LaLiga ha hecho oficial este martes el escrito de denuncia de los gritos racistas proferidos por un reducido número de aficionados locales contra Iñaki Williams en el Espanyol-Athletic Club del pasado sábado.
De esta forma la patronal da traslado de los hechos al Comité de Competición y a la Comisión Antiviolencia para que estos organismos adopten las decisiones que consideren oportunas al respecto.
En su denuncia, LaLiga atribuye los gritos racistas a “varios aficionados locales, sin poder determinar el número”, ubicándolos en “el graderío Gol Cornellà”. Los gritos, entonados “durante aproximadamente 10 segundos y al mismo tiempo que el jugador pasaba frente a ellos para dirigirse a su banquillo”, fue el “uh, uh, uh, uh, onomatopeya que imita el sonido emitido por los monos” y utilizado “con ánimo racista y de menoscabar la integridad de su receptor” y dirigido “a las personas de raza negra”.
LaLiga incluye en su denuncia la condena tajante y explícita de “cualquier muestra de racismo” realizada por el Espanyol a través de un mensaje difundido en sus redes sociales y de su página web.
Asimismo, califica el incidente de “hecho aislado” al tiempo que subraya el “adecuado comportamiento” del resto de seguidores locales durante todo el partido.
Fue el propio Williams quien denunció los hechos al final del partido, tal como recoge el escrito de la patronal, que subraya la “excepcional repercusión social y cobertura informativa” producida por estas declaraciones.
Ahora queda en manos de Competición la adopción de posibles sanciones contra el Espanyol, que podrían acarrear el cierre parcial de las gradas desde las que partieron los gritos e insultos racistas.
El conjunto blanquiazul anunció este mismo lunes a última hora de la tarde que había identificado a 12 espectadores como protagonistas de los hechos. Nueve de ellos son socios del Espanyol, que se reserva la adopción de medidas disciplinarias, que podrían llegar a la retirada del carnet de socio a los implicados.
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