“Toca tragar veneno”. Fue una de las frases de Julen Lopetegui en su rueda de prensa posterior al encuentro que su equipo perdió en Vigo después de llegar al minuto 75 venciendo por 0-1. El técnico guipuzcoano vive su peor momento en el Sevilla desde que Monchi anunció el nombre de su apuesta para el banquillo, un perfil que levantó ciertos recelos entre la afición por su extraño episodio aún reciente en la selección española y su salida sólo dos días antes del comienzo del Mundial de Rusia, así como su todavía más fresco sonado batacazo en el Real Madrid.
Pero un inicio de Liga fulgurante había solapado esas pelusillas que asomaron de nuevo coincidiendo con dos derrotas en Eibar con un 0-2 a favor y en el Camp Nou por 4-0 que el vasco se sacudió con la victoria en el derbi en el campo del Betis. Ahora, la Copa del Rey ha destapado una nueva crisis que Lopetegui no ha sabido cerrar. Tras la noche de cuchillos largos en Anduva ante el Mirandés, donde el Sevilla rozó el ridículo (3-1) y cayó eliminado de uno de los torneos que más alegrías le ha dado al club en este siglo, Monchi avisó: “Esta mancha no la podremos lavar nunca; ni ganando Liga ni Europa League”.
Era un claro toque de atención que, de momento, no ha tenido la respuesta esperada en el equipo, más bien al revés, lo que preocupa en la entidad ante un mes de febrero decisivo, con la primera eliminatoria europea ante el Cluj, líder destacado de la liga rumana, y una visita a Getafe que puede marcar su objetivo en la Liga: entrar en la Champions.
El empate en casa ante el Alavés y la derrota en Balaídos han tenido su consecuencia en la clasificación, pues los andaluces han salido por primera vez de los cuatro primeros en las últimas once jornadas. Y lo peor, en el Sánchez-Pizjuán el modelo parece haber chocado con su falta de profundidad, pues desde 2003 no dejaba escapar tantos puntos en Nervión un equipo que en los últimos años ha experimentado un gran crecimiento y que, por presupuesto, inversión y límite salarial, está obligado a pelear con los grandes. No en vano, Monchi ha liderado la cuarta mayor inversión en fichajes de LaLiga, 160 millones entre verano y el mercado invernal.
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