Cuando el mundo parece derrumbarse, la vida continúa y la Real sigue deleitando e ilusionando a su fiel parroquia. El encuentro ante Osasuna de esta tarde (18.30 horas) en Anoeta sirve como aperitivo para un 2021 que se presenta apasionante y debe ser inolvidable, glorioso. El equipo navarro se erige como el telonero de un espectáculo que anuncia momentos de exaltación máxima, como la Supercopa dentro de 10 días, la eliminatoria contra el United o la final de Copa del Rey del 4 de abril. Este viaje con mascarilla y distancia social del nuevo año comienza con un duelo clásico ante un siempre correoso Osasuna y la intención de la Real es emprenderlo de la misma manera que abrochó 2020: ganando el derbi. Y sólo 74 horas después.
El pasado jueves Portu hacía levitar a una afición que comió las uvas todavía con la sonrisa en la boca y hoy domingo, tres días después pero en otro año, los realistas reciben al equipo de Jagoba
Arrasate con la necesidad de repetir éxito, toda vez que no ganan en casa desde el pasado 8 de noviembre, en el célebre partido ante el Granada (2-0). Han pasado dos meses, que parecen una eternidad por todo lo que ha pasado, y cuatro partidos en Donostia desde entonces. Los donostiarras quebraron en Bilbao (0-1) la preocupante racha de nueve partidos sin ganar y la idea es iniciar otra serie victoriosa similar a la de octubre y noviembre.
Con los mismos del derbi
Para abrazar tan noble propósito, Imanol cuenta con la misma tropa que en el derbi. Convocó a los mismos, salvo el segundo portero suplente, Unai
Marrero. Por lo tanto, Ayesa fue el único integrante del Sanse en ser alistado, curioso, teniendo en cuenta que sólo llamó a 20 hombres y hay posiciones como la de lateral derecho o volante que no pueden doblarse. Recurrir a los mismos hombres encierra la bendición de que el derbi no dejó secuelas en forma de nuevas lesiones y la maldición de que el entrenador no recupera a ninguno de sus siete lesionados, de mucha entidad: Silva, Januzaj, Aritz, Zaldua, Moyá, Sangalli e Illarra, aunque éste volverá ya la semana próxima.
Imanol no está preocupado con el hecho de que los suyos puedan acusar el cansancio del jueves, porque vienen de nueve días seguidos sin partidos, aunque es evidente que la acumulación de envites ha pasado factura a la Real. Así las cosas, se espera que el entrenador, sin demasiado margen de maniobra por las ausencias, mantenga el bloque, pero que introduzca algunos hombres de refresco, como Zubimendi o Willian
José. Otros como Merquelanz, Aihen, Sagnan y Barrenetxea también tienen opciones.
Los apuros de Osasuna
Osasuna llega a Anoeta con mucha hambre y necesidad. Suma nueve encuentros sin ganar y, si bien ha mejorado en sus dos últimas citas ante el Elche y el Alavés, sigue hundido en la penúltima plaza con sólo tres victorias en 16 partidos. No obstante, es un rival siempre competitivo, muy poderoso en el juego aéreo, que carga mucho su ofensiva por el flanco izquierdo, donde Rubén
García marca diferencias, agresivo, y que crea peligro en las segundas jugadas con su juego en largo. No cuentan con los sancionados Oier y el portero Rubén
Martínez.
La Real quiere girar el adagio y convertirlo en: ‘Año nuevo, vida igual, pero con títulos’ .
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