Lo mejor que pueden hacer sus rivales es no retarles, porque a cada desafío, a cada ‘a que no….’, responden con aquello de “¿qué no? Sujétame el ‘Aquarius’”. La Real Sociedad está normalizando y acostumbrando a su parroquia a dinamitar los pronósticos y lograr todo lo que ambiciona. Las ‘jabatas’ de Natalia Arroyo, tras la fuga de diez de sus principales talentos y futbolistas más curtidas el pasado verano, no entraba en ninguna quiniela para acceder a la Champions; pero han mandado al carajo las previsiones, y tras tocar las estrellas el domingo pasado, hoy pueden certificar el segundo puesto. Hace tres años protagonizaron una hazaña similar con la consecución de la Copa de la Reina. Todos daban ganador al Atlético. ¿Todos? No, una pequeña aldea de jornaleras de la gloria se lo creía. Y lo logró. El miércoles se cumplen tres años de la noche mágica de Granada.
Por todo ello, MD ha querido reunir a las cuatro supervivientes del título copero de 2019, el primero en la historia del equipo femenino txuri urdin: Iraia Iparragirre, Nerea Eizagirre, Maddi Torre y Ane Etxezarreta. Adriana Nanclares viajó, pero no pertenecía a la plantilla. “Pienso en ello y todavía me crea mariposas en el estómago”, evoca Iraia. “Salió todo redondo”, remarca. “Recuerdo las lágrimas de emoción de mi familia al final del partido y yo les decía: ‘No lloréis, que hemos ganado”, rescata Nerea. Maddi sigue sintiendo una alegría inmensa al mirar por el retrovisor: “Sabíamos que de verdad la podíamos ganar y ejecutamos el plan a la perfección”. Ane recalca que “no éramos favoritas y fue inolvidable por cómo luchamos; será difícil de repetir”. Todas citan el pitido final como el momento de mayor éxtasis.
Ane, Iraia, Nerea y Maddi sujetan una bufanda de la Real Sociedad, el club de sus amores
Destrozando los pronósticos
Entonces y ahora, la Real no estaba llamada a abrazar el éxito: “Para mí fue más inesperado ganar la Copa”, significa Iraia. Además, todo fue mucho más corto y lo obtenido este año, este “temporadón”, obedece a un proceso cocinado desde el principio hasta el final. “Hay tan pocas ocasiones de hacer algo grande, que todo el mundo piensa que va a ser otro equipo el que lo logre”, apunta Maddi, encantada de que la Real se haya colado en esta fiesta. Para Ane es como si no hubiese pasado el tiempo, pese a que “el equipo ha cambiado muchísimo”:“Para mí es como si fuese ayer”. Nerea sigue ampliando su currículum y su diario de emociones con sólo 22 primaveras: “Están siendo años muy intensos, la verdad”, reconoce.
Iraia no está pudiendo disfrutar en el campo de este éxito por su lesión: “Te sientes un poco apartada, pero cuando he estado bien, he aportado mi granito de arena”, señala. A su juicio, la clave del buen hacer de esta temporada ha sido la “regularidad” y no fallar nunca o casi nunca en aquellos partidos “que parecían más fáciles”.
¿Inesperado? Para los demás
Para Nerea, la Copa y la futura participación en Champions son el fruto del trabajo continuo de tres lustros y puntualiza: “Un título de Copa puede no reflejar el nivel que tienes, pero ser segundas sí porque hay que ser muy constantes”.
Sobre este logro presente, Maddi subraya que no ha sido una sorpresa en el vestuario: “Nosotras creíamos desde el primer momento en que podíamos quedar segundas tras el Barça”. Y el paso de las jornadas sólo acrecentó esa sensación. En línea parecida se expresa Ane: “Se suponía que nuestro puesto estaba entre el quinto y el octavo, nadie contaba con la Real, pero nosotras estábamos convencidas de que podíamos ser segundas”. Recuerda, además, que en la Copa pasó “lo mismo” pese a que ellas eran “inferiores al Atlético”.
Es difícil ponerle un techo a esta Real, aunque no será fácil emular estos éxitos en el futuro: “Somos un rascacielos y estamos todavía en los pisos de abajo”, es la metáfora que utiliza Iraia. “Podemos crecer muchísimo todavía”, apuesta.
Las cuatro realistas enarbolan una bandera de la Real de MD
Ambición por todo lo alto
“Mientras yo esté aquí, hay más allá, claro que hay más allá de esto”, replica Nerea, que se quedó pese a tener una mejor oferta del City: “Todas mis expectativas se han cumplido, somos un equipo joven con mucho potencial que se puede exprimir mucho más”, añade. Su intención es repetir participación en Champions los próximos años, su sueño es otro: “Ojalá estemos algún día cerca de ganar la Champions”.
Maddi tiene los pies más atados al suelo: “Hablar de ganar ligas en una competición en la que el Barça es indestructible es muy difícil”, aclara cuando se le cuestiona si es posible dar un paso más. “Quizá no quedemos segundas y nuestro punto fuerte esté en la Champions”, añade. Ane también prefiere avivar el fuego de la prudencia: “Lo que realmente quiero es que continuemos con esta ambición que tenemos y mantener el listón de los resultados”. Ya conocen la senda y su propósito es seguir caminando con fuerza y decisión.
Falta un punto en dos partidos para ser segundas, que es muy importante para evitar la Ronda 1 de agosto: “Les dije en calentamiento: ‘Los pies en el suelo, que todavía no lo hemos conseguido’”, revela Iraia.
Todas comienzan a pensar en posibles escenarios grandiosos por Europa y rivales de renombre. Maddi prefiere evitar ‘cocos’ de partida, aunque estas ‘jabatas’ demuestran que pueden con todo