La portavoz del Gobierno catalán apuesta por reabrir la restauración por la noche

La consellera de Presidencia, Meritxell Budó, en una rueda de prensa la semana pasada.
La consellera de Presidencia, Meritxell Budó, en una rueda de prensa la semana pasada.GOVERN / Europa Press

Cataluña ha estrenado este lunes una tímida relajación de las medidas restrictivas contra la covid-19, con el levantamiento del confinamiento comarcal. Pero el Govern, a la vista de la mejora de la situación epidemiológica y de las graves afectaciones que todavía sufren algunos sectores, como la restauración y la hostelería, plantea ya iniciar la desescalada. La consejera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó (Junts), ha defendido este lunes que “va siendo hora” de plantear más relajación en las medidas, como por ejemplo permitir que la restauración abra también a la hora de cenar o posponer hasta las once de la noche el inicio del toque de queda. Los datos epidemiológicos muestran que la tercera ola ha alcanzado su nivel más bajo, aunque la presión en los hospitales sigue alta.

La apuesta de Budó por abrir aún más la mano llega el mismo día en que se empieza a permitir la movilidad entre comarcas. Este primer paquete de relajación de restricciones está previsto para 15 días y Budó considera que, tras este período, “habrá que comenzar a trabajar en medidas de desescalada”. Lo ha dicho en una entrevista para Ràdio 4 y La 2, en la que la portavoz del Govern ha apuntado que en Cataluña se ha consolidado “una tendencia a la baja” en los contagios de covid-19. “Ya va siendo el momento de afrontar esta necesidad de dar aire a la gente y a los negocios”, ha argumentado. Siempre que los datos no den un vuelco y se disparen repentinamente, Budó ha sostenido que “hay que planificar la desescalada” y plantear reabrir la restauración para cenar, lo que también conllevaría retrasar el inicio del toque de queda hasta las 23.00 horas. Sí ha rechazado a priori permitir que abra el ocio nocturno, pues esta actividad tiene “otras connotaciones”.

La propuesta de Budó va en la línea de lo que expresó el pasado viernes el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, quien se mostró partidario de flexibilizar más las medidas que afectan a la restauración, por ejemplo, empezar a permitir abrir para el turno de cenas. Pese a este viraje hacia una etapa más permisiva, el Govern mantiene la prudencia. Las paulatinas reaperturas de los diferentes sectores en las últimas semanas han abierto el paso poco a poco hacia la normalidad. La población puede moverse desde hoy en grupos burbuja de seis personas sin restricciones por Cataluña y los comercios pueden abrir en fin de semana. Los expertos confían en que la vacunación y el buen tiempo, que permitirá que la mayor parte de actividades sean al aire libre, hagan que los actuales avances sean definitivos y se evite una cuarta ola.

Por ahora, la curva epidémica de la tercera ola está en su nivel más bajo. Con un riesgo de rebrote de 177 puntos (a partir de 100 se considera alto, pero ha bajado desde los más de 500 puntos que había a finales de enero) y una media de contagios diarios de 982, por debajo del millar, la situación ha mejorado desde que el pasado 7 de enero se impusieran fuertes restricciones para atajar la tercera ola. Pero la mejora es muy lenta: la velocidad de transmisión del virus (Rt) es este lunes, según los datos aportados por el departamento de Salud, de 0,93 (es decir, cada 100 personas contagiadas infectan a una media de 93). Esto es una centésima más que el día anterior, lo que indica que, aunque en las últimas semanas ha ido bajando, lo hace muy lentamente. Esta mejora se nota también en la incidencia acumulada en los últimos 14 días, que es de 194 casos por cada 100.000 habitantes, cinco casos menos que el día anterior. La positividad, es decir, el porcentaje de positivos en pruebas PCR y antígenos, es del 4,63%, algo más que el día anterior pero manteniéndose ya por debajo del 5% que recomienda la OMS.

Los datos de Salud indican que este lunes se han notificado 613 nuevos contagios. En los últimos siete días se han diagnosticado en Cataluña 6.876 positivos mediante pruebas PCR y test de antígenos (a mediados de febrero, la media de contagios semanales estaba por encima de 10.000). Este lunes también se han notificado 18 fallecidos por covid 19 registrados en las últimas 24 horas. La media diaria es de 23 defunciones.

Pese a la mejora, la presión hospitalaria sigue alta y sufre un repunte. Este lunes se han notificado 1.554 personas ingresadas por covid 19 en hospitales catalanes, 72 personas más que ayer. De estos, 430 están en la UCI, cinco más que la víspera.


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