La Real femenina se desmantela


La Real Sociedad le ganó el domingo al Valencia (1-3) y terminó la Liga Iberdrola en quinta posición, igualando su mejor clasificación desde que compiten en la máxima categoría del fútbol femenino. Un día después, cinco de las futbolistas que jugaron en el estadio Luis Suñer Picó de Alzira, además de otras cinco jugadoras del primer equipo, se despiden del club.

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Todas ellas acababan contrato el próximo día 30, y la secretaría técnica de la Real optó por no mejorar las ofertas para los nuevos, que ellas habían rechazado. Roberto Olabe, el director deportivo del club, se mantuvo firme en su postura y tendrá que trabajar ahora para recomponer la plantilla que queda muy diezmada. Entre las que se marchan hay varias de las que consiguieron hace dos temporadas la Copa de la Reina, el único título de la Real, en Los Cármenes de Granada ante el Atlético de Madrid. Las heroínas de aquel partido, la delantera Nahikari García, que marcó el gol de la victoria, y la guardameta Mariasun Quiñones, que se hizo gigante entre los palos, con ocho y siete temporadas respectivamente, en las filas donostiarras, son dos de las que dicen adiós. Junto a ellas, futbolistas con largo recorrido en el club como Itxaso Uriarte (10 temporadas), Leire Baños (8), Nuria Mendoza y Manu Lareo (6 campañas).

La Real lo ha anunciado en su web con un frío “no continuarán”, aunque después añade que, “todas ellas han sido jugadoras importantes en la historia del equipo femenino y muchas han tenido una dilatada trayectoria como realistas. Siempre quedará en el recuerdo de los realistas la histórica final de la Copa de la Reina conseguida por el equipo en 2019, primer título de la historia”.

Queda por conocer la intrahistoria de la salida de las jugadoras en bloque. Sólo Maddi Torre, que firmó el lunes a mediodía su contrato por una temporada, rectificó a última hora su postura y decidió renovar. Con ella, apenas quedan cuatro de las jugadoras que ganaron la Copa hace dos años.

En plena crisis económica por la pandemia, la Real ha apostado por no aumentar el volumen de las nóminas del primer equipo femenino, una sección de momento deficitaria para el club. Olabe parece tener las ideas claras en este sentido. Alguna jugadora, como Nahikari García, ya quiso desvincularse la temporada pasada para fichar por el Real Madrid, que parece que será su destino a partir del 1 de julio, pero desde la Real le recordaron su condición de futbolista profesional ante su requerimiento para salir con la carta de libertad. También Lucía Rodríguez podría jugar en el Madrid, y Maitane López en el Atlético. Quiñones e Itxaso López tienen ofertas del Athletic.

Natalia Arroyo, la entrenadora de la Real, se refirió hace dos días a las bajas ya previstas en el club: “Habrá que analizarlo adecuadamente y hacer autocrítica, la mía, la del club, cada jugadora lo que corresponda y así podamos explicar todo para trabajar y para que no ocurra. Creo que se puede hacer mejor”, apuntó. “Habrá que construir algo nuevo sin ellas. Y habrá que agradecerles la oportunidad de haberlas dirigido, de haber aprendido. El club también, porque gracias a ellas va a avanzando en un camino. Vamos a ver qué ocurre. Estoy convencida de que la Real va a hacer un equipo competitivo para dar el siguiente paso en el camino, porque el proyecto del club va a más allá del primer equipo”. Arroyo tiene una temporada más de contrato, aunque su nombre suena como candidata al banquillo del FC Barcelona. Sin embargo, sus palabras parecen dichas en clave de futuro realista: “Habrá que resetear, aprender y disfrutar de las que se van a marchar y darle confianza a las que vienen”.

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