De izquierda a derecha, Rashida Tlaib, Ilhan Omar, Ayanna Pressley y Alexandria Ocasio-Cortez. En vídeo, sus declaraciones. J. Scott Applewhite AP
Las cuatro congresistas demócratas atacadas por Donald Trump con mensajes de contenido racista, en los que les pedían que “vuelvan a sus países”, pese a ser estadounidenses —la mayoría de ellas, de nacimiento— , acusaron este lunes al presidente de promover “la agenda del nacionalismo blanco” y tratar de distraer la atención de los problemas que realmente preocupan al país. “Quiero pedir a los estadounidenses y toda la gente en esta sala y más allá no morder el anzuelo. Esta es una distracción de las cosas que importan y tienen consecuencias para los estadounidenses, y por las que fuimos enviadas aquí a trabajar”, recalcó Ayanna Pressley, representante por Massachusetts y primera en tomar la palabra en la rueda de prensa en la tarde del lunes.
Pressley se refirió a Trump como el “ocupante de la Casa Blanca”, ya que, explicó, “solo está ocupando espacio”. El magnate neoyorquino, sostuvo, carece de la empatía y capacidad para presidir Estados Unidos. La convocatoria ante la prensa tuvo lugar horas después de que Trump no solo no matizase sus ataques a las congresistas, sino que los redoblara, asegurando que odian el país y que, por tanto, deberían marcharse.
Las aludidas son la afroamericana Pressley, nacida en Ohio; Alexandria Ocasio-Cortez, neoyorquina de origen puertorriqueño; Rashida Tlaib, nacida en Detroit de padres palestinos, e Ilhan Omar, la única nacida fuera de Estados Unidos y que obtuvo la nacionalidad cuando era adolescente, tras llegar de Somalia siendo niña. Esta última resulta la más criticada por el republicano. “En uno de los casos, es alguien que vino desde Somalia, que es un Estado fallido”, resaltó Trump este lunes, “y ahora es una congresista que nunca está contenta y dice cosas horribles sobre Israel”.
También la acusó de simpatizar con Al Qaeda. Omar se negó a responder a ello. “Cada vez que hay un supremacista blanco que ataca o un hombre blanco que mata en una escuela, o un cine, o una mezquita o una sinagoga, yo no espero que los blancos de mi comunidad respondan si aman o no a esa persona”, dijo la congresista de Minesota. “Esta es la agenda de los nacionalistas blancos, tanto si pasa en un chat, en una televisión de ámbito nacional o ahora que ha llegado al jardín de la Casa Blanca”, criticó.
El incendio comenzó el domingo, cuando el republicano escribió el siguiente mensaje en Twitter: “Qué interesante ver a las congresistas demócratas ‘progresistas’, que proceden de países cuyos Gobiernos son una completa y total catástrofe, y los peores, los más corruptos e ineptos del mundo (ni siquiera funcionan), decir en voz alta y con desprecio al pueblo de Estados Unidos, la nación más grande y poderosa sobre la Tierra, cómo llevar el Gobierno”, dijo. “¿Por qué no vuelven y les ayudan a arreglar esos lugares, que están totalmente rotos e infectados de crímenes. Entonces que vuelvan aquí y nos digan cómo se hace”, añadió.
Este lunes no rectificó, pero llevó el foco de atención al terreno ideológico, en lugar del étnico, acusando a las mujeres de promover el “socialismo”. Ocasio-Cortez, Tlaib, Omar y Pressley, apodadas en Washington como el “escuadrón” (squad) llegaron como nuevas congresistas en enero pasado, tras salir elegidas en las legislativas de noviembre, y forman parte del ala más progresista del partido. Ocasio-Cortez, la más mediática, respondió este lunes: “Uno no deja las cosas que ama y nosotras amamos este país”.
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