La marcha de Etxebe ha dejado vacío el puesto de entrenador del Bilbao Athletic. Alkorta anda ahora en busca de un sustituto para el elgoibartarra. Interesa más un futurible para el primer equipo o un fijo para Lezama.
El parón a nivel competitivo en el que se hayan inmersos los dos equipos profesionales del Athletic, al ámbito masculino me refiero, permite profundizar en ciertos aspectos de la vida del club rojiblanco que pasan más desapercibidos en pleno fragor liguero, copero, europeo o incluso supercopero. Todo surge a raíz del conocimiento de que Joseba Etxeberria no piensa seguir como entrenador del Bilbao Athletic. Alkorta se ve desde entonces sumido en la necesidad de contratar a un nuevo técnico para el filial.
A mí, lo admito, me parecía acertada la decisión adoptada en su día por Josu Urrutia de colocar en el banquillo del Bilbao Athletic a un entrenador con experiencia en Primera División que, llegado el momento, pudiera dar el salto al primer equipo. Sucedió con Kuko Ziganda primero y apenas año y medio más tarde con Gaizka Garitano.
El otro día, sin embargo, un profesional con una dilatada experiencia en el mundo del fútbol tanto profesional como formativo me sembró la duda al respecto. ¿Sería mejor dar continuidad a la fórmula seguida de unos años a esta parte con el entrenador del filial o, al contrario, no resultaría más conveniente apostar en Lezama por un técnico sin pretensiones de llegar al primer equipo y centrado y concentrado única y exclusivamente en el Bilbao Athletic?
De repente me vino a la memoria la figura del ya fallecido, pero no por ello menos entrañable, Nico Estéfano. El eterno míster del Athletic juvenil hasta que a alguien le dio por ‘modernizar’ Lezama. Un hombre de la casa sin pretensión alguna de llegar al primer equipo.
Sigo sin tener muy claro, lo admito, cuál de las dos fórmulas conviene más al Athletic. El debate, en cualquier caso, está servido. Ahí queda eso.
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