La tasa de contagios entre veinteañeros escala casi 40 puntos en un día y pone en alerta a las autonomías

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Los contagios entre jóvenes están detrás del último giro que ha dado la curva epidémica en España. Las nuevas infecciones en el país llevaban en descenso desde abril, aunque en las últimas semanas la caída era cada vez más paulatina y el pasado miércoles rompió finalmente la tendencia y empezó a repuntar hasta los 117 casos por 100.000 habitantes de este miércoles. El auge de contagios, no obstante, es irregular por grupos de edad y se centra, esencialmente, en veinteañeros y adolescentes de 12 a 19 años: en este último grupo la incidencia acumulada (IA) a 14 días supera los 287 casos por 100.000 habitantes; entre los jóvenes de entre 20 y 29 años, la IA sube más de 40 puntos en un día hasta los 293 casos.

Hay ocho comunidades donde estos niveles de incidencia en jóvenes están más disparados: Andalucía, Asturias, Cataluña, Cantabria, La Rioja, Baleares, Castilla y León y País Vasco superan la media de contagios del país entre los adolescentes, los veinteañeros o en ambos grupos. Cantabria, por ejemplo, llega a los 727 casos por 100.000 en el grupo de 20 a 29 y ya se plantea volver a cerrar el ocio nocturno. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha llamado a la “prudencia” y los expertos avisan de que, aunque la enfermedad cursa de forma leve en los jóvenes, puede provocar cuadros graves en personas más añosas de su entorno que aún no tienen la pauta vacunal completa.

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Los jóvenes son el caldo de cultivo perfecto para el virus, toda vez que el acelerón de la campaña de vacunación inmuniza a las franjas de edad superiores. Este grupo es el más desprotegido porque apenas ha empezado a recibir los primeros pinchazos y, por sus dinámicas sociales de más movilidad e interacción entre personas, alientan la transmisión del virus. Todo ello, aderezado con un escenario global de relajación de restricciones y reapertura de actividades como el ocio nocturno, ha propiciado esta “explosión” de infecciones entre adolescentes y veinteañeros, coinciden los expertos consultados. El caso más paradigmático es el del macrobrote de Mallorca, que ya afecta a más de un millar de estudiantes. Pero este episodio infeccioso no es el único: la situación se replica, a menor escala, en casi toda España. “Vamos a estar con oscilaciones [en la curva de contagios], pero desde luego, estamos convencidos de que la vacunación hará que no vayamos a un incremento mayor. Pero no podemos confiarnos porque el virus está ahí”, ha advertido Darias tras el Consejo Interterritorial de Salud de este miércoles. La ministra ha pedido “responsabilidad” a la población y “no bajar la guardia”.

Daniel López-Acuña, exdirector de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud, apunta que “se está produciendo una microola en jóvenes e influye sobre la incidencia general. Y esto no es un fenómeno ligado al macrobrote de Mallorca, es un problema asociado al fin del estado de alarma, la caída del toque de queda y la relajación del ocio nocturno. Además, ha contribuido la sensación de falsa seguridad por la supuesta invulnerabilidad de los jóvenes al virus”. Casi toda España arrastra esta tendencia al alza de contagios entre jóvenes que lastra la curva epidémica global, pero hay comunidades especialmente afectadas y con incidencias superiores a la media española.

En Barcelona, por ejemplo, los positivos entre la gente joven se han cuadruplicado desde el fin del estado de alarma y el consejero de Salud catalán, Josep Maria Argimon, ha alertado este miércoles de que la situación es “preocupante”, aunque el auge de contagios no está repercutiendo, por ahora, en una mayor presión hospitalaria. Magda Campins, jefa de epidemiología del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, coincide: “El incremento explosivo de casos me preocupa, no por los jóvenes en sí, sino porque estos interactúan en sus casas con sus padres o sus abuelos y no todos están vacunados o con la pauta vacunal completa. Si estos jóvenes no son prudentes, en los próximos días podemos ver los ingresos de sus padres”.

La capital catalana, con 273 casos por 100.000, y el sur de su área metropolitana se llevan la peor parte, pero el auge de contagios entre adolescentes y veinteañeros es global en la comunidad, que registra una incidencia de 470 casos por 100.000 habitantes en el grupo de 12 a 19 años y de 555 entre los chavales de 20 a 29, casi el triple de la media catalana global (183). Argimon ha descartado, por ahora, dar pasos atrás en la desescalada, aunque sí ha decidido abrir ya la vacunación a los menores de 30 para acelerar la protección a este grupo.

Varias personas hacen botellón en la plaza Terenci Moix en el barrio del Raval de Barcelona el 14 de mayo.
Varias personas hacen botellón en la plaza Terenci Moix en el barrio del Raval de Barcelona el 14 de mayo.Albert Garcia

Campins señala que, en el caso de Cataluña, además del aumento de la movilidad y la interacción social, desempeña un papel la expansión de la variante delta del virus, descubierta en la India y hasta un 60% más contagiosa, según el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés). La semana pasada, el Gobierno catalán estimaba que este linaje ya provocaba más del 30% de las nuevas infecciones, un porcentaje que Campins eleva ahora por encima del 50%. El último informe del Ministerio de Sanidad sobre la presencia de las variantes rebaja la presencia de la delta al 2,7% de las muestras secuenciadas, aunque asume la heterogeneidad en la expansión de este linaje entre las comunidades. El director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, insistió el lunes en que este auge de contagios no está vinculado a la variante delta, pero los expertos discrepan. “El escenario del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades es que este verano los contagios con la delta serán entre el 70% y el 90%. Y aquí también estamos caminando a eso”, tercia López-Acuña.

