La UE advierte a Londres de que la violación de los acuerdos del Brexit puede complicar su futura relación


La UE y el Reino Unido deben cimentar su nuevo vínculo tras 47 años bajo el mismo techo. Pero Bruselas advierte de que la segunda vulneración del acuerdo del Brexit en seis meses “complica la futura relación” entre ambas partes. El vicepresidente de la Comisión Europea Maros Sefcovic avisa de que seguirá adelante con las represalias previstas en los pactos del Brexit si Londres incumple los apartados sobre controles fronterizos entre Irlanda del Norte y el resto del país.

Maros Sefcovic (Bratislava, Eslovaquia, 54 años) es el guardián del cumplimiento del Acuerdo de Retirada del Reino Unido. Como responsable de la Unión Europea en la comisión conjunta entre ambos bloques, en el tiempo que lleva lidiando con Londres ha visto ya cómo el primer ministro británico, Boris Johnson, violaba dos veces los acuerdos alcanzados. Y en ambas ocasiones, por las disposiciones de un delicadísimo protocolo del Acuerdo de Retirada que fijan que la única frontera terrestre de la UE con el Reino Unido no estará en la isla de Irlanda, sino entre la provincia británica de Irlanda del Norte y el resto del país.

La Comisión Europea acusa ahora a Johnson de haber prorrogado de forma unilateral hasta octubre el periodo de gracia que permite la entrada en Irlanda del Norte sin control aduanero de ciertas mercancías procedentes de otras partes del Reino Unido, que vencía el próximo día 31. En una entrevista por videoconferencia con un grupo de medios europeos, entre ellos EL PAÍS, Sefcovic reitera la disposición de la UE a alcanzar un acuerdo amistoso, aunque si no es posible seguirá con la vía judicial. “Mantengo los canales abiertos y espero alcanzar soluciones constructivas para todas las cuestiones que plantean nuestros socios británicos”, afirma.

Sefcovic recuerda que ambas partes están experimentando ahora las “consecuencias del Brexit”. “Todos sabíamos que sería difícil”, sostiene. Las exportaciones del Reino Unido a la UE, por ejemplo, se hundieron un 41% en el primer mes del Brexit y, según Londres, la complejidad para fijar un sistema de controles aduaneros en los puertos de Irlanda del Norte se traduce en estantes vacíos en los supermercados.

Consciente del malestar que los acuerdos suscitan entre los unionistas norirlandeses, Sefcovic se mostró dispuesto a escuchar las demandas del “empresariado y la sociedad civil” de la región. “Estoy abierto a escuchar los problemas y dificultades concretas que afronta la gente de la isla de Irlanda, pero hemos de resolverlo de forma conjunta”, señala. “Es muy difícil operar en un entorno donde el Gobierno que firmó y ratificó esta ley internacional está aconsejando activamente a la comunidad empresarial que no siga las reglas y no respete la ley. Y, por supuesto, esperamos que esto se corrija”, añade.

La decisión de Johnson de dar vía libre a los productos británicos sin controles fronterizos pone en jaque los acuerdos alcanzados, que buscaban preservar los Acuerdos del Viernes Santo y la integridad del mercado único. Bruselas no quiere que los puertos de Belfast y Larne se conviertan en un coladero de artículos procedentes de fuera de la UE. Por ello, Sefcovic aboga por mantener una posición “constructiva” a la par que “firme”.

La Comisión Europea inició el pasado lunes un procedimiento de infracción contra el Reino Unido al entender que la prórroga de Johnson vulnera los acuerdos. Sefcovic remitió de inmediato una carta formal al ministro de Exteriores, Dominic Raab, y otra política al negociador británico David Frost. “Pedimos al Gobierno del Reino Unido que responda en el periodo de un mes. Por supuesto, si eso no ocurre, deberemos seguir con las acciones legales”, advierte.

El siguiente paso, subraya, será un dictamen motivado. “Eso significa que estamos llevando al Reino Unido ante el Tribunal de Justicia de la UE, con jurisdicción sobre la implementación del protocolo”, indica. “A la vez, podemos usar los mecanismos previstos en el Acuerdo de Comercio y Cooperación. Estoy hablando del arbitraje”, afirma el comisario. Eso puede llevar a sanciones financieras impuestas por un panel de arbitraje. Y, en caso de hacer caso omiso de ese veredicto, en el punto final al Acuerdo de Retirada —salvo el apartado de derechos de los ciudadanos— y del pacto comercial. “Todas esas posibilidades y opciones están sobre la mesa”, abunda el comisario.

Sefcovic no quiere hablar de ir más allá y castigar al Reino Unido en otras áreas en las que también deben alcanzar acuerdos, como la de los derivados financieros. Sin embargo, sí admite que puede tener repercusiones en el resto de carpetas que están sobre la mesa. “Cuanto más grave sea la acción legal, más dificultades habrá para los acuerdos”, apunta. Sefcovic apuesta por usar el comité conjunto para hallar soluciones y no “actuar de forma unilateral, porque eso no ayuda a nadie, agrava la situación y complica la futura relación”.


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