‘Lamb cakes’: los pasteles de Semana Santa que se colarán en tus pesadillas


“Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros”. Esta frase, tantas veces repetida en las misas españolas, se podría cantar perfectamente después de ver algunos lamb cakes que circulan por la red. El pastel con forma de cordero pascual, dulce típico de Semana Santa en muchos países de Europa, podría considerarse una cucada cuando está bien ejecutado. Sin embargo, si su preparación cae en manos inexpertas, la monería se transforma en pesadilla, y esta tradición de raíz cristiana comienza a oler a azufre y a satanismo.

Aunque el origen de estas tartas es incierto, su relación con la costumbre ancestral de hacer panes y otras preparaciones horneadas con formas de símbolos religiosos parece clara. En el cristianismo, agnus dei (cordero de Dios) es una de las formas de llamar a Jesús, y su encarnación en forma de pastel también está relacionada con la Cuaresma, ese tiempo en el que no puedes comer carne pero sí ponerte como un Pepe a postres con bien de harina, huevo, miel o azúcar.

En diferentes formas y composiciones, los corderos pascuales en versión trampantojo dulce se comen en países como Polonia, Alemania, Chequia, Eslovaquia, Francia o Italia. En Estados Unidos las popularizaron los inmigrantes europeos, y su explosión llegó entre los años cuarenta y cincuenta, cuando los moldes se hicieron accesibles a cualquier pastelero doméstico. Ya en el siglo XXI, los lamb cakes han experimentado cierta resurrección gracias al auge de la repostería creativa, aunque en internet han triunfado sobre todo por su potencial como generador de fails: más que sus versiones perfectas, se viralizan las más fallidas y esperpénticas, como las que han aparecido en blogs como Cake Wrecks o Bored Panda.

En su versión más extendida, los lamb cakes son bizcochos con forma de cordero postrado, cubiertos de azúcar glas, glaseado o cobertura de mantequilla. Los ojos, boca y otros detalles del animal pueden estar hechos de los materiales más diversos. “Los descubrí originalmente en su versión checa, el beránek, y alemana, el osterlamm, que es más discreta que la heredada por los americanos”, asegura la profesora de pastelería y creadora de Alma’s Cupcakes Alma Obregón. “Una vez ves los lamb cakes decorados con crema de colores, ya nunca salen de tu retina. Supongo que me atrevería a preparar uno, aunque sólo fuera por las risas. Creo que no puede salir bien. Hagas lo que hagas”.

Para Obregón, los lamb cakes son algo tan kitsch que la elevada posibilidad de catástrofe es parte de su encanto. “Los principales errores vienen con la decoración. El bizcocho checo o el alemán se decoran simplemente con azúcar glas (un gran acierto), pero en el momento en el que sacas la manga pastelera y crema de mil colores… o consigues hacer algo muy cuqui o directamente vas a acabar en el museo de los horrores pasteleros”.

“Son pasteles aparentemente fáciles, porque tienes un molde con la forma y ya te imaginas que no tiene mayor dificultad que hacer el bizcocho”, añade Bea Roque, autora del blog El Rincón de Bea y de varios libros de repostería. “Ay amigo, pero empieza a decorar. Algo tan aparentemente fácil como hacer unos remolinos con buttercream y una boquilla, requiere una buena práctica”. Roque da algunas pautas para quien se atreva: “Yo haría un layer cake o tarta de pisos y lo decoraría con remolinos de buttercream o nubes de azúcar. Pintas una carita con glasa, o incluso pones un topper, y quedas como una reina”. Sofía Janer, responsable de La Dramerie, lo convertiría en “una figura de chocolate minimalista (o minianimalista, en este caso), completamente libre de frostings y cremas infumables cargadísimas de azúcar”.

Puede que tras el fenómeno lamb cake se esconda una pulsión muy de nuestra época: la de la de creer que puedes hacer cualquier cosa porque has visto un vídeo en YouTube. “De hecho”, afirma Janer, “podría compararse con los humoristas aficionados que se ríen de sus propios chistes casposos y piensan que hacen gracia porque su familia y allegados así se lo han dicho. Antes de hacer un lamb cake, yo me preguntaría: ¿soy capaz de dibujar un cordero? ¿Y de formarlo con barro? Porque requiere cierta habilidad de modelaje… ¿Tengo tiempo suficiente? En muchas fotos se ve que han querido ir rápido: o han echado el frosting con el bizcocho caliente o han pasado completamente de usar un color apetecible. Añade los ojos siniestros de algunas tartas, y si miras las imágenes demasiado rato, te empiezan a sangrar los tuyos”. Valga esta frase final como advertencia de lo que viene a continuación.

CORDERO FANTASMA

Este lamb cake con claros signos de maltrato recuerda lejanamente al fantasma de Isabel II que apareció en nuestro vídeo de las cocinas del Palacio Real. Según cuenta la mujer que colgó la foto en Flickr, Mpgarascia, lo hizo su primo con el molde de la abuela, y todo parece indicar que el chico no era muy hábil con la crema de mantequilla. “Creo que es uno de mis favoritos”, asegura Alma Obregón. “Por si el glaseado no era terrorífico los dos ojos rojos (¿grosellas?) le dan el toque final. Desde luego no sé si para Pascua, pero para Halloween triunfa. Es terrorífico pero adorable. Y esas puntas del glaseado que parece que sean un flequillo despeinado… maravilla”.

