Lemar y Llorente perpetúan la racha y hacen soñar al Atlético

Ganar lleva a ganar. Y el
Atlético de Madrid
se ha metido en una inercia de esas que le llevan a ganar casi sin quererlo. Incluso en partidos como ante este Real Valladolid, en el que a los puntos quizás no lo hubiera merecido por momentos (sí en el balance global). El equipo rojiblanco solventó uno de esos partidos que se convierten en un trámite, en una celada y que te alejan de pelear por cosas realmente grandes.

Uno de esos choques que en otras temporadas dejaban al Atlético sin opciones reales de pelear el título de LaLiga y que en la presente campaña se van sacando adelante, con más o menos gloria, para seguir colocando escalón tras escalón de esta escalera que ahora mismo parece poder llegar al cielo.

Si hasta Lemar, cuyo gol dio con la salida al laberinto que había planteado el Valladolid, se ha convertido en un soldado más de Simeone y ya decide partidos, cómo no se va a esperar que este Atlético dé la campanada este año. El partido ante el Valladolid no fue el mejor, en lo estético, de los últimos tiempos para un equipo rojiblanco que ha firmado actuaciones notables, pero lo venció y lo venció bien.

Sobrevivió a los minutos más agobiantes, maduró el choque y tiró de contundencia cuando el partido lo requería. Contundencia, el mantra del Cholo en la presente temporada. El combustible de los sueños. El equipo colchonero suma siete victorias en LaLiga, 26 partidos ya sin perder, y mira, pleno de confianza y resultados, a las decisivas citas ante Salzburgo y Real Madrid. El Atlético duerme líder a la espera de que la Real Sociedad juegue este domingo. Y recordemos que al cuadro rojiblanco le restan dos partidos más por jugarse, ante Levante y Sevilla.

Revolución en el once de Diego Simeone
, que dio entrada a varias caras nuevas, algunas a la fuerza, otras por decisión técnica. Oxígeno en algunas posiciones, sobre todo pensando en la final de Austria del próximo miércoles, donde el Atlético se juega buena parte de su temporada. Tiene que pasar sí o sí a los octavos de final de la Champions.

Una oportunidad para que esos futbolistas menos habituales aportasen esos minutos de calidad que siempre reclama el Cholo. Los Lemar, Vitolo o Felipe; o el caso de Herrera, que volvía tras lesión. También presencia de Luis Suárez, de inicio tras superar el coronavirus y haberse perdido los últimos cuatro partidos. Y en el banquillo, jugadores importantes como Llorente, Joao Félix o Koke Resurrección.

Atlético-Valladolid, én imágenes

El Atlético no tardó ni cinco minutos en generar una ocasión de peligro. Correa se perfiló para buscar disparo al borde del área. El tiro no era especialmente peligroso pero Masip no pudo agarrarlo y Suárez, muy listo, se adelantó. El uruguayo intentó recortar al meta pero se le fue largo. Peligrosísimo porque el meta también estuvo cerca de pasarse de ímpetu y hacer penalti.

El Valladolid, que durante las últimas temporadas fue un rival muy complicado de doblegar para los colchoneros, respondió con un disparo lejano de Alcaraz que buscó sorprender con el bote a Oblak. Y estuvo cerca de lograrlo.

El cuadro vallisoletano salió al Metropolitano como en los últimos cursos, contestón. Y no le perdió la cara al partido en gran parte de la primera mitad. Hervías también lo intentó desde lejos. Marcos André tuvo la suya también…

Por su parte, el Atlético, muchas veces por el centro, no era capaz de hilar con la velocidad y precisión que se exigía para poder atravesar el campo de minas que el Valladolid formó en la zona clave cercana a su área. Mucho ‘casi’ y poca jugada terminada. Y no es que hubiese pocas ocasiones, es que las que hubo fueron un tanto atropelladas. 14 remates en total, aunque sólo cuatro entre palos, y del Atlético sólo uno.

CAMBIOS EN ATLÉTICO

Simeone se dio cuenta de que a su equipo le faltaba una marcha más y metió a Llorente tras el descanso. El sacrificado fue un Vitolo que no lo hizo mal en la primera mitad pero al que se le notó que no se le permite tener un ritmo de competición adecuado.

Con la inclusión del madrileño Lemar pasó del centro a la izquierda, para poder perfilarse hacia el centro y poder disparar o filtrar un pase entre el bosque de piernas rival.

La segunda mitad comenzó con susto para los rojiblancos. Un centro oblicuo que Jota remató a cuatro metros de portería pero que se encontró con un central colchonero cuando iba para dentro. Al Atlético le costaba generar, Correa se inventó un disparo de la nada… pero el equipo colchonero insistió y en una entrada por banda de Trippier rompió el equilibrio que se estaba viendo en el campo. El inglés puso el balón raso y fuerte, no llegó Suárez por poco pero provocó que Masip se lanzase, el balón continuo y Lemar, que siguió la jugada embocó el balón en la red con un disparo nada sencillo, en carrera, sin demasiado ángulo.

Por cierto que la jugada la comenzó Llorente con un pase en profundidad para demostrar que es un futbolista total. Pase de mediocentro de categoría antes de demostrar que es un delantero notable.

Y qué decir de Lemar. Si el francés ya fue el mejor colchonero ante el Valencia, en este partido ante el Valladolid confirmó que, como Simeone defendía, se ha reenganchado a la fe rojiblanca. El galo llevaba 45 partidos sin ver puerta ni sin asistencias. No marcaba desde el 20 de abril de 2019 en Ipurúa. Este 2020 sigue sorprendiendo.

Lo que ya no sorprende es el momento de Llorente. El madrileño sigue siendo una de los futbolistas más en forma y lo constató en los minutos que tuvo. Marcó el 2-0, rozó un tercero…

El internacional español se sirvió de una prolongación de cabeza de Trippier para tirar de potencia, sobrepasar a su marcador, levantar la cabeza y colocar el balón.

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