La semana mágica de Arconada

Luis
Arconada pasa por ser, si no el más grande, uno de los mayores mitos de la historia de la Real, que en setiembre alcanzará los 110 años de vida. Zamora, por su gol en Gijón y porque hablamos de un futbolista soberbio, excepcional, de lo mejor de Europa en su época, podría cuestionarle el trono a un guardameta que, en los 14 años que duró su trayectoria profesional, traspasó los límites de la admiración a base de hacer milagros en la portería casi cada fin de semana. Una colección interminable de intervenciones imposibles, acompañadas de un carácter agresivo, indomable, ganador, adornan la trayectoria de un arquero de leyenda, el mejor que han visto bajo los palos los ojos de cualquier seguidor de la Real.


Diego Armando Maradona saluda a Luis Arconada


Diego Armando Maradona saluda a Luis Arconada

Arconada colgó los guantes hace 30 años pero a efectos vitales, en su condición de ciudadano, se jubila hoy. El exportero donostiarra vino al mundo un 26 de junio de 1954, de manera que hoy soplará las 65 velas que para la mayoría de la población supone la frontera en la que concluye su vida laboral. La efeméride no puede estar rodeada de más emociones para el exguardameta internacional ya que en la semana de su cumpleaños se acumularon algunas de las experiencias más intensas que vivió en su dilatada trayectoria profesional. Hablamos de la semana mágica de Arconada.

Para empezar, el lunes se cumplieron tres décadas de su retirada oficial, en Atotxa, junto a Jesús
Mari
Zamora, un partido que no pudo disputar al estar lesionado. El día de San Juan de 1989, un 2-1 frente al Sporting puso el colofón a una trayectoria espectacular que incluye 551 partidos oficiales como txuri urdin en los que ganó dos Ligas, una Copa y una Supercopa.

Dos años antes de su retirada, precisamente, había sido el gran protagonista en la consecución del último título oficial ganado por la sección masculina, la Copa del Rey conquistada en La Romareda derrotando al Alético de Madrid (2-2) en los penaltis. Arconada detuvo el decisivo lanzamiento a Quique
Ramos para elevar el puño, primero, y el trofeo, después, al cielo de Zaragoza. Era el 27 de junio de 1987. La víspera había cumplido 33 años.


Larrañaga y Arconada levantan la Copa ganada en Zaragoza


Larrañaga y Arconada levantan la Copa ganada en Zaragoza

Un recuerdo bastante más ingrato debe de guardar del 27 de junio de 1984. En esa fecha, al día siguiente de que Arconada celebrara su 30 cumpleaños, España perdió la final de la Eurocopa
de
Francia ante el equipo anfitrión (2-0), un partido en el que el error del portero en el 1-0 en la falta disparada por Platini es recordado, obviando el descomunal campeonato de Arconada en tierras galas. Sin sus tremendas intervenciones, en especial en los partidos decisivos ante Alemania y Dinamarca, en semifinales, habría sido imposible para España soñar con jugar la segunda final de su historia en un torneo por selecciones.


Arconada intercambia con Simonssen los banderines en el España-Dinamarca


Arconada intercambia con Simonssen los banderines en el España-Dinamarca

Arconada cumple hoy 65 años y su figura sigue vigente, tanto porque sus opiniones respecto a la actual Real, en las contadas ocasiones en las que las vierte en público, son escuchadas con el respeto que merece su trayectoria, como por el respeto reverencial que sugiere su imponente figura. Nadie que le viera jugar recuerda algo igual en la portería de la Real. Y será casi imposible que vuelva a ver algo similar.


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