La Real pide pista para despegar

Han pasado menos de dos meses desde el mágico zurdazo de Januzaj en el Metropolitano. Pocas semanas y muchos acontecimientos después, el balón vuelve a rodar. La Real arranca motores en el Nueva José Zorrilla (16.00 h.). En un contexto en el que cualquier tiempo pasado parece mejor, en el que se añora lo que parecía rutinario, en el que la gran pregunta es si todo volverá a ser como antes, incluido el fútbol, el conjunto txuri urdin pide pista para el despegue de una temporada en la que las incógnitas no eclipsan los retos. En concreto, cinco: la Liga, la Europa League, la Copa, la Supercopa y la final de Sevilla. Ahí es nada.

La previa del Valladolid-Real
La previa del Valladolid-Real

Ilusión, rabia y preocupación. Imanol
Alguacil utilizó esos tres términos para definir el estado de ánimo con el que encara el primer envite de un calendario que le obligará a exprimir al máximo todos sus recursos. La ilusión de una campaña que presenta varias citas con la historia y de una plantilla que, lejos de debilitarse víctima de la crisis económica, ha mantenido su base y se ha reforzado con un crack. La rabia de ese gen competitivo, de esa sensación de que este equipo tiene más dentro, de esas ganas de volver a pisar el acelerador. Y la preocupación generalizada ante un viaje desconocido. Si todos los inicios llegan con dudas a despejar, esta temporada promete ser un carrusel de imprevistos que volverá a poner a prueba la capacidad de adaptación del técnico oriotarra.

Oyarzabal, Januzaj y Guevara no están en condiciones de jugar el encuentro completo

Imanol supo dotar de orden a la Real de Eusebio, imprimió ritmo y alegría a la Real de Garitano y, el curso pasado, el primero en el que manejaba el timón desde el inicio, encontró el camino para combinar las dos versiones en una Real que deslumbró hasta el confinamiento. El curso que hoy comienza exigirá un paso más al técnico, el de saber amoldarse a lo que suceda cada día, al goteo incesante de partidos, a la incertidumbre, a los test de cada viernes…

El encuentro de hoy es un buen ejemplo. La Real visita Zorrilla, donde no gana en Liga desde hace 18 años sin su gran fichaje, sin su nueva perla, sin su ‘9’, sin sus dos laterales y con Oyarzabal y Januzaj no aptos para más de media hora, al igual que Guevara. Y también, sin excusas. Lo dejó claro Imanol en sala de prensa: “Estamos preparados”. Es el espíritu que debe imperar en un equipo obligado a enterrar los contratiempos con paladas de ambición. La historia espera a unos meses de travesía.

Tres balas arriba

La lista de bajas y tocados tiene enjundia pero la Real cuenta con clavos a los que agarrarse. Mikel
Merino será el faro txuri urdin en Zorrilla. Sobre su visión, sus giros y su despliegue físico pivotará el fútbol de un equipo que apostará por ser protagonista y que, si el encuentro toma otros derroteros, cuenta con tres balas en ataque: Isak será el nueve y los desmarques de Portu y el descaro de Barrenetxea podría escoltarle. Enfrente un Valladolid que al orden habitual impuesto por Sergio
González ha añadido dos armas ofensivas de calado: la imaginación de Orellana y la contundencia de Weismann, pichichi de la liga austriaca. El duelo está servido. Que suene la música.


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