Las presiones de Xavier Vendrell al Govern de Torra: “Con todo lo que he hecho por este país y ahora me tocan los cojones”


El empresario Xavier Vendrell, hombre cercano al expresidente Carles Puigdemont y uno de los organizadores en la sombra del referéndum del 1-O, es el que sale peor parado en la investigación abierta por un juez de Barcelona para indagar el desvío de fondos públicos al procés. Las conversaciones telefónicas grabadas por los investigadores revelan no solo su participación en esa supuesta trama, sino sobre todo sus presiones para lograr que altos cargos de la Generalitat, incluidos consejeros del Gobierno de Quim Torra, se plegaran a sus deseos para obtener beneficios económicos.

Vendrell, que fue consejero de Gobernación con Esquerra Republicana durante el tripartito y ahora es empresario, se muestra molesto cuando cree que los políticos catalanes no le tratan con el respeto que merece: “Con todo lo que yo he hecho por este país sin pedir nada a cambio y me están tocando los cojones por todo el tema del concierto, me están haciendo perder tiempo, ¡hostia!”, dice en una suculenta conversación con su socio Patricio Chadwick. Vendrell alude a un trámite para lograr la recalificación de unos terrenos de su propiedad en Cabrera de Mar (Barcelona) en el que quiere instalar entre otras cosas una escuela concertada de educación especial.

En una sola llamada, y sin saber que está siendo grabado, Vendrell resume algunos de los negocios en los que está involucrado y para los cuales necesita el impulso de sus amigos en el Govern. “Agilizar esto un poco.. Llama a la consejera de Salud [Alba Vergés] por todo el tema de los laboratorios, llama al Bargalló [Josep Bargalló, consejero de Educación] y llama al Chakir [Chakir El Homrani, consejero de Asuntos Sociales] por todo el tema de… de Villa Bugatti, que me desencallen lo de las subvenciones de la escuela y tal…” .

La Guardia Civil investigó, después de conversaciones como esas, la recalificación de unos terrenos rústicos en urbanizables por parte del Ayuntamiento de Cabrera de Mar. Vendrell pudo construir así un centro de negocios, un restaurante y una escuela concertada en un local conocido como Villa Bugatti, un espacio donde se celebran bodas. La recalificación afecta a un terreno de 48.000 metros cuadrados y permitió revalorizar sus fincas de los cinco a los diez millones de euros.

El juez es claro en sus conclusiones: la investigación ha puesto de manifiesto “una estructura clientelar en la administración catalana en la que impune y arbitrariamente se reparten los fondos públicos”. Vendrell, añade, “ha activado en numerosas ocasiones sus influencias en la administración catalana en beneficio propio”, buscando el favor de los consejeros.

Además de los tres citados (Vergés, Bargalló y El Homrani), el empresario también buscó el favor del consejero de Territorio, Damià Calvet. Según la investigación, obtuvo el compromiso de Territorio de “darle una agilidad superior a la que marca la norma” a la recalificación. La empresa de Vendrell, añade el informe, empezó a mover tierras y a ejecutar obras sin permiso, aunque el ahora detenido se mostró tranquilo ante las posibles consecuencias: “Aquí vendrá Torra a inaugurar. No vendrán de la Generalitat a pedirte explicaciones”, le dice a su socio.

Alusiones a Salvador Illa

Sobre sus negocios vinculados al mundo de la salud, Vendrell afirma que ha mantenido una reunión con la consejera Alba Vergés por un concurso con el Instituto Catalán de Evaluaciones Médicas (ICAM). Tras la cita, le dijo a su esposa que “había ido muy bien”. Su UTE ganó el concurso (442.000 euros por dos años, 2018 y 2019), lo que provocó que una empresa rival presentara una demanda. Vendrell lanza una amenaza al teléfono: “Si quieren pleitear que pleiteen, y como me hinchen mucho los huevos les enviaré a un colombiano y les daré dos hostias a cada uno”. Los investigadores concluyen que la adjudicación del ICAM fue irregular; en una conversación telefónica, Vendrell reconoce que la empresa no dispone del material técnico necesario para hacer los trabajos.

“El tráfico de influencias en el que se mueve Vendrell es tal”, señala el auto, que presume incluso de tener acceso al Ministerio de Sanidad “tras el nombramiento de Salvador Illa”. El empresario recuerda a su socio que han invertido “mucho tiempo y dinero” y que “llega la hora de recoger”. La investigación detalla que Vendrell participó en la gestión de los centros que se abrieron para ingresar a personas procedentes de residencias afectadas por el coronavirus.

Agitador del Tsunami Democràtic

Vendrell está siendo investigado por diversos delitos de corrupción (malversación, prevaricación, blanqueo y tráfico de influencias), pero también por desórdenes públicos. La Guardia Civil destaca su participación en la constitución de Tsunami Democràtic, un movimiento popular creado para responder ante la sentencia del procés. El auto judicial le señala de hecho como “uno de los promotores” de los incidentes ocurridos en Cataluña a raíz de la sentencia del Supremo.

En sus conversaciones, Vendrell muestra su capacidad para dirigir las actuaciones de Tsunami. “Ya enviaré a gente a proteger plaza Urquinaona” o “hemos montado un escenario en la autopista”, dice antes de sugerir que las protestas “no se debían focalizar exclusivamente en Barcelona”. La Guardia Civil indica que el detenido “no solo participa en el movimiento de Tsunami, sino que da instrucciones de las acciones que se han de realizar”. El auto destaca la colaboración de otras personas (también detenidas) como Marta Molina (alias Mandela) o Josep Campmajó (alias Canalla).

Pese a que no forma parte del Govern, Vendrell tiene un grado de intervención muy elevado en su día a día. O al menos presume de ello. Dice, por ejemplo, que le ha “salvado el culo” al exconsejero de Interior Miquel Buch, criticado por las actuaciones de Mossos d’Esquadra precisamente para reprimir las protestas del independentismo. Tras los graves disturbios desatados en Cataluña por la sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes independentistas, Vendrell y David Madí se reunieron con el entonces consejero.

El cotilleo político también aparece en las charlas de Vendrell. Revela, por ejemplo, que Carles Puigdemont le dijo que “había que hacer presidente a Pedro Sánchez, aunque fuese gratis”. El empresario apuesta por la participación de ERC en el Consell de la República pese a que el diputado Gabriel Rufián lo considere “un chiringuito montado por Puigdemont”. Tras la anulación de los permisos penitenciarios a los presos del procés, arremetió contra el Gobierno de Sánchez y Pablo Iglesias. “Es el momento de dar hostias al PSOE y Podemos, que son unos hijos de puta… Apuntar los cañones sobre la cabeza de estos mamones”.


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