Las primarias demócratas entran en New Hampshire en la fase de combate



Joe Biden, exvicepresidente de la era Obama, contra Bernie Sanders, senador izquierdista: “Tenemos que poner de nuestro lado al Senado y Bernie se etiqueta a sí mismo como socialista democrático, creo que esa es la etiqueta que el presidente [Trump] va a usar si Bernie es el nominado”.
Amy Klobuchar, senadora de Minnesota, contra Pete Buttigieg, exalcalde de South Bend (Indiana): “Es fácil meterse con Washington cuando eso es lo cool, es mucho más difícil liderar y adoptar posiciones […] Mientras tres de nosotros éramos jurados en el impeachment, tú decías que ver el juicio era cansado y que preferías ver dibujos animados”.

Buttigieg contra Sanders: “Es un peligro un nominado que divida a la gente con una política que dice ‘si no vas al extremo, no cuenta’. La política de lo tomas o lo dejas”.
Y Sanders frente todos: “La forma de unir a la gente es tener un plan que funcione para los trabajadores, no para los millonarios”.
Los demócratas llegan a las primarias de New Hampshire en circunstancias extraordinarias por el fiasco de los caucus de Iowa, las asambleas electivas que inician la carrera, cuyos resultados han tardado tres días en llegar y no han desempeñado el papel de primera criba para candidatos que no obtienen resultados reseñables y dejan de recibir donaciones. Eso puede ocurrir ahora, justo cuando la carrera se adentra en un estado muy singular, que genera una mezcla de esperanza y zozobra en los candidatos: con solo 1,3 millones de habitantes, se caracteriza por un peso formidable del votante independiente (el 42% de los electores no se adscribe a ningún partido).
Las opciones de cada uno ante la verdadera batalla demócrata, la de derrotar a Trump en noviembre, centraron buena parte del debate de este viernes en Manchester, la ciudad más poblada. Buttigieg, de 38 años, llega como vencedor de Iowa, seguido muy de cerca por Sanders, de 78, quien, de hecho, reivindica su victoria en votos individuales (aunque lo que cuenta son los delegados en los que se traducen esos votos). La condición de favoritos de Buttigieg y Sanders resultó evidente por el número de ataques que recibieron de los rivales.
Buttigieg, situado en el sector moderado de la carrera, recibe críticas por su limitada experiencia en gestión, dos mandatos como alcalde de una ciudad de algo más de 100.000 habitantes. Este viernes se defendió con el argumento de que él había sido marcado por las decisiones que se toman en Washington, que las había vivido como al frente de una pequeña ciudad y, de propina, le devolvió el dardo a Biden, de 77 años: “Debemos dejar las políticas del pasado en el pasado”. El exvicepresidente, elegido senador por primera vez a principios de los 70, se defendió: “¡Las políticas del pasado no eran tan malas!”, reivindicó, “¡no sé que hubo tan malo en el pasado de Obama y Biden!”.
El veterano político llega golpeado a New Hampshire, pues, pese a ser el favorito en los sondeos de ámbito nacional, en Iowa quedó en un cuarto puesto, con el 15% de apoyo. Elizabeth Warren (tercera) necesita un buen resultado para seguir siendo competitiva y, para Klobuchar (quinta), es la hora de la verdad.
Un total de 11 aspirantes continúan en las primarias demócratas, pero Michael Bloomberg no se presenta a estas primeras pugnas de Iowa y New Hampshire y el resto se halla muy alejado en los sondeos. La vista está puesta en lo que pasa con los primeros cuatro. Sanders va primero en los sondeos de este Estado (26%), donde ya ganó hace cuatro años, contra Hillary Clinton. Le siguen Buttigieg (22,5%), Warren (13%) y Biden (13%), según el promedio de encuestas que hace Real Clear Politics. La contienda enfrenta diferentes grados de progresismo, pero también generaciones. Los dos primeros, Sanders y Buttigieg, se llevan cuatro décadas y, sin embargo, el voto juvenil sigue siendo el reino de primero.


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