La selección alemana tiene una serie de tareas pendientes de cara a su regreso a Wembley, uno de los estadios preferidos de la Mannschaft donde ha ganado dos veces la Eurocopa, en 1972 y 1996, pese a que también se le asocia con la derrota en la final del Mundial 1966. Alemania jugará los octavos de la presente edición en dicho escenario, el martes contra Inglaterra.
El juego que viene mostrando Alemania, pese al partido contra Portugal que generó optimismo, no permite pensar fácilmente en la posibilidad de alcanzar otra vez el título y ni siquiera de llegar a la final. Joachim Löw, su seleccionador, está recibiendo muchas críticas.
En general, se viene observando una gran inseguridad defensiva y en ataque el equipo se ha complicado la vida cuando el contrario se cierra atrás. Ante Portugal marcó cuatro goles pero los portugueses jugaron muy abiertos, lo que ayudó a que los alemanes encontraran espacios.
El primer reto es mejorar en defensa y, sobre todo, tener una reacción mejor en los contragolpes y en las situaciones con balón parado. Eso es algo que se viene diciendo desde antes de la Eurocopa y Joachim Löw no parece encontrar la fórmula. La inestabilidad parece incluso generar inseguridad en el normalmente fiable Manuel Neuer, como se vio en el segundo gol encajado ante Hungría.
Lo otro es mayor contundencia ofensiva. La fórmula de llegar a través de los dos carrileros, Joshua Kimmich y Robin Gosens, funcionó ante Portugal pero hay quienes dicen que precisamente ese sistema termina por quitarle espacios a jugadores como Serge Gnabry o, ante Hungría, Leroy Sané que se ven obligados a tirarse al centro. Esos les quita la posibilidad de explotar su velocidad por las bandas.
Es improbable que Löw cambie el esquema y eso lo saben los críticos que también se quejan de lo poco que están aportando algunos jugadores como Ilkay Gündogan, titular en los tres partidos, o Sané cuando ha tenido minutos.
De cara al partido contra Inglaterra Goretzka, autor del gol que le dio la clasificación a Alemania, podría entrar por Gündogan. Es bastante posible que Thomas Müller vuelva a ser titular tras haber empezado en el banquillo contra Hungría por problemas de rodilla.
Quien desatascó el partido contra Hungría, pese a que el gol lo marcó Goretzka, fue Jamal Musiala con su habilidad en espacios cerrados. Darle la titularidad, tiene 18 años, sería un riesgo.
Por otro lado, sería interesante verlo jugar contra su segunda patria, como él llama a Inglaterra, donde pasó por todas las categorías inferiores de la selección antes de optar por jugar con la absoluta alemana.
Los optimistas, y también algunos jugadores, han subrayado que el partido contra Inglaterra será distinto, más abierto, ya que es poco probable que Inglaterra opte por encerrarse atrás.
Además, también se recuerda que Wembley es un estadio que se le suele dar bien a Alemania.
“Será un partido diferente. Se ha visto que jugamos mejor ante equipos que tratan de tener la pelota. Tenemos jugadores magníficos y tenemos confianza pese al difícil 2-2 ante Hungría. Y Wembley se nos da”, dijo Neuer.
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