La policía de Londres advierte de colas de hasta 35 horas en la capilla ardiente de Isabel II

La policía de Londres advierte de colas de hasta 35 horas en la capilla ardiente de Isabel II

La primera parte del duelo por Isabel II obligó a todas a las instituciones británicas a reaccionar a la altura de las circunstancias. La segunda, que comenzará este martes en Londres y culminará el lunes siguiente con el funeral de Estado, va a ser un desafío logístico de dimensiones descomunales. La Policía Metropolitana calcula que pueden ser hasta 750.000 los ciudadanos que acudan a dar su último adiós a Isabel II, cuando el miércoles, a partir de las cinco de la tarde (seis, en horario peninsular español), se abra la capilla ardiente. El féretro de la monarca, que pasará la primera noche de regreso a la capital (de martes a miércoles) en el palacio de Buckingham, permanecerá en el centro del majestuoso Westminster Hall, el histórico vestíbulo y sala central anexo a las Casas del Parlamento, a orillas del Támesis. Allí recibieron el homenaje de los británicos el padre de la reina (Jorge VI) y su abuelo (Jorge V), su madre, y su mentor y primero de una larga lista de jefes de Gobierno a su servicio, Winston Churchill.

Habrá una fila que se moverá con relativa agilidad y que se bifurcará en dos al llegar ante el catafalco donde reposará el ataúd. Nadie podrá parar a su paso al lado del féretro. Aun así, la espera, según ha advertido la policía, puede llegar a las 35 horas. Complicadas, hasta para los más devotos, porque Westminster Hall estará abierto las 24 horas del día. Imposible sentarse a descansar, o mucho menos acampar mientras se espera. Habrá cuartos de baño móviles, y 10.000 policías extras se desplegarán por la ciudad. Se entregarán pulseras de identificación a los ciudadanos que hagan cola, para permitirles abandonar momentáneamente sus puestos. La fila se dividirá en distintos segmentos, para poder cerrarlos a intervalos y permitir cierta libertad de movimiento, a modo de descanso, al público.

Más información

Para el funeral de Estado y la procesión del féretro, que recorrerá el trayecto entre Westminster Hall y el Arco de Wellington sobre un armón militar, las cifras de asistentes pueden superar fácilmente el millón de personas que presenciaron el sepelio de Diana Spencer, en 1997.

Las autoridades británicas ya han advertido de que muchos ciudadanos deben prepararse para lo que puede ser una profunda decepción, porque la fila para acceder a Wesminster Hall deberá cerrarse, casi con dos días de antelación, para que se cumplan los plazos. Miles de personas se arriesgan a esperar largas horas en vano.

Empleados de seguridad reciben instrucciones antes de ser desplegados en los alrededores de Westminster. Emilio Morenatti (AP)

Únete para seguir toda la actualidad y leer sin límites.

Suscríbete

La policía ha recomendado —nada se prohíbe en el Reino Unido, todo se aconseja vehementemente— que la gente no empiece todavía a guardar cola en Westminster Hall, aunque ya suman decenas los llegados a la capital que permanecen semiacampados en los alrededores del Parlamento. A última hora de este martes (diez de la noche, once en horario peninsular español), se publicará el recorrido oficial diseñado para ordenar la larga cola de ciudadanos prevista para decir adiós a Isabel II.

No se ha elevado el nivel de alerta terrorista en la ciudad, pero los controles de acceso a Westminster Hall serán similares a los de los aeropuertos. Arcos de seguridad, detectores de metales, y registro de bolsos y mochilas. Se controlará mucho el tamaño de estos últimos, y se desaconseja acudir allí con bolsas de tamaño exagerado.

Los hoteles de la ciudad están a plena capacidad, y el Gobierno tiene previsto permitir excepcionalmente que los restaurantes, bares y pubs amplíen a 24 horas sus licencias de horario de apertura.

Escaparate con un retrato de la reina Isabel II en el centro de Londres. Emilio Morenatti (AP)

Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.




Source link