La Reserva Federal mantiene intactos los tipos de interés en EE UU



Tras dos días de reunión del comité de política monetaria (FOMC, por sus siglas en inglés), la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha decidido este miércoles mantener los tipos de interés entre el 1,5% y el 1,75%. Desde de que el banco central estadounidense redujo el precio del dinero tres veces el año pasado, los expertos prevén que se mantendrán intactos hasta que haya un cambio significativo en las perspectivas económicas de Estados Unidos. Los últimos datos revelados, que proyectan un crecimiento cercano al 2% para este año y una tasa de desempleo situada en los mínimos de los últimos 50 años, no han ofrecido argumentos para cambiar de estrategia. Sin embargo, el presidente del banco central, Jerome Powell, reconoció durante una rueda de prensa que los riegos sobre las perspectivas económicas persisten, “incluidas las planteadas por el nuevo coronavirus”.
Los 10 miembros del consejo de la Fed consideran de forma unánime que la postura actual de la política monetaria es apropiada para apoyar “la expansión sostenida de la actividad económica, las fuertes condiciones del mercado laboral y que la inflación regrese al objetivo simétrico del 2%”. Aunque consideran que las inversiones y las exportaciones de las empresas siguen siendo “débiles” y que el gasto del consumidor está aumentando a un ritmo “moderado”, cuando en diciembre lo calificaron de “fuerte”.
Desde la última reunión de los funcionarios de la Fed, que tuvo lugar seis semanas atrás, los mercados se habían mostrado optimistas por el principio de acuerdo firmado entre Estados Unidos y China para poner fin a la guerra comercial. Sin embargo, las preocupaciones sobre el crecimiento global volvieron a aparecer con el brote de coronavirus en el gigante asiático. Sobre el brote, que ya ha cobrado 132 vidas en un mes y medio, Powell lo calificó de “un problema grave” que están monitoreando cuidadosamente. “Es muy incierto todavía cuán lejos se extenderá y cuáles serán los efectos (económicos) en China, para sus socios comerciales y en todo el mundo”, adelantó, acalrando que si el recorrido del brote provoca una “reevaluación” desde la perspectiva del banco central, responderan “en consecuencia”.
La Casa Blanca responsabiliza a la Fed de la ralentización que sufrió la economía en 2019. Trump ha atacado varias veces al presidente del banco central, Jerome Powell. Primero, por las subidas escalonadas de los tipos en 2017 y 2018 (este año los subió cuatro veces) y segundo, por no rebajarlos aún más el año pasado. “Todavía tenemos los mejores números [económicos] en muchas áreas diferentes, pese al hecho de que la Fed ha subido las tasas demasiado rápido y las ha bajado demasiado lento”, disparó Trump la semana pasada en el Foro Económico Mundial de Davos.
El mandatario republicano dijo en la CNBC en Davos que si no fuera por la Fed, Estados Unidos estaría creciendo a un ritmo cercano al 4% y el Dow Jones podría estar 10.000 puntos más arriba. También se refirió a cómo EE UU debe competir con países que tienen sus tipos de interés negativos: “Se les paga para pedir dinero prestado, algo a lo que podría acostumbrarme muy rápidamente”, afirmó. “Me encanta eso”.
La Reserva Federal retomó el pasado octubre la compra de 60.000 millones de dólares al mes en bonos del Tesoro para rebajar las tensiones de liquidez y aumentar el balance, que actualmente supera los cuatro billones de dólares. El bombeo de esa liquidez adicional al sistema bancario le ha permitido a la Fed mantener las tasas de interés a corto plazo dentro del rango objetivo. Powell, que ha calificado el plan de “exitoso”, adelantó que ajustaran su tamaño “durante la primera mitad de este año”.


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