La Premier League lo está volviendo a hacer. Se ha abierto el mercado de fichajes y los ingleses vuelven a arrasar con jugadores de LaLiga Santander. Los últimos han sido Álex Moreno, João Félix y Cunha, exfutbolistas de Betis y Atlético de Madrid, dos equipos que a pesar de participar con regularidad en competiciones europeas se ven obligados a vender año sí, año también.
Los clubes de la competición británica saben que en España hay jugadores con talento y equipos con necesidades económicas, un combo perfecto para comprar calidad a buen precio. Todos los profesionales que priorizan la parcela económica a la deportiva acaban en la Premier. Rara vez se dan casos como el de En-Nesyri, que ha priorizado seguir en el Sevilla, salvar al equipo del descenso y jugar con una camiseta llena de historia y grandeza antes que ir a Inglaterra cobrando el doble. Pocas veces existe este sentido de pertenencia con un escudo.
Comunicado del jugador Marroquí
El ‘Big-Six’ renunció a la creación de la Superliga por el rechazo que generó la propuesta entre sus aficionados y ahora se están creando una Superliga particular. Tienen más dinero que nadie y antes o después acaban consiguiendo casi todo lo que quieren. Es la única explicación para entender que futbolistas como Diego Carlos o Álex Moreno, ídolos absolutos de Sevilla y Betis acaben yendo al Aston Villa, un club con historia, pero que ni siquiera se acerca a los puestos europeos. Lo mismo pasa con Unai Emery, que abandonó de manera precipitada el Villarreal, en el que volvió a ganarse el reconocimiento del panorama futbolístico para entrenar a los ‘villanos’.
El mercado de invierno no ha llegado ni a la mitad, la Premier League no para de picar a las puertas de LaLiga Santander y lo peor de todo: mientras los aficionados desean que no salga nadie de sus equipos, los directivos desean lo contrario. Por un lado, los sentimientos. Por otro lado, el dinero sin el que los clubes no subsisten.
El modus operandi de los clubes ingleses es claro: compran barato jugadores de nivel medio fuera de Inglaterra y luego los venden caros en la propia competición. Cucurella es el ejemplo perfecto. Las únicas inversiones fuertes lejos del país son por jugadores llamados a ser estrellas como Haaland o Gakpo.