Licencia para todo


La licencia para creer en todos los buenos deseos que afloran en estas fechas está justificada en Anoeta. La Real no sólo se afianza en su robusta salud deportiva tras ser el segundo equipo que gana a Osasuna en su campo, sino que también dispara el termómetro de sus aspiraciones a falta de una jornada para que la Liga se corone en su ecuador. Preguntarse por dónde se sitúa el techo de este equipo sigue siendo como cerrar los ojos y ponerse a imaginar que lo mejor está por llegar.



Los números cantan y las nubes se levantan en Anoeta. La victoria sobre Osasuna, enorme, mantiene intacta la accesibilidad a los objetivos del club, afianzado en la zona de Europa, no en vano no se desvincula de los seis primeros desde la quinta jornada. La Real está colonizando los dominios aristocráticos de la Liga. En El
Sadar se comportó como de esos equipos que mandan en la competición.

La Real se ha marchado de vacaciones navideñas con 31 puntos en el zurrón. A ocho del líder Barcelona o a tres del tercero, el Sevilla, distancias que le confieren a la trayectoria txuri urdin toda la brillantez. Los de Imanol han ganado la mitad de las 18 jornadas celebradas: nueve triunfos que les disparan al estrellato.

La batalla en los primeros puestos será tremenda hasta el final. El potencial de los competidores es elevado. La mejor noticia es que la Real no se desvanece. Es más, impone un ritmo que descartaría a cualquiera si no fuera por la identidad de la competencia: Sevilla, Atlético
de
Madrid, Getafe, Athletic, Valencia… Con todo, la Real suma tres puntos más que el séptimo clasificado.

Dinamita de cara a gol

El soberbio triunfo en el derbi contra Osasuna magnifica la imagen de la Real a domicilio. Los guipuzcoanos han jugado dos partidos más fuera de Anoeta y logrado tres puntos más -17 fuera y 14 en casa-. Son segundos en la clasificación que sólo cuenta los números visitantes, por detrás únicamente del Sevilla.

Al margen de superar a Barcelona o Real Madrid en la clasificación que contempla la Liga fuera de casa, la Real se erige tras el 3-4 de El Sadar como el equipo que más goles marca a domicilio (15). Una dinamita que explota a favor de un equipo con alma ofensiva aunque no juegue ante su público. En toda la Liga sólo existen dos ocasiones en que la Real no anotó. Fue en San Mamés (2-0) y Valladolid (0-0).

Gracias al funcionamiento de esta pólvora, la Real es el tercer máximo goleador en el cómputo general de la Liga. Sus 32 tantos son rebasados exclusivamente por Barcelona (47) y Real Madrid (33). La Real vive desbocada de cara a gol, con sus estiletes alcanzando sus mejores registros. Willian
José y Oyarzabal lideran al elenco con siete goles cada uno. Portu suma cinco. Odegaard e Isak, cuatro por cabeza. Las estrellas brillan, sus escuderos, Merino, Zubeldia, Zaldua o Monreal no fallan, Remiro es ya un portero decisivo y la licencia para soñar reluce en todo su esplendor. Feliz Navidad en Anoeta.


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