La Real navega entre la niebla desde hace un mes. La noche en el Diego Armando Maradona luce como la única alegría de un tramo de nueve partidos en los que el conjunto de Imanol
Alguacil se ha enfrentado a factores adversos que no ha sabido superar con éxito. La fatiga ha sido uno de los más dañinos, afectando al rendimiento de la mayoría de sus futbolistas.
Hasta el triunfo de Cádiz, la mayoría vivía su particular estado de gracia. Daba igual quién jugase. Daba igual quién faltase. Todos brillaban. En el último mes, son casos contados los jugadores cuya evolución marca una línea ascendente. La gran excepción a esta tendencia es Willian
José.
El delantero brasileño va a más. Llega al final del 2020 ofreciendo su mejor rendimiento del curso. Es, actualmente, el ‘9’ más sólido del equipo, tanto fuera del área como en el aspecto anotador, en el que poco a poco va emergiendo.
El puesto de delantero centro era el único lunar en el arranque de curso. Ni Isak ni Willian
José mostraban fiabilidad para rematar el caudal del juego de un equipo que se nutría de los goles de Portu y Oyarzabal para dominar en Liga. El de Porto Calvo se estrenó en la octava jornada de Liga, el 1 de noviembre, con un doblete en Balaídos aprovechando en boca de gol dos regalos de Portu. Era su tercer partido como titular y el primero en el que completaba los 90 minutos.
A finales de ese mismo mes, Willian comenzó a reencontrarse con su mejor fútbol. Ante el Villarreal, el ‘9’ fue oxígeno puro para la salida de balón del equipo. Se vació en la presión y se fajó en disputas que convirtió en balones de cara para los futbolistas de segunda línea. Le faltó presencia en el área, algo que demostró en Nápoles. Su gol en el descuento desató la euforia. En el Camp Nou marcó por segundo partido consecutivo (no participó ante el Eibar). Su rendimiento ofrece motivos para la esperanza.
Tres canteranos
Hay otros nombres que cotizan al alza en una Real titubeante. Las rotaciones han abierto la puerta de los minuto a Aihen
Muñoz. Titular en cuatro de los seis últimos partidos de Liga, vive un momento dulce de juego y confianza.
Igor
Zubeldia se ha hecho un hueco en la zaga. Lesionado Aritz y reconvertido definitivamente a la posición de central, atraviesa un buen momento físico superada la lesión. Sus notables anticipaciones se vieron afeadas por su error en la marca de Hermoso en el 0-1 ante el Atlético.
Martín
Merquelanz, por su parte, ha sido elegido para iniciar tres de los últimos cinco partidos de Liga, para cumplir la labor más difícil: suplir Oyarzabal o, en Levante, a Silva. El irundarra, siempre participativo, estuvo a punto de marcar en el Ciutat de Valencia. Con todo a favor, disparó alto. También fue el único en probar a Jan
Oblak, pero el esloveno se estiró para despejar su golpe franco.
La Real lleva un mes sin ganar. Su fútbol se ha resentido, le cuesta ver puerta y, en la última semana, su solidez defensiva ha presentado algunas grietas. Un tramo de niebla en el que, sin embargo, se intuyen algunas luces
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