Las sensaciones no suman para un Betis digno

Al Real Betis le dieron donde más duele. No fue inferior al Sevilla FC en el derbi, ni de lejos, pero encajó su segunda derrota liguera del año 2021, en el que hasta la fecha solo había claudicado en los minutos finales ante el FC Barcelona en uno de sus diez partidos. El Sevilla FC venía de caer ante ese mismo Barça en Liga -también con el Elche, al que recibe el miércoles en el último de los aplazados pendientes- y Copa y ante el Borussia en la Champions, dejando en Dortmund muy buenas sensaciones pero el casillero de victorias vacío, todo lo contrario que este domingo, donde las sensaciones no fueron para tirar cohetes pero logró lo más importante: la victoria, que distancia en nueve puntos -más el average- al eterno rival y de momento aleja los fantasmas que se cernían sobre la posibilidad de que peligrase la cuarta plaza liguera, pues también cayó la Real Sociedad este domingo y ya son seis los puntos que sacan los de Lopetegui a los donostiarras, sus inmediatos perseguidores.

El fútbol tiene estas cosas. Muchas veces parece que lo bordas y te vas de vacío y otras ganas hasta sin querer. Este Betis de Pellegrini venía de ganar de manera consecutiva cuatro partidos, los tres últimos en los minutos finales a Alavés, Cádiz y Getafe. Esta vez también tuvo el empate en botas de Fekir (94’) en el último suspiro, o incluso en una rocambolesca jugada poco antes que a punto estuvo de acabar con gol involuntario de Borja Iglesias (87’) desde el suelo, como marcó Alfonso Pérez Muñoz -con la cara- en la final de la Copa del Rey ante el Barça de 1997. Pero ésta no era la noche de los verdiblancos.

Todo pudo haber sido (pero no fue) distinto si Mateu se decide por pitar penalti de Bono a Canales a los 8 minutos de partido, con 0-0, pero el toque del meta sevillista sobre el tobillo del bético -con las dos manos- no fue considerado como tal por el valenciano ni por su paisano Martínez
Munuera, al ser una de esas jugadas interpretables en las que, señale el árbitro lo que señale, habrá quienes le den la razón y quienes se la quiten. Igual que habrá aficionados -mayoría seguramente- que opinen que el Betis fue acreedor a un mejor resultado, tanto en este derbi como en el de la primera vuelta, pues en ninguno de ambos fue inferior a su rival, que se lleva el cuádruple de puntos en el global de los dos enfrentamientos y deja a los béticos conformes de sensaciones pero escuálidos de lo que realmente cuenta, los puntos, en esta Liga particular que cumplía este domingo su capítulo 100 en Primera.


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