organizado cenas el viernes, comidas el sábado, teníamos los menús ya preparados para más de 100 personas y es una pena que se haya cancelado”.

Con la suspensión de la Semana Santa, Urrestarazu también tiene constancia de que las reservas hoteleras habían bajado y con ello, los precios: “Había apartamentos que estaban pidiendo 1.500 euros por el fin de semana de la final y ahora ya están por los suelos”. Los rumores de la nueva posible fecha no han pasado desapercibidos para los hoteles sevillanos: “Está siendo todo un experimento social, los precios para la hipotética final de mayo se han disparado más incluso que para el fin de semana de abril. La gente no tiene escrúpulos, fastidia más cuando hay aficionados que no van a recuperar su dinero”, remarca.

Urrestarazu tenía una corazonada de que la Real iba a jugar la final de Sevilla: “Estuve con amigos en el Bernabéu y cuando ganamos teníamos claro que la Real iba a cerrar el círculo en Sevilla”. La Peña Realista El Sur no se pierde un partido de su equipo cuando la Real se acerca al sol de Andalucía. Personalmente, esta suspensión le duele bastante más por “todas las pechadas que me he dado para ir a ver a la Real durante la Copa del Rey, pero el motivo de aplazamiento es tan evidente que al final no piensas en eso”, añade.

Mientras la final de Copa está en el aire, la Real, de momento, sigue teniendo programado un entrenamiento para mañana: “Quiero imaginar que es una cosa provisional, porque si estamos todos de confinamiento no tiene sentido, y me parecería irresponsable, que la Real entrenase en Zubieta”. Urrestarazu entiende que “son personas como los demás, tienen una imagen pública y tienen que dar ejemplo”.


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