En el día 1 sin Willian
José, marcó Isak. Y marcó Oyarzabal. Y si no marcó alguien más, fue por milímetros ya que la Real, en un desbocado arranque de segunda mitad, pudo meterle cinco al Betis. Señales inmejorables para el inicio de una nueva era tras al adiós de un delantero tan influyente en el juego de la Real en los últimos cinco años. Tan claro lo vio Imanol, que retiró a toda su guardia pretoriana con 15 minutos por jugar. Se equivocó. El mensaje que trasladó fue letal para el equipo.
En el día 1 sin Willian
José, Alexander
Isak estuvo desaparecido en toda la primera parte. Encajonado entre los centrales, no encontró ni espacio ni forma para influir en el juego de la Real. Cuando se liberó un poco y retrasó unos metros su posición, pudo jugar más de cara para conectar con sus compañeros, marcar el primer gol y regalar el segundo a Oyarzabal. Nadie echó de menos al delantero de Porto Calvo.
En el día 1 sin Willian
José, cuando el Betis, que había sido un cadáver groggy contra las cuerdas, marcó el 2-1, la Real fue víctima del pánico que afecta a todo equipo que ha tenido el partido ganado y se ve incapaz de defender con cierto orden y raciocinio su ventaja. Esto, a la Real, también le ha pasado con Willian
José.
En el día 1 sin Willian
José, la Real regaló dos puntos como otras muchas veces se ha visto en el fútbol profesional. Por jugar sin la atención necesaria unos minutos en los que uno da por sentado que ya ha ganado y cuando quiere ponerse manos a la obra ya es tarde. Pero esto habría ocurrido con y sin Willian
José.
Willian
José ha formado parte de la escena desde 2016 siendo un futbolista esencial en muchos de los éxitos recientes. Pero hace tiempo que se había ido. Prescindir del brasileño, de hecho, es la maniobra definitiva en el cambio de estilo que acometió la Real, olvidando el juego al pie en busca de explorar los espacios. El brasileño, de alguna forma, era el último vestigio de ese pasado. Es ésa propuesta la que, en los cuatro meses que quedan de temporada, tendrá que llevar al éxito a una Real que ayer cometió un error garrafal en su intento de rearmarse en esta nueva era. Porque con y sin Willian
José, la Real ha ganado uno de los diez últimos partidos de Liga lo que convierte el empate de ayer en una irresponsabilidad de tal magnitud que nadie en el seno del equipo podrá negarlo.
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