Llorente venderá caro su puesto

El

Atlético de Madrid
arrancó de forma brutal su participación oficial en esta temporada 20/21. Una goleada contundente ante el Granada, al que apabulló por 6-1. Una actuación coral que tuvo prodigiosos solos como los de Joao Félix o Luis Suárez, pero también como los de Ángel Correa y Marcos
Llorente.

Especialmente llamativo en el caso del madrileño porque salió del banquillo para dar un impulso definitivo al encuentro, que ya estaba completamente encarrilado, y demostrar que va a vender muy caro su puesto. Y es que la competencia ha crecido mucho en este Atlético.

Simeone tiene ahora mismo hasta seis jugadores que podrían ser titulares en los puestos de interior y delantera. Seis hombres, cuatro puestos. Y eso descontando a Koke y Saúl, que parecen destinados a llevar el timón del equipo en este curso. Ahora mismo, Costa, Suárez, Joao Félix, Carrasco, Correa y el propio Llorente son los que pelean por esas posiciones. Y a ellos se les podría sumar a Lemar y Vitolo, pero en su caso parecen por debajo en las predilecciones del Cholo
SImeone.

En el caso de Llorente, está claro que la reconversión sufrida de la mano de Simeone ha descubierto un nuevo jugador. En la parte final de la temporada pasada fue brutal su aportación. El madrileño se volvió a marcar otro partidazo con el cuadro colchonero. Como segundo delantero, un puesto donde su fortaleza física, carrera y capacidad para desbordar marca la diferencia.

El madrileño cerró la temporada anterior como una fuerza de la naturaleza. Cuatro goles y cuatro asistencias desde su partido de Anfield Road, que cambió todo para él como ha reconocido. “Fue la noche más bonita de mi carrera, sin duda. Estará para siempre en mis recuerdos y fue espectacular, no sólo a nivel personal, sino por lo que supuso para el equipo”, reconocía en una entrevista para añadir que todo el mérito fue del Cholo
, capaz de ver en él un potencial buen delantero. El mérito por supuesto es del entrenador, porque él es al final quien decide en qué posición juegas. Él vio que un poco más arriba iba a aportar cosas muy buenas al equipo y que, como ya dijo, en los entrenamientos se veía que podía jugar más arriba. Luego el día de Anfield salió superbien y fue un punto de inflexión”, señaló.

UNA VUELTA DE ORO

Pero si acabó imparable, imparable ha vuelto. En el primer partido de LaLiga, en apenas 20 minutos marcó un golazo y dio una asistencia. Ya decimos, en apenas 20 minutos. Una irrupción brutal. De hecho, el primer balón que tocó fue adentro, tras la asistencia de Luis Suárez. Un remate seco y bajo que el meta del Granada no pudo ni oler.

Pero es que poco después se sacó un centro al corazón del área que Suárez marcó de cabeza. Golazo. En el caso de Llorente, sólo remató una vez, y dentro. Dio 12 pases buenos y sólo marró uno. Recuperó un balón, perdió tres y regateó con éxito la única vez que lo intentó.


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