“Lezama es la primera maravilla del mundo”

Alma, corazón y vida rojiblanca. Imposible contener su pasión cuando habla del Athletic. Desborda ilusión por los cuatro costados. Su trayectoria como preparador físico ahí queda. Manolo Delgado Meco (Alcázar de San Juan, 1945) da una repaso con MD a todo cuanto rodea al centenario club bilbaíno. Una voz autorizada.

En plena pandemia mundial, ¿cuál es el estado de salud del Athletic?

Antes de nada mi reconocimiento al servicio médico de la salud pública y al educativo que ha mantenido viva la llama de la pedagogía, entre otros. Este año ha sido estupendo en cuanto a la ‘salud sanitaria’ del Athletic.

¿Podría ser más explícito?

Estamos muy ilusionados porque vemos que se están haciendo las cosas a la antigua usanza. Cinco valores de la nueva cantera van a hacer la pretemporada más alguno que ya debutado. Sangre nueva. Nuevas vitaminas que nos hacen estar esperanzados.

¿No todo el mundo parece compartir esa impresión?

Yo he visto a los juveniles, cadetes, Basconia, al Bilbao Athletic le he acompañado algún partido, al profesional. Tenemos además una resoluciones que ahí están. Primero ganar un título con el Athletic, que no es fácil. Un título máximo, te pongas como te pongas, porque es derrotar a Madrid y Barça en la Supercopa y nos dio un impulso para crear ese ambiente saludable para las dos finales.

Dos finales, ambas perdidas, que generaron desilusión.

Yo, en cambio, estoy superilusionado con las fechas de la desescalada. La nueva posibilidad del aporte del 50, 70 o 90 % del aforo de San Mamés, volver a estar juntos en el estadio, que va a ser vital, retomar el impulso, poder cantar nuestro himno, la txalaparta de inicio… Todo eso me crea un latido cardiaco especial. Burua, bihotza eta kemena! (Cabeza, corazón y coraje).

Pero hablamos de fútbol, no de ambiente.

Tengo las fechas del 14-15 de agosto clavadas como arranque de la nueva Liga, la nueva Copa, nuestras camisetas pululando por Pozas… Muchos equipos se preguntarán este Sancet dónde estaba, Nico Williams dónde estaba, Artola dónde estaba… Nosotros ya sabemos dónde está forjándose el Athletic. Quién dice que no vamos a ser campeones, como este año, de la Supercopa ante los gallos. Tenemos que estar ilusionados.

Yo, insisto, no percibo a la gente tan ilusionada como usted.

Pues yo digo que esto es una nueva forja de ese espíritu rojiblanco, del somos imparables. Hay que disfrutar del espíritu rojiblanco.

¿La afición es consciente de que cada vez es más difícil competir para el Athletic?

Todo ese tipo de conciencia negativa lo va a rehabilitar el comportamiento de nuestro equipo. Cuando hemos tenido un resultado negativo, lo he vivido un montón de veces, ha habido desesperación, respuesta mediática, ciertos núcleos que decían que este equipo ‘no juega ni a canicas’ y al final qué ha pasado siempre: que el equipo responde a esas necesidades acuciantes de resolver todas las situaciones, como las hemos resuelto, con ciertos apuros y en ciertos momentos.

¿Y el nivel de exigencia?

Todo viene por la desilusión momentánea y hay que ser consciente de ello. Ahora el Athletic tiene que ser buen cazador, buen pescador. Esperar esos momentos, esas nuevas fechas. El jugador lo va a volver a demostrar. ¿Nos puede pasar lo peor? Esperemos que no, pero esa es la fuerza que hemos tenido siempre los que hemos estado en San Mamés abajo o cerquita del terreno de juego, los que están dentro y los que están por fuera.

¿La realidad contra la historia?

Todo esto tiene una fuerza mayor que es la fuerza del resultado, la respuesta de los profesionales en el campo y un histórico. La secuencia evidente son los datos acumulados y nosotros siempre hemos jugado en Primera. Pedro Aurtenetxe siempre hablaba de los dientes de sierras. Hemos estado momentáneamente debajo de los dientes donde no llega ni el serrín, pero podemos tener los colmillos afilados para ser la punta del diente de la sierra y serrar todo lo que se nos ponga por delante tanto a nivel social como resultadista y competitivo.

¿Lezama sigue siendo pionera?

Totalmente. Lezama es la primera maravilla del mundo en cuestión de habilitar, recoger y poner en práctica las nuevas técnicas de entrenamiento. En el aspecto fisiológico y médico, que son los que hacen ese entrenamiento en la sombra. Lo de las camas hiperbáricas (meterse dentro de una de ellas y parecer que duerme a 4000 metros en el Everest), permítame la expresión, es más antiguo que el mear. Nosotros hasta las teníamos en propiedad. Los índices de masa corporal, las mediciones del ácido láctico regulado… El Athletic está a la última en continente, una magnífica ciudad deportiva, y contenido.

¿Es bueno para el Athletic que cada cuatro años se cambie al director de Lezama?

Pues claro que no. Aquellas directivas que han podido consolidar su proyecto durante dos mandatos son las que han salido ‘triunfantes’ de la evolución que da el segundo mandato. Pedro Aurtenetxe, que antes de ser presidente fue directivo responsable de Lezama, lo dominaba todo, sabía todas las interioridades. Arrate siete años de longevidad, luego desestabilización por la muerte de Uría y la moción de censura, más tarde la esperanza, la fuerza y el vigor de Urrutia. El ‘Big Data’ se repite.

Entonces…

La evolución y configuración de esta forma de proceder sería la concesión de ese segundo mandato a Elizegi. Hablo como socio, como un rojiblanco al que le da por hablar. Ahí está lo sucedido durante los segundos mandatos.

Durante su etapa como preparador físico, ¿tuvo ofertas para fichar por otros clubes?

José Luis Núñez, presidente del Barça y vicepresidente de la Federación, me dijo en un despacho que me quería por encima de todo. Yo le contesté que tenía a Malgosa, especialista de fuerza, e incluso a Víctor Muñoz, jugador suyo y que había hecho INEF. También le hablé de Paco Seirulo (al que en cierto momento le han llegado a apodar como ‘el gurú físico de Guardiola’). Tuve también (entre risas) dos ataques frontales de Manolo Villanova y Luis Costa cuando estaban en el Zaragoza y otro, de forma indirecta, de un presidente de la Federación Andaluza de fútbol.

¿Y antes de fichar por el Athletic?

Cuando yo vine al Athletic, con toda la familia, el contrato era de agosto a junio. En Lezama estaban Piru Gainza, Sáez, Aranguren, Iriondo de míster… Luis Aragonés me dijo entonces que me quería llevar al Atlético y que antes de renovar con el Athletic le llamase. Le llamé, pero para decirle que el Athletic me ofrecía dos años a partir de la salida de la junta. Yo siempre tenía contrato con un año más que la directiva saliente.

¿Para entonces usted ya era referencia en el mundo de los preparadores físicos?

Es no tengo que decirlo yo. Si soy referencia, en cualquier caso, será porque he estado y estoy en el Athletic Club de Bilbao. Ese es mi crédito, mi carta de presentación. En mi mochila llevo cierta experiencia, cierto crédito, haber estado muchos años y ser fiable; pero esa mochila me la ha procurado el Athletic a través de estos 45 años en el club.


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