En Baleares, foco de inicio del macrobrote entre estudiantes que iban de viaje de fin de curso, preocupa también el crecimiento de la incidencia entre adolescentes (349) y veinteañeros (195), muy por encima de la media global de la comunidad (95). Una de las zonas que más preocupa es Menorca, donde en un solo día se han registrado 70 nuevas infecciones, muchas de ellas relacionadas con un brote surgido en las fiestas de Sant Joan de Ciutadella que implica a jóvenes. En plena escalada de casos, el Gobierno de las islas también abrió la vacunación este martes para los jóvenes de 16 a 29 años en la isla de Mallorca (desde el sábado estaba abierta en Menorca, Ibiza y Formentera).

Otra comunidad con la incidencia disparada entre los jóvenes es Cantabria: 573 y 727 casos por 100.000 habitantes entre adolescentes y veinteañeros, respectivamente. Su consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, ha admitido que el crecimiento de los contagios es especialmente preocupante en los municipios de Santander, Camargo, Piélagos, El Astillero y Laredo. Rodríguez ha asegurado que su departamento está considerando el cierre del ocio nocturno para mitigar los casos o limitar reuniones grupales en el ámbito privado o en la hostelería.

La Rioja, por su parte, roza los 460 casos por 100.000 entre los veinteañeros y una tasa de 270 en adolescentes. Castilla y León también registra una incidencia en el grupo de 12 a 19 años (315) por encima de la media española y Asturias ha reportado 348 casos por 100.000 en el grupo de 20 a 29.

Varias personas pasean por la Alameda de Hércules de Sevilla el 26 de junio.
Varias personas pasean por la Alameda de Hércules de Sevilla el 26 de junio.María José López / Europa Press

En Andalucía, con 163 casos por cada 100.000 habitantes, todos los grupos de edad superan la media española, aunque la tendencia continúa un lento descenso por décimo segundo día consecutivo. Actualmente hay un municipio sevillano, Cantillana, con más de 1.000 casos por 100.000 habitantes, en el que está restringida la libertad de movimiento y cerrada la actividad no esencial. Córdoba, con una tasa de 258, y Granada, con 207, son las provincias andaluzas con mayor tasa de incidencia. Cifras que incrementan más del doble cuando se contempla la franja de edad de 15 a 29 años. A diferencia de Cataluña o Baleares, el consejero de Salud andaluz, Jesús Aguirre, afirmó este martes que no se alterará el plan de vacunación porque en la franja de 30 a 40 años, que es la que está recibiendo la segunda dosis, la covid provoca más hospitalización que en la de 15 a 29 años.

Tampoco el País Vasco modulará su estrategia vacunal. Pese a que la tasa de contagios es más elevada entre los menores de 30 años —la incidencia entre los adolescentes supera los 341 casos por 100.000—, Osakidetza mantiene sin cambios su agenda, aunque confía en llegar al grupo de población más joven en las dos próximas semanas. La situación en esta comunidad es compleja: en la localidad guipuzcoana de Hernani se han disparado los contagios coincidiendo con la celebración de las fiestas patronales de San Juan la semana pasada y la incidencia ha saltado en solo dos días de 74 casos por 100.000 habitantes a 402,5.

Vigilancia epidemiológica

Los expertos coinciden en que la clave para frenar los contagios es, ahora mismo, la vigilancia epidemiológica exhaustiva de positivos y contactos estrechos para cortar las cadenas de transmisión y hacer pedagogía entre los jóvenes. “A igualdad de medidas restrictivas, hay desigualdad en el cumplimiento. No hay que estigmatizar a los jóvenes, pero sí ser realistas: hay que explicarles la magnitud de esto y cómo les está golpeando. No se están tomando medidas dirigidas a este grupo. Hay que intensificar los cribados dirigidos a esta población”, apunta López-Acuña. La vacunación inmediata, asegura, “no es la solución porque el efecto llegará en un mes”. Lo prioritario, concuerda Campins, es terminar de pinchar a los más vulnerables: “Tengo miedo de que se vacunen antes los de 16 a 25 que los de 29. Lo importante es vacunar a los de más riesgo”. En España, 25,3 millones de personas ya han recibido, al menos, un pinchazo, pero la cobertura es más elevada en los grupos de mayor edad. El 34% del grupo de 40 a 49 años todavía no ha recibido la primera dosis de la vacuna y el 26% del colectivo de 50 a 59 tampoco ha completado la pauta vacunal aún. Entre los sexagenarios, considerado un grupo con riesgo de desarrollar la covid grave, el 53% de ellos todavía no ha recibido el segundo pinchazo.

En lo que más discrepan los expertos consultados es en la conveniencia de dar marcha atrás en la desescalada. Campins sugiere que, hasta que el auge de contagios no impacte en el sistema hospitalario y repunte la tensión en la UCI, no hay que restringir medidas. López-Acuña, sin embargo, defiende “frenar las medidas de relajación y poner límites a la interacción social”. “Si queremos abatir la curva, hay que frenar la desescalada”, resuelve el epidemiólogo. En España, hay actualmente 2.375 personas hospitalizadas y, en concreto, en la UCI, la ocupación de pacientes con covid es del 6,5% (hay 601 enfermos en estado crítico). Los profesionales coinciden, eso sí, en que la tensión hospitalaria se trasladará a la atención primaria, que tendrá que asumir la detección y seguimiento del aluvión de positivos leves y sus contactos estrechos, además de atender a sus pacientes habituales.

Con información de Lucía Bohórquez, Mikel Ormazábal, Juan Navarro y Margot Molina.


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