La señorial revancha de Morata


Álvaro Morata se sacó ante el Mallorca
la espina que tenía clavada desde la primera vuelta, cuando en la victoria del Atlético de Madrid en territorio balear fue expulsado por dos amarillas en cuestión de segundos, lo que le impidió disputar el derbi de días más tarde en el Metropolitano.



Por si fuera poco, el delantero protagonizó una agria polémica con Salva Sevilla, centrocampista rojillo, después de que le dijese algo cuando se retiraba a los vestuarios. El enfado de Morata se hizo visible cuando atendió a los medios de comunicación y la ‘pelea’ continuó en las redes sociales.

Pasaron los meses, y Morata volvía a encontrarse con el Mallorca en el Metropolitano. No con Salva Sevilla, que fue suplente. De hecho, ambos coincidieron pocos minutos en el terreno de juego, pues al salir el almeriense, se marchó el madrileño.

Pero antes, Morata había tenido tiempo de hacer dos goles. Abrió la cuenta de penalti, tras repetir el lanzamiento porque en el primero Sedlar, que había cometido la pena máxima sobre él, entró en el área antes de tiempo. Asumió la responsabilidad Álvaro, y no falló. Luego, justo antes del descanso, aprovechó un servicio de su ‘socio’ Llorente nada sencillo de rematar para poner el segundo.

Lejos de cobrarse deudas pendientes, Morata celebró los dos goles de forma tranquila, pausada. Y no porque estuviese triste, ni mucho menos. El propio delantero lo explicó a la conclusión del choque: “No era tampoco un partido como para volverse loco con las celebraciones por la situación del equipo rival, que se juega la vida. Hay que saber entender la situación de los otros equipos y tampoco eran dos goles como para volverse locos celebrándolos”, dijo.


Source link