La Real declara el estado de euforia

La Real declara el estado de euforia

‘Aquí está, éste es, el equipo txapeldun’. La Real se instala en un estado de euforia tras lograr el primer triunfo de su historia en un gran escenario europeo con un equipo muy joven y con tintes autóctonos. La victoria ante el Manchester United en Old Trafford introduce a los de Imanol en una nueva dimensión, les hace pasar a la siguiente pantalla, a la de poder competir también más allá de los Pirineos. Lo sucedido el jueves ante 1.000 ‘realzales’ que vivieron una jornada gloriosa, es un hito histórico, aunque no se tratara de una final ni de un partido determinante. Nadie lo olvidará.

Y no sólo fue meritorio vencer ante uno de los clubs más poderosos de Europa -el segundo que mas se ha gastado en configurar su plantilla: 1.001 millones de euros-, también resultó serlo la manera de gestarlo. La Real puso la pica en Old Trafford con un equipo que presentaba una media de edad ínfima de 24,3 años y terminó empleando a ocho futbolistas -siete de ellos acabaron el partido- forjados en su cantera, de los 16 que intervinieron. La evolución se fusiona con la tradición en pleno clima de ambición.

Y es que la escuadra txuri urdin terminó el encuentro con Sola, Aritz, Pacheco y Aihen en la defensa; Zubimendi y Turrientes en la zona media; y Barrenetxea en el ataque: siete futbolistas crecidos en Zubieta. Y apenas pasó apuros ante futbolistas por los que el Manchester United pagó entre 60 y 100 millones de euros.

Ataque y dibujo cambiados

La Real intenta instalarse en la elite y seguir cosechando éxitos después de su gran hazaña de alzar la Copa del Rey en 2021. Lo curioso es que la evolución de esa escuadra ganadora implica también una cierta transformación en la fisonomía y el sistema de juego de aquel equipo que tocó la gloria hace año y medio. Con respecto a aquel ‘once’, Imanol hizo seis cambios en Old Trafford: Aritz, Pacheco, Aihen, Brais, Kubo y Sadiq por Zubeldia, Le Normand, Monreal, Portu, Isak y Oyarzabal. Con el ‘10’ lesionado, ya ha cambiado por completo el ataque de aquel conjunto que llevó a Gipuzkoa al éxtasis: Portu, Isak y Januzaj se han marchado y Oyarzabal no tiene fecha de vuelta.

En su lugar han llegado Cho, Kubo y Sadiq y, por lo menos de momento, la Real no se ha desviado de su camino.El esquema de juego es el otro factor de cambio. Imanol se ha hecho fiel a ese 4-4-2 con rombo en la medular que rompe con la tradición hasta ahora intocable del 4-3-3 con extremos. El técnico quiere dar preponderancia a una media de oro de 24 quilates, la formada por Zubimendi, Brais, Merino y Silva.

La Real aterrizó ayer tarde de Manchester y toca otro proceso complejo: el aterrizaje mental, la vuelta a la tierra para medirse mañana al áspero Getafe.




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