CORDERO FLORIDO

Primer candidato firme a poblar tus peores sueños, este cordero pascual tiene ojos de muñeco de peluche, orejas de ¿jamón serrano?, un lacito al estilo de Schlitzie, unas pegatinas de flores de las que se ponían en las bañeras para no resbalarse y unos ambientadores de coche alrededor. Pero el detalle que lo eleva a obra maestra son las perlazas que lo bordean, clásicas a la par que elegantes. “No tengo palabras”, reconoce Alma Obregón. “El ansia de decorar lo indecorable llevado al extremo. Cabe observar que el lazo, los ojos, los tréboles, las perlas, la cola y la nariz no son comestibles. Espero que no se comiera nadie ninguna de esas partes”.

CORDERO FUMADOR

Si las hermanas de Marge Simpson fueran un cordero pascual, adquirirían la forma del lamb cake de la usuaria de Facebook Katrina Ribordy. Ella lo denomina DILLIGAF (Do I Look Like I Give A Fuck?) lamb cake, es decir, “pastel de cordero ¿Tengo pinta de que me importe una mierda?”. Por increíble que parezca, forma parte de una larga tradición de corderos abizcochados que fuman. “Si hay algo salvable es la capa de chocolate, que ni me planteo que esté atemperado, pero al menos ha optado por eliminar el frosting infame”, reconoce Sofía Janer. “Me encanta el detalle de poner la tarta al sol, para el chocolate todos sabemos que es lo mejor”.

CORDERO ‘DRAG RACE’

Según mi teoría, este cordero concursó en RuPaul’s Drag Race, se puso silicona en los labios al salir del programa, y algo salió mal en la operación. Bea Roque tiene una explicación más ajustada a la realidad: “De todos estos pobres animalillos, que no hay por dónde cogerlos, es el único que iba bastante bien encaminado. El cuerpo y cabeza están prácticamente perfectos, pero al llegar a la decoración de la cara… un gran fail”. “Me encanta”, secunda Alma Obregón. “Parece que lo haya dibujado mi hija. Es adorable. ¿Alguien sabe con qué han hecho el césped? Parece el típico relleno de caja… de papel”.

EL CORDERO PERRO CONEJO

“Los errores más habituales en los lamb cakes son el querer extender la glasa o el buttercream y dar forma a la boca y a los ojos”, explica Bea Roque. Yo diría que este cae en los dos, y con sus orejas y sus dientes se transforma en un animal de especie fluida con algo de perro y algo de conejo. “Otro de mis favoritos”, añade Alma Obregón. “Creo que siempre que tenga un mal día lo recordaré y pensaré: podría ser peor. Podría ser el cordero perro conejo”.

CORDERO EN ÁCIDO

“En mi cabeza era más cuqui”, asegura Howieread, la persona que colgó este lamb cake bajo la influencia de las drogas en Reddit. “Yo habría elegido dos pepinos en lugar de las fresas, en plan cordero en el spa”, comenta Alma Obregón. “No entiendo muy bien lo de la fresa de la cabeza, pero bueno… realmente no entiendo nada, y me encanta”.

CORDERO REPOLLO

Moxie Carroll presentó el primer lamb cake que hizo en su vida a un concurso de la web Mid Century Menu. “Fue divertido, aunque poner los chips de chocolate llevó muchísimo más tiempo del que cualquier ser humano habría imaginado. Es mi nueva práctica zen”. Alma Obregón pone el acento en lo realmente inquietante de este cordero, por lo demás bien ejecutado: “De la sobredosis de chips de chocolate blanco no voy a comentar nada, pero de los ojos, esos ojos…”.

CORDEROS DEL DR. MOREAU

“No puedo parar de reír al ver esta foto”, se parte Alma Obregón. “No sé si me gusta más el del fondo (que parece un oso polar que pasaba por ahí y se ha visto rodeado de corderos diabólicos), los de detrás (que no se sabe muy bien qué animales son) o el del primer plano con esos ojos saltones y el pelo pincho de merengue. Me encanta la pandilla al completo”.

La autora del rebaño, Bridget Brown, contó con pelos y señales cómo lo perpetró en la web EstateSales.net. Sus conclusiones finales: “A veces, las orejas se caen y las vuelves a poner un poco torcidas. A veces tus corderos se verán un poco… sarnosos. A veces, parecerán llamas socialmente incómodas. Pero detrás de la mirada fría y dura de esos ojos dulces, hay un pastel delicioso. ¿Y no es eso lo más importante?”.

