La primera reválida de Ansu Fati

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El primer foco de esta concentración lo acaparó Luis Enrique, que regresaba al puesto que se vio obligado a abandonar por la enfermedad y el posterior fallecimiento de su hija. La ejecución de la idea que mantuvo Robert Moreno durante su interinidad recuperó a su propietario. Esta diferencia no es baladí. Aunque Moreno tuvo el respeto del vestuario, a ojos de los futbolistas no es lo mismo la figura de Luis Enrique que la del que fue su segundo. La implicación y la intensidad en la presión tras pérdida que se vieron ante Alemania y Ucrania, fundamental en el plan, alcanzaron un punto de esfuerzo y sacrificio fruto de una lógica que apunta a los códigos con los que se manejan los jugadores: las órdenes emanan de una figura más contrastada y jerárquica. El regreso de Luis Enrique ha vigorizado la fórmula de la presión alta, de las transiciones más verticales y rápidas cuando es posible, y de los movimientos interiores alternos de extremos y laterales en los ataques estáticos. La inclusión en la lista de Ansu Fati, Ferran Torres, Mikel Merino, Reguilón o Eric García ya anunciaba un cambio sensible en los ejecutores del plan. El asentamiento de un espinazo central que se demandaba la ejecutó el técnico asturiano otorgando la titularidad en los dos partidos a De Gea, a la pareja Ramos y Pau Torres, y a Thiago.

Fati y los extremos

De todas las decisiones que ha tomado Luis Enrique, la apuesta decidida por Fati tiene visos de tornarse en histórica y ha eclipsado a las demás. El chico, como a Luis Enrique y al resto de internacionales, tienen por delante el reto de darle continuidad a las sensaciones transmitidas en estos dos encuentros en los próximos compromisos de octubre: amistoso en Portugal y dos jornadas de la Copa de Naciones ante Suiza, en Madrid, y devolución de la vista a Ucrania. Los técnicos de la federación centran la trascendencia de Ansu Fati en la escasez que hay en España de futbolistas que amasen sus virtudes: velocidad, desborde, el entendimiento del juego cuando transita por zonas interiores adquirido en la escuela Barça, dedicación en la presión y en los retornos, y mucho gol. Esto último provoca que Luis Enrique tenga en mente, ante la ausencia de un goleador puro que se asiente, la opción de utilizarlo como nueve por su golpeo y la agresividad con la que ataca los centros pese a su estatura. Todo con solo 17 años. Tras el gol de Ferran Torres a Ucrania, Thiago exclamó: “Parece que lleváis diez años jugando aquí”. Al extremo del City, Luis Enrique también le tiene mucha fe. En los primeros entrenamientos estuvo muy encima de él. Le hace jugar a pierna cambiada para aprovechar sus llegadas al segundo palo, faceta en la que Ferran se ha preocupado en mejorar en los últimos meses. A esta pareja se le ha sumado Dani Olmo, aunque este más como falso extremo. Y falta Marco Asensio, que siempre ha sido una de las piezas sobre las que Luis Enrique ha tratado de armar el juego ofensivo del equipo.

El liderazgo de Thiago y la transición con Busi

“Thiago se está convirtiendo claramente en uno de los jugadores que tienen el ánimo de liderar”, dice Luis Enrique. El todavía volante del Bayern ha firmado dos grandes partidos aprovechando el punto de forma que mostró en la Champions. Menos barroco, más vertical y con mucho sacrificio en las recuperaciones y en los retornos. El nivel que ha ofrecido en la segunda mitad de año da para pensar dónde hubiera estado su techo sin las graves lesiones que ha padecido a lo largo de su carrera. Luis Enrique le ha hecho jugar con éxito como pivote de referencia durante los últimos tramos de los dos partidos cuando Busquets y Rodri fueron al banquillo. La gran duda en el centro del campo es precisamente el rendimiento que puede ofrecer Busquets. Luis Enrique aún le considera su mediocentro titular, pero en Alemania, en las pocas veces el equipo se partió o la presión fue superada, se percibió el paso del tiempo. Como con Fati, Koeman tendrá mucho que decir en su papel en la selección, y en su caso Busquets ya sabe que el entrenador holandés ha elegido, por ritmo, a De Jong. Luis Enrique tiene la alternativa sólida de Rodri por si tuviera que emprender la transición. La llegada de Mikel Merino ha abierto una bonita pugna entre el navarro y Fabián, ambos zurdos, por uno de los puestos de interior.

Pau Torres y los laterales

Pau Torres se ha afianzado como pareja de Ramos. El cuerpo técnico valora su sentido para iniciar el juego y se le trabaja para que eleve su agresividad en las disputas y en las anticipaciones. La explosión de Reguilón y la regularidad de Gayá amenazan el regreso de Jordi Alba, que sabe que solo se producirá si su rendimiento es máximo. En la derecha, Jesús Navas cada vez pone más en duda que el puesto de titular en la Eurocopa esté asignado a Carvajal.


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