“Los criterios en cuanto a las manos está claro, pero los árbitros a veces se equivocan” dijo esta semana
Carlos Velasco Carballo
sobre la jugada que más controversia sigue comportando en el fútbol. Es loable el ejercicio de pedagogía por parte del director del Comité Técnico de Árbitros, pero un adjetivo (natural) o su contrario (antinatural) la lía parda y convierte el criterio en una apreciación subjetiva. De ahí, los errores. Se sancionan: las manos accidentales previas a gol, las deliberadas, a la altura del hombro y en posición antinatural. No se sancionan las manos pegadas o próximas al cuerpo, las apoyadas al suelo o tendientes al apoyo, si juega el balón previamente y la posición natural. El último supuesto es el que monta el pollo.
Por otra parte,
Ernesto
Valverde
, como entrenador del Barça, lamentó en múltiples ocasiones que el árbitro parase tanto rato el juego cuando intervenía el VAR. Esta semana,
Carlos Clos Gómez
, director del proyecto VAR, nos dio el dato exacto. De promedio, el juego se para 121 segundos. Más de dos minutos que el mismo
Clos
Gómez
dijo que era exagerado. Concretamente, si hay consulta del colegiado al monitor, el tiempo medio se va ya a los 132 segundos.
Valverde
tenía razón. Es muy mejorable. En la Premier y en la Champions se decide mucho más rápido.
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