Primera estación, Sevilla. A orillas del Guadalquivir y a pies de la Giralda, donde la Real puede tocar la gloria y alzar la Copa en abril, comienza el primer aluvión de partidos de la temporada, siete en 22 días locos de otoño, con un encuentro de los exigentes, de los vibrantes, de los bonitos. Los de Imanol
Alguacil, pletóricos de confianza tras barrer al Getafe (3-0), visitan a un Betis (Benito Villamarín, 21 horas, Movistar) cuajado de grandes jugadores, revitalizado y ordenado por Manuel
Pellegrini. Duelo de posibles rivales directos por Europa el próximo mes de mayo, un futuro lejanísimo dadas las actuales y crudas circunstancias. No obstante, la Real parte hoy con dos ventajas: la neutralización del factor cancha que siempre pesa en el Benito Villamarín con una afición entregada y hoy ausente y una buena inercia de juego que se arrastra desde la temporada pasada. El Betis apunta alto, pero su periplo comenzó hace unas semanas. Hace unos meses, no anduvo muy lejos de sufrir por mantener la categoría.
Hay un aliciente jugoso en juego. Un poco mentiroso, pero real. El que gane este noche, se colocará primero en la clasificación al final de la jornada tras la derrota del Madrid ante el Cádiz. Los favoritos tendrán uno o varios partidos menos, pero es señal de que los contendientes de hoy en Heliópolis han arrancado quemando aceite y mostrando credenciales. El Betis viene de ganar con autoridad al Valencia (2-0) y ha sumado tres victorias en cinco partidos (también derrotó al Alavés 0-1 y al Valladolid 2-0), por lo que la Real deberá centrar sus cinco sentidos y poner a todos sus cracks sobre el tapete para doblegarle, sin pensar en su duelo inicial de la Europa League ante el Rijeka en Croacia del próximo jueves.
Imanol celebra la recuperación de Januzaj y el poder contar con todo su arsenal ofensivo, toda vez que los internacionales volvieron en perfecto estado de revista a pesar de los partidos y los kilómetros.
Así las cosas, el técnico también actuará sin mirar ni siquiera de reojo al jueves y más allá de los Pirineos. Colocará su mejor ‘once’, su bloque fetiche, quizá con única variante: Willian
José por Isak en la punta de lanza. Januzaj y Guridi entraron por Merquelanz y Pacheco en una lista de nuevo de 22, uno menos de los permitidos.
Mejor con Pellegrini
La Real sabe cómo se las gasta en Betis en casa. De hecho, el cuadro andaluz le derrotó 3-0 el pasado 19 de enero en uno de los peores partidos con Imanol en el banquillo. Es un campo canalla donde sólo ha ganado 11 de 53 duelos, tres de ellos en ocho partidos desde el ascenso.
La llegada de Pellegrini ha cambiado la cara de un Betis a la deriva a pesar de su potencial durante los últimos años. El chileno ha conseguido dotar de sentido a su juego otorgando libertad de movimientos a sus jugadores de más talento: Canales, Fekir, Joaquín y un Tello que ha comenzado como un cohete. Acusan el problema de la falta de pegada de sus arietes, pero tienen TNT. Con el exrealista Bravo, ya recuperado, han ganado en seguridad bajo los palos.
No obstante, esta Real europea tiene un color especial, como Sevilla. Ya cogió velocidad de crucero. Primero, Sevilla. Luego, Rijeka. Buen viaje.
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