La Roja ya es la sexta del ranking FIFA

Laia Codina regresa por todo lo alto

Tras su exitosa aventura en el AC Milan, donde se consolidó como una estrella tras ser cedida por el Barça, Laia Codina (22 años) ha regresado a casa por todo lo alto. La ‘hija pródiga’ ha crecido, ha madurado como futbolista y ha eclosionado a nivel mundial para convertirse en una pieza básica tanto en el Barça que la vio crecer como en la selección española, donde debutó el martes ante la poderosa Estados Unidos con un gol para abrir el marcador que acabaría con 2-0 y victoria histórica para las de Jorge Vilda.

La defensa catalana fue titular en El Sadar ante la vigente campeona del mundo en el segundo amistoso de España antes de la cita mundialista. No se había estrenado aún con la selección, pero las numerosas bajas tras la polémica con el seleccionador nacional y el novedoso sistema 3-5-2 que planteó España la colocó en la banda derecha de la retaguardia teniendo que marcar nada más y nada menos que a Megan Rapinoe.

La de Campllonch (Girona) estuvo brillante en la faceta defensiva y, además, sorprendió con su gol después de un lanzamiento de córner. Llegar y besar el santo: “Ni en sueños me lo podía imaginar. Estoy muy contenta y feliz por el debut y el gol pero sobre todo por la victoria de todo el equipo”, decía mientras sus compañeras la rociaban con agua y la agasajaban.

La única azulgrana en un ‘once’ plagado de madridistas añadía: “Estoy feliz por el resultado, por el equipo, por el trabajo y porque sabemos que es un día histórico”. Y a la cuestión de que llegaba a la Roja por la lesión de Ana Tejada, explicaba que “yo empecé el lunes pensando que iba con la Sub’23 y al final estoy aquí. Las oportunidades son pocas pero al final aquí están y se agradecen. Hay muchas jugadoras nuevas y nos hemos de conocer aún, pero este es el camino”. Y concluía que “sabíamos que se podía dar todo eso y se dio. Hay que dar las gracias a la gente, al fútbol femenino y a seguir”, señaló.

Laia ha sabido esperar su oportunidad y la ha cazado al vuelo. Con discreción y humildad pero con ambición y convencimiento. Su mejor baza es el talento que atesora y las ganas de hacerse un nombre por méritos propios nada menos que en el Barça y en la selección española, ahí es nada. La competencia es brutal pero no le asustan los grandes retos.

Hace dos años una grave lesión del cartílago rotuliano de la rodilla derecha la obligó a pasar por quirófano y a vivir la cara más amarga del deporte. El contratiempo le cortó su progresión pero nunca se vino abajo y más tarde decidió salir cedida a la Liga italiana para recuperar protagonismo.

Ahora Laia está dispuesta a demostrar que tiene mucho recorrido y se siente preparada para mostrar su mejor versión




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