Antes de que el partido de ida se jugase, en el propio
Atlético de Madrid
ya sabía que iba a ser así, pero este mismo miércoles se confirmó por la UEFA, que la vuelta se disputará en el campo del Chelsea.
La UEFA acaba de confirmar que estos octavos de final de la Champions
League se podrán jugar en el césped de los Blues, mientras que el choque de ida se jugó el partido de ida en terreno neutral.
Todos los octavos de final de la Liga de Campeones en los que participan clubes ingleses se desarrollaron en terreno neutral, debido a los diferentes protocolos sanitarios de cada país. Pero para los partidos de vuelta, el protocolo se ha suavizado y la UEFA consideró por tanto que el partido de vuelta Chelsea – Atlético de Madrid podría jugarse en Stamford Bridge.
El Chelsea, por tanto, habrá tenido la ventaja de moverse en terreno neutral y recibir en su propio terreno. El partido de vuelta está previsto para el 17 de marzo (21:00 horas), el Atlético de Madrid tendrá que ganar en Stamford Bridge para aspirar a clasificarse a cuartos de final.
En el Atlético se sabía de antemano que eso pasaría pero eso no quiere decir que no haya mosqueado. Sobre todo por la falta de unidad en los criterios. Por ejemplo, este jueves se jugará en Atenas un Arsenal-Benfica con el cuadro londinense como local. Equipo, el de los ‘Gunners’, de la misma ciudad que el Chelsea.
Desde el equipo colchonero, técnico y jugadores, no se ha querido alzar la voz, porque en el fondo no sirve de nada. “No gastamos ni tiempo ni energía en algo sobre lo que no podemos decidir”, explicaba Savic en la ida.
“Sinceramente lo que pienso es que en este momento, con muchos problemas para muchos trabajadores, nosotros que podemos jugar donde sea y cuando sea, pues es que nos encanta el fútbol… Es donde tenemos que jugar, donde podemos jugar, estamos concentrados en ello”, señalaba Simeone también antes de jugar.
DOBLE RASERO
Pero lo cierto es que en este caso, existe un claro perjuicio para algunos equipos. El caso más claro, el del Atlético. Al club colchonero no sólo le costó económicamente tener que jugar en Bucarest, sino que deportivamente estaba también en desventaja. Hasta el propio entrenador del Chelsea lo dijo en la previa.
Y casos como el del Arsenal demuestran que, una vez que no había posibilidad de jugar como local ante un equipo inglés para el Benfica, lo más justo era jugar los dos partidos fuera. El choque de ida no se disputó en Lisboa, sino que se jugó en Roma. Y la vuelta se jugará este jueves en Atenas.
Es la única excepción, porque el resto de equipos ingleses sí que se han aprovechado de esta circunstancia. El Leicester jugó sin problemas en Praga. El Tottenham se midió en Budapest al Wolfsberg austriaco. El Manchester United jugó ante la Real
Sociedad en Turín…
Y en Champions, más de lo mismo. El City juega en Budapest ante el Monchengladbach, el Liverpool se midió también en esta ciudad al Leipzig. Pero la vuelta será en Inglaterra en todos los casos.
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