CORDERO ‘DEVIL CAME TO ME’

Por si sus ojos y su sonrisa maléfica no fueran suficientes, el flambeado de este cordero es la prueba definitiva de que no es el hijo de Dios, sino un vástago de Satán. “Creo que la idea era hacer un merengue tostado, pero se les ha ido un poco de las manos y parece el cordero diabólico”, confirma Alma Obregón. “Por cierto, se está prendiendo fuego la base de la tarta y se acerca peligrosamente a las flores”.

CORDERO REPTILIANO

La responsable de este fistro, Beth Harris, pinchó en un punto clave de los lamb cakes. “Hay que usar una masa densa y rellenar lo suficiente el molde. Si sobra o falta, el resultado es un desastre”, explica Alma Obregón. A Harris le faltó, pero no por ello se echó atrás: unos ojitos, una nariz y una boca de glasa real, y tira p’alante. “Es un cordero o un personaje de V?”, se pregunta Alma. Apostamos por lo segundo.

TIKI CORDERO

Kelly Dobies también se presentó al concurso de Mid Century Menú, con esta maravilla a la que denominó “glamma-lamba-tiki queen”. Con su mirada resignada, esta cordera hawaiana parece estar diciendo “qué hago aquí’ y “quién me ha pintado los labios”. Nótense también los pollitos en sus nidos, que por dar la chapa con sus pío píos han recibido un tiro en la cabeza.

CORDERO ENVASADO AL VACÍO

Los corderos pascuales dulces también se venden hechos en Estados Unidos. Sin embargo, la intervención de pasteleros más o menos profesionales no garantiza necesariamente buenos resultados. Se desconoce qué le ocurrió a esta criatura para acabar pareciendo una pintura abstracta… o el trabajo de fin de curso de un niño de cuatro años.

“Espero no encontrarme con una de estas tartas en alguna pastelería cerca de casa, ni de noche al fondo del pasillo”, añade Sofía Janer. “Nunca he intentado hacer una, pero podría ser una experiencia religiosa increíble. De todos modos, quizá basta con decir ‘lamb cake’ tres veces delante del espejo y se te aparece uno de estos que está un poco ayuwoki, y no sabes si es un cordero o la figura de Michael Jackson pidiendo socorro”.

CORDERO BUKKAKE

Este pastel iba bien encaminado al salir del horno, pero a alguien le pareció buena idea mancillarlo con copiosas eyaculaciones de glasa. Así se convirtió en el protagonista de Lamb Cake Gang Bang, la única película pornorepostera de la historia rodada con corderos pascuales de bizcocho.

CORDERO ‘THE WALKING DEAD

Cualquier apocalipsis zombi puede afectar también a los lamb cakes. He aquí la prueba, un cordero muerto viviente con sus correspondientes llagas tumefactas, ojo caído y atractivo color verde putrefacción. ¿Y lo a gustito que está descomponiéndose? Se le ve feliz porque ya no tiene más obligaciones que morder a otros corderos para contagiarlos.

CORDERO VEGANO AZUL

“Semana Santa, una fiesta de alegría, paz y nueva vida”, dice el titular del recorte que inspiró a Cherie Savoie Tintary este cordero sin ingredientes de origen animal. La autora no fue capaz de transmitir ninguno de esos buenos sentimientos a su obra, que parece un perrillo apaleado al que han echado un cubo de pintura encima.

CORDEROS EN PAREJA MULTIRRACIAL

Érase una vez un lamb cake de chocolate hallado en las excavaciones de Pompeya y otro lamb cake blanco al que le había caído un kilo de coco rallado encima. Ambos se conocieron en el blog de su creadora, Ciao Chow Linda, se casaron, vivieron felices y murieron decapitados.

“Está bien salir de la zona de confort cuando elegimos una receta, porque es la mejor forma de aprender nuevas técnicas”, comenta Alma Obregón. “Pero para esto yo quizá evitaría elegir un lamb cake. En general, evitaría (seamos experimentados o no) cualquier tarta con forma tridimensional que tenga cara, cuerpo y altas posibilidades de acabar teniendo un aspecto terrorífico”.

CORDERO VAMPIRO

Después de cantar con Billie Eilish, el conde Draco pensó que había llegado a la cumbre artística de su carrera. Así que decidió dejar Barrio Sésamo, echarse encima una piel de buttercream y convertirse en lamb cake.

CORDERO HIPERREALISTA

Los corderos anteriores asustan por sus defectos. Este da miedo por su realismo. La piel y los ojos están hechos del mismo material que las pesadillas. Y la hoja de perejil en la boca es el detalle final por el que jamás en la vida querrías que esto entrara en tu casa.

CORDERO MEJORADO: EL ANTES Y EL DESPUÉS

Nos despedimos con el que probablemente sea el mejor cordero pascual fallido de la historia. Lo perpetró hace tres años una mujer llamada Teresa Such, que se fue a casa de su tío a celebrar la Semana Santa con un pastel comprado en una tienda. Como su aspecto no le gustaba, se decidió a arreglarlo quitándole el glaseado y sustituyéndolo por una cobertura, y acabó obteniendo una inapelable obra maestra. Felicidades, Teresa: tú sí que entendiste el verdadero espíritu de los lamb cakes de Semana Santa.


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