La urgencia para diseñar la plantilla y el presupuesto, claves del descenso del GBC

El descenso del Acunsa Gipuzkoa Basket, consumado este miércoles con la derrota ante Baskonia (63-81), encuentra en un bajo presupuesto que ha dejado al club sin margen de maniobra y en la confección contra el reloj de una plantilla descompensada algunas de sus claves.

Ha sido la temporada más complicada en ACB de los donostiarras, por la pandemia y porque a principios de verano la negativa inicial de ACB a que tomara parte en la presente edición de la Liga Endesa le llevó a acudir a los tribunales, lo que dejó al club sin margen de maniobra.

El GBC, tras ganar la batalla en los tribunales, contó con muy pocos días para cerrar una plantilla a la que la competición le ha venido demasiado grande.

Los problemas se agravaron con la lesión para toda la temporada del colombiano Jaime Echenique en el mes de enero, uno de los jugadores de referencia del equipo.

El club no pudo dar respuesta a su ausencia y se limitó a recuperar al alero Mike Carlson, que venía entrenando con la plantilla a la espera de equipo, para tener un hombre más en la rotación.

Brandone Francis, otro de los jugadores llamados a marcar diferencias, fue cortado por bajo rendimiento en enero, también sin sustituto, y el broche lo puso otra lesión, en este caso la de su capitán Xabi Oroz, que sufrió una grave dolencia en su rodilla hace tres jornadas cuando su equipo se lo jugaba todo.

Unos buenos resultados en el mes de enero y febrero habían hecho pensar a la afición donostiarra que el milagro era posible pero las fuerzas alcanzaron hasta marzo y de los últimos once encuentros los vascos solo ganaron dos.

Además, perdieron prácticamente todos los choques contra sus rivales directos por marcadores muy amplios, con lo que la salvación se convirtió ya en una quimera.

Ahora Acunsa GBC, a la vez que compite en las dos jornadas que le restan, debe remodelar su equipo, dar a conocer el futuro del cuerpo técnico que encabeza un Marcelo Nicola artífice del ascenso pero que no ha podido gestionar los mimbres con los que tenía que hacer el cesto de la ACB esta temporada, y el destino de la gran mayoría de la plantilla actual, ya que solo Mikel Motos tiene contrato en vigor para la próxima campaña.

El baloncesto guipuzcoano tendrá dos equipos en LEB Oro por primera vez, ya que Iraurgi, que trabaja el baloncesto en las localidades interiores de Azpeitia y Azkoitia, ha ascendido de manera brillante de la tercera categoría y competirá la próxima temporada en todos los terrenos con el proyecto de un Gipuzkoa Basket que tiene que poner su contador a cero desde ahora